Tenemos el placer de invitarte...

Dec¨ªa un personaje en una peliculona brit¨¢nica sobre bodas que cuando una pareja atraviesa momentos bajos, lo que debe hacer es casarse. Esa decisi¨®n mantendr¨¢ ocupada la pareja durante un a?o y pondr¨¢ de los nervios a todo aquel que les rodee. Fijar la fecha, buscar iglesia y buscar restaurante; no en ese orden, puesto que uno condiciona al otro. Eso es lo principal.

Una vez tenemos esto, hay que hacer las listas de invitados. Y ah¨ª empiezan los roces. Para ir bien hay que ser equitativos: 100 de un lado y 100 de otro. Una vez hecho esto, dise?a la invitaci¨®n. M¨¢ndala. Preoc¨²pate de recibir las confirmaciones. Al mismo tiempo, contrata el fot¨®grafo y la m¨²sica para amenizar el banquete. Elige entre mil flores. Confecciona una lista con lo que quieres que te regalen. Y ni se te ocurra adelgazarte, porque los tres meses que pasaste eligiendo vestido te pueden costar cinco arreglos de la modista. Si hay suerte, los padres se har¨¢n cargo de todo lo econ¨®mico. Si eres de los afortunados, quiz¨¢s ya tengas el piso medio pagado.

Puestos a contar, s¨®lo el banquete, pongamos 100 euros por cabeza. Por los 200 invitados, suma un total de 20.000. A?¨¢dele todo lo dem¨¢s e intenta pagarlo. Un a?o de estr¨¦s, m¨¢s qui¨¦n sabe cu¨¢ntos para pagar todo eso, por tan s¨®lo un d¨ªa. Y ni eso.

Este a?o me han invitado a cinco bodas. Eso significa vestidos, zapatos y bolsos que voy combinando, pero que tambi¨¦n hay que arreglar porque yo tambi¨¦n sufro estr¨¦s. Y un regalo, claro est¨¢. Tanto gasto no merece la pena. Si alguna pareja atraviesa un momento bajo, que cambie de piso. Estar¨¢n entretenidos durante m¨¢s tiempo.

Se?ores, qui¨¦ranse, ?pero no se casen!