?Es la causa de la recesi¨®n europea?
El 22 de abril pasado el economista de Harvard Mart¨ªn Feldstein publicaba un art¨ªculo en el Financial Times ("Britain must avoid Germany's mistake") que advert¨ªa al Reino Unido de los peligros a que se expon¨ªa si adoptaba la moneda ¨²nica europea. Argumentaba Feldstein, que es conocido por su oposici¨®n te¨®rica al euro, que el Reino Unido debiera aprender de lo que pasaba en Alemania, porque este pa¨ªs est¨¢ sufriendo las consecuencias de las limitaciones de pol¨ªtica econ¨®mica a que se ha sometido al entrar en una uni¨®n monetaria. Dadas las noticias sobre la m¨¢s que probable recesi¨®n en la zona del euro, no s¨®lo en Alemania, sino tambi¨¦n en Holanda, Italia, Portugal y posiblemente Francia, puede ser conveniente examinar el argumento de Feldstein y preguntarse si la recesi¨®n europea no ser¨¢ un resultado l¨®gico e inevitable de la introducci¨®n y funcionamiento de la moneda ¨²nica.
La UE en su conjunto tiene instrumentos para enfrentar la crisis de su econom¨ªa
El art¨ªculo de Feldstein en 2003 repite de alguna manera sus argumentos de junio de 1992, publicados en The Economist ("The case against EMU"), en que compara el efecto que tendr¨ªa un choque de oferta asim¨¦trico en un Estado de Estados Unidos (otra uni¨®n monetaria), California, por ejemplo, y en un Estado miembro de la Uni¨®n Monetaria, digamos Alemania. El argumento dice que, sin pol¨ªtica cambiaria ni pol¨ªtica monetaria y con una pol¨ªtica fiscal de v¨ªa ¨²nica, es decir, empe?ada en la reducci¨®n del d¨¦ficit fiscal a su m¨ªnima expresi¨®n, el pa¨ªs miembro de la Uni¨®n Monetaria Europea no tendr¨ªa instrumentos para enfrentar la recesi¨®n, a diferencia de lo que suceder¨ªa en California. Eso afectar¨ªa necesariamente a las empresas europeas y al empleo. California, en cambio, aunque tampoco puede devaluar el d¨®lar ni bajar el tipo de inter¨¦s, sin embargo, como forma parte de una uni¨®n fiscal (el sistema federal), recibir¨ªa unos flujos autom¨¢ticos de ingresos para compensar las perdidas causadas por la recesi¨®n. Adem¨¢s, dada la movilidad laboral que existe en Estados Unidos, los desempleados buscar¨ªan trabajo en otro Estado, aliviando a la econom¨ªa de California. En conclusi¨®n, dice Feldstein a los brit¨¢nicos, Alemania est¨¢ experimentado una especie de choque asim¨¦trico de oferta, causado por las rigideces de su mercado laboral y las regulaciones la industria y las finanzas. Sin armas para defenderse de la recesi¨®n, est¨¢ presa en los calabozos del Tratado de Maastricht.
El argumento de Feldstein no se aplica a la situaci¨®n europea. Lo que tenemos no es un choque asim¨¦trico. Es m¨¢s bien un choque sim¨¦trico, porque casi la totalidad de la econom¨ªa europea est¨¢ en estado de choque-recesi¨®n. Las econom¨ªas de Alemania, Francia e Italia solamente ya hacen el 70% de la econom¨ªa europea. Pero en la Uni¨®n Europea, tomada como una unidad, existen mecanismos para enfrentar la recesi¨®n: se puede alterar el valor del euro con respecto al d¨®lar y otras monedas (cosa que no puede hacer un pa¨ªs individualmente), y se puede llevar a cabo una pol¨ªtica monetaria expansiva, que ayudar¨¢ en la medida en que la demanda global responda a las reducciones del tipo de inter¨¦s cuando ya est¨¢ muy bajo. Existe tambi¨¦n la posibilidad de una pol¨ªtica fiscal expansiva, si se reinterpreta -o se aparca- el pacto de estabilidad y el equilibrio presupuestario como una meta a largo plazo, que es perfectamente compatible con un d¨¦ficit mayor del 3% del PIB si la econom¨ªa entra en franca recesi¨®n. Por lo tanto, la Uni¨®n Europea en su conjunto, a diferencia de los pa¨ªses individuales que la componen, tiene instrumentos para enfrentar una crisis que afecta a la mayor parte de su econom¨ªa.
Lo que hay que hacer es propiciar la ca¨ªda del euro, reducir el tipo de inter¨¦s al 2%, por lo menos, y relajar la presi¨®n institucional sobre los d¨¦ficit fiscales en los pr¨®ximos meses. Cuando la econom¨ªa se recupere y aumente la recaudaci¨®n fiscal, los d¨¦ficit se corregir¨¢n autom¨¢ticamente. Querer corregir el d¨¦ficit fiscal cuando la econom¨ªa se est¨¢ desinflando es un error que ya se cometi¨® en Alemania en los a?os treinta, cuando el canciller Br¨¹ning trat¨® de equilibrar el presupuesto, como le exig¨ªa la disciplina del patr¨®n oro. La recesi¨®n, y el desempleo que ¨¦sta provoc¨®, acarrearon la ruina de la Rep¨²blica de Weimar y elevaron a Hitler al poder. ?No aprenderemos nunca? La actual situaci¨®n econ¨®mica europea no es consecuencia del euro. Es el resultado, adem¨¢s de la mala gesti¨®n de la econom¨ªa norteamericana, de una pol¨ªtica excesivamente conservadora del Banco Central Europeo. El euro puede funcionar mejor si se toman las medidas adecuadas.
Luis de Sebasti¨¢n es catedr¨¢tico de Econom¨ªa de ESADE, Barcelona.
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