'Corruptio optimi'

?Lo mejor de las elecciones del domingo? Su forma, el clima de normalidad en que se celebraron, y su fondo, los resultados. ?Lo peor? Las muy probables consecuencias de esos resultados, la interpretaci¨®n y el uso que de los mismos se va a hacer. "Corruptio optimi pessima". Atribuido a San Gregorio Magno, dice el adagio latino que la corrupci¨®n de lo mejor produce lo peor. As¨ª, unas elecciones que deber¨ªan poner a cada uno en su casa (un PNV centrado institucionalmente, una izquierda abertzale revisando en profundidad su tradici¨®n rupturista, un PSE recuperando se?as de identidad, un PP advertido contra su estrategia de confrontaci¨®n, una IU llamada a gestionar el espacio de la transversalidad) y a la Euskadi plural en la de todos, pueden acabar dando pie a un escenario ¨²ltimo de encastillamiento.

Comenzando por la forma, exist¨ªa el temor de que "algo gordo pod¨ªa pasar" como consecuencia de la ilegalizaci¨®n de las candidaturas de AuB y de una mayor¨ªa de las listas locales de la izquierda abertzale. Ya sea por responsabilidad, por debilidad o por estrategia (probablemente, debido a una combinaci¨®n variable de todos esos ingredientes), el caso es que la ¨²nica anormalidad que ha pesado sobre las elecciones ha sido la referida ilegalizaci¨®n, cuestionada por relevantes juristas, y sobre la que pesa la evaluaci¨®n de instancias judiciales superiores. En cuanto al contenido, lo primero que cabe destacar es la reorganizaci¨®n del voto nacionalista en torno al PNV, reorganizaci¨®n que la coalici¨®n PNV-EA tiende a difuminar. Habr¨¢ que analizar uno por uno los municipios en los que PNV y EA han presentado candidaturas separadas, pero todo indica que la hegemon¨ªa del partido jeltzale en el campo nacionalista se ha incrementado sobremanera, mientras EA ha entrado en un proceso de minimizaci¨®n creciente. Parece evidente que es un PNV m¨¢s expresamente soberanista quien est¨¢ tirando del tren electoral nacionalista, y a este convoy se han sumado desde el pasado domingo una buena parte del voto de la izquierda abertzale, m¨¢s abertzale que de izquierda. Nunca una llamada expl¨ªcita al voto nulo habr¨¢ sido tan nula para quienes la proclamaban y tan ¨²til para quienes la criticaban.

De esta manera, el campo nacionalista se est¨¢ clarificando en la medida en que mucho del ruido pol¨ªtico que dificultaba su cabal escrutinio se va definiendo. Por ejemplo, ha sido un lugar com¨²n considerar que lo m¨¢s l¨®gico era pensar en la progresiva simplificaci¨®n del espacio electoral nacionalista en torno a dos grandes opciones, una conservadora y otra progresista. Hoy podemos sospechar que, en una situaci¨®n cada vez m¨¢s evidente de nation-building, de "construcci¨®n nacional", el ya de por s¨ª debilitado eje izquierda-derecha se ve anulado hasta pr¨¢cticamente desaparecer. En situaciones definidas como de construcci¨®n nacional, la aut¨¦ntica l¨ªnea de quiebra en el campo nacionalista es aquella que tiene que ver con la intensidad de ese nacionalismo (m¨¢s o menos claramente soberanista), no con su orientaci¨®n social. Y en la medida en que el PNV se afirma en el soberanismo, se convierte en el v¨®rtice de ese campo.

En cuanto al campo no nacionalista, un PSE reforzado (la p¨¦rdida de alguna de sus alcald¨ªas en la Margen Izquierda, a pesar de su impacto simb¨®lico, tiene m¨¢s que ver con la reorganizaci¨®n del voto nacionalista que con responsabilidades achacables al propio socialismo vasco) se afirma como el verdadero eje de una estrategia que, si de verdad quiere afirmarse como constitucionalista, debe alejarse del peligroso juego de patriotas al que estaba abocado de la mano del PP. Por su parte, Ezker Batua ve aumentada su responsabilidad en la gesti¨®n de un fr¨¢gil espacio de transversalidad entre campos pol¨ªticos confrontados.

Ahora bien, ?para qu¨¦ van a usarse los resultados de las elecciones? Mucho me temo que lo que supone una oportunidad para sosegarnos, hacer caja y revisar estrategias, acabar¨¢ por acelerar el proceso de corrupci¨®n de lo mejor que caracteriza, desde hace ya tanto tiempo, a la pol¨ªtica vasca.