Una jugosa venganza
El mayordomo de Diana ganar¨¢ tres millones con su libro sobre la princesa
Hace ahora un a?o, Paul Burrell estaba sentado en el banquillo de los acusados, repudiado por sus antiguos se?ores, la familia real brit¨¢nica. Ahora, un a?o despu¨¦s de que un s¨²bito ataque de memoria de la reina Isabel le librara de cualquier condena, el mayordomo ha perdido para siempre el aprecio de sus se?ores pero es millonario: su libro sobre la princesa Diana, A royal duty (Un deber real), que sale a la venta hoy en las dos orillas del Atl¨¢ntico, le va a reportar al menos dos millones de libras esterlinas (casi tres millones de euros).
Editado por Penguin, que ha preparado una primera edici¨®n de un mill¨®n de ejemplares en Estados Unidos y 120.000 en el Reino Unido, la promoci¨®n ha tenido tal ¨¦xito que los medios de dos continentes llevan una semana desvelando revelaciones con cuentagotas. Otra vez los Windsor se enfrentan a la sombra de su gran pesadilla, Diana de Gales, la ex esposa del heredero de la Corona, Carlos de Inglaterra, con quien se cas¨® en 1982 y se divorci¨® tras 10 a?os de turbulencias.
Paul Burrell desvela una carta de Diana de Gales en la que afirma que teme sufrir un atentado
Burrell, entre lo que se llev¨® de la residencia de la princesa al poco de morir ¨¦sta, lo que acumul¨® durante a?os a su servicio y lo que le hayan podido hacer llegar algunos otros amigos de Diana, cuenta sabrosos detalles de la vida de Diana con los Windsor.
Para hacer boca, el Daily Mirror empez¨® la campa?a de promoci¨®n publicando un pasaje en el que el mayordomo desvela los temores de Diana a sufrir un atentado, plasmados en una carta escrita por ella antes del accidente mortal de Par¨ªs, en agosto de 1997. Las revelaciones se han ido sucediendo durante toda la semana, dando sonoros bofetones a todos menos a la reina, que de momento parece quedar a salvo de las indiscreciones del mayordomo. En una carta escrita tambi¨¦n poco antes de morir, la princesa Diana agradece ir¨®nicamente a Carlos que "durante 15 a?os el sistema me haya demolido, magullado y haya abusado mentalmente de m¨ª". "Gracias por ese infierno y por darme la oportunidad de aprender de las crueles cosas que has hecho por m¨ª".
En otra, su hermano, el conde Spencer, pone en duda su estado mental. Y en otra, su suegro, el pr¨ªncipe Felipe de Edimburgo, reniega tanto de los amor¨ªos de Carlos como de Diana, pero confiesa que "nunca hubiera imaginado que nadie en su sano juicio te deje a ti por Camila", la amante de Carlos desde siempre y su actual compa?era sentimental.
La catarata de revelaciones ha cogido con el paso cambiado a la casa real, que no tuvo noticias de la existencia del libro hasta hace unos d¨ªas y a la que la editorial le ha negado la copia que hab¨ªa exigido. Los asesores de los Windsor quisieron primero evitar la publicaci¨®n del libro ampar¨¢ndose en que Paul Burrell hab¨ªa quebrantado los derechos de autor al publicar cartas privadas. Pero en el libro s¨®lo se revelan fragmentos de las cartas, precisamente para evitar ese problema legal. La segunda opci¨®n, apelar a la promesa de guardar silencio que firman todos los empleados de la casa real, se mueve tambi¨¦n por un terreno movedizo porque el mayordomo nunca firm¨® ese compromiso cuando trabaj¨® para Diana desde que ¨¦sta se separ¨® de Carlos.
Los Windsor han desistido de impedir la publicaci¨®n del libro. Pero Guillermo y Enrique, los hijos de Carlos y Diana, han apelado a los sentimientos para pedir al antiguo mayordomo que deje de desvelar sus secretos personales y parecen dispuestos a entrevistarse con ¨¦l. Dicen los expertos que lo que de verdad buscan es evitar que pronto aparezca un segundo libro del mayordomo. Burrell, del que se dice que ha hecho todo esto por venganza, por dinero y porque le encanta la vida de los famosos, ha contestado fr¨ªamente a los pr¨ªncipes: "Cuando el caso contra m¨ª se vino abajo el a?o pasado, nadie de la familia real contact¨® conmigo o dijo que sent¨ªa el innecesario calvario al que fuimos sometidos yo mismo, mi mujer y mis hijos".
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