La condena de Alain Jupp¨¦ por corrupci¨®n provoca un se¨ªsmo en la derecha francesa
El delf¨ªn de Chirac apelar¨¢ la sentencia que le proh¨ªbe presentarse a las elecciones en 10 a?os
La mayor¨ªa pol¨ªtica sobre la que se sostiene Jacques Chirac sufri¨® ayer un rudo golpe con la condena judicial de su delf¨ªn, Alain Jupp¨¦, a 18 meses de c¨¢rcel -sin obligaci¨®n de cumplimiento- y prohibici¨®n de ocupar cargos electivos durante 10 a?os, por financiaci¨®n ilegal del partido neogaullista RPR. Jupp¨¦ hab¨ªa anunciado su salida de la vida pol¨ªtica si esto llegaba a ocurrir, pero su abogado afirm¨® que apelar¨¢ la sentencia, lo cual le permite continuar de alcalde de Burdeos y diputado. Su situaci¨®n se deteriora como presidente del partido en el poder, la Uni¨®n por la Mayor¨ªa Popular (UMP), y afecta a la estrategia de Chirac, que contaba con ¨¦l como posible sucesor en la presidencia de Francia.
El tribunal considera que Alain Jupp¨¦, en su doble calidad de secretario general del RPR y concejal de finanzas del Ayuntamiento de Par¨ªs, cubri¨® la remuneraci¨®n de siete empleados del partido pol¨ªtico con cargo a los fondos municipales, y le declara culpable del delito de "apoderamiento ilegal de inter¨¦s". Hay una amenaza larvada para el propio Chirac, porque los jueces dicen que Jupp¨¦ "estaba subordinado directamente al presidente del movimiento", es decir, a Chirac.
Jacques Chirac presidi¨® el RPR entre 1976 y 1994, y fue alcalde de Par¨ªs de 1977 a 1995. A lo largo de la investigaci¨®n apareci¨® una carta firmada por Chirac en la que se recomendaba a los servicios municipales la promoci¨®n de una persona que trabajaba como "liberada" del RPR. La instrucci¨®n de este detalle se detuvo porque el jefe del Estado, que goza de inmunidad, no puede ser convocado por magistrado alguno mientras siga en el cargo. Pero el periodo de prescripci¨®n del hecho tambi¨¦n ha sido suspendido hasta que deje de serlo.
Calendario pol¨ªtico
M¨¢s all¨¢ de tal posibilidad t¨¦cnica, los efectos pol¨ªticos son m¨¢s contundentes. Para lograr que un tribunal de apelaci¨®n invalide el fallo, Jupp¨¦, que tiene 58 a?os, habr¨¢ de vivir los pr¨®ximos meses con la espada de Damocles sobre su cabeza y necesitar¨¢ no s¨®lo abogados, sino una gran movilizaci¨®n pol¨ªtica y medi¨¢tica. Entre tanto, el calendario pol¨ªtico no espera: est¨¢n previstas unas elecciones regionales para marzo y un congreso de la UMP en octubre, con la izquierda intentando recuperarse de su derrota de 2002 y una extrema derecha tan robusta como entonces.
La sentencia no s¨®lo es penalmente dura, sino que los jueces atacan todo el sistema de financiaci¨®n ilegal del neogaullismo -varios ex tesoreros del partido y empresarios han sido condenados tambi¨¦n- y desacreditan al pol¨ªtico que de momento lo encarna, que es Jupp¨¦. La discusi¨®n sobre la influencia de los jueces en la vida pol¨ªtica y en las elecciones se reavivar¨¢, as¨ª como la explicaci¨®n de que esta sentencia refleja las espantosas relaciones del Ejecutivo con un sector de la magistratura, que se desga?ita denunciando "liberticidios" a medida que la derecha promulga leyes que ampl¨ªan los poderes de polic¨ªas y fiscales, en detrimento de los jueces y del derecho de defensa. De la presidenta del tribunal, Catherine Pierce, de 56 a?os, s¨®lo se comentaba ayer, en los pasillos del tribunal, que no tiene fama de "izquierdista".
La sentencia considera "insoportable para el cuerpo social" y "contraria a la voluntad general" la actuaci¨®n de Alain Jupp¨¦ cuando, "investido de un mandato electivo", traicion¨® "la confianza del pueblo soberano". La descalificaci¨®n del condenado es rotunda: "Los valores de la Rep¨²blica y los valores del servicio p¨²blico constituyen el coraz¨®n de la ense?anza dispensada en las grandes escuelas de la Rep¨²blica (...). Alain Jupp¨¦ fue precisamente formado en ellas", argumentan los jueces. Este ¨²ltimo, que asisti¨® a la lectura del fallo en el edificio del Tribunal de Nanterre (al oeste de Par¨ªs), se ha tomado el fin de semana para reflexionar antes de pronunciarse.
Iron¨ªas de la historia: Alain Jupp¨¦ es v¨ªctima de una legislaci¨®n promovida por un Gobierno conservador que pretendi¨® marcar la diferencia con anteriores esc¨¢ndalos de la izquierda. Una condena por corrupci¨®n o financiaci¨®n ilegal implica que el sentenciado sea borrado de las listas electorales durante un tiempo -cinco a?os en el caso de Jupp¨¦- e inhabilitado para todo cargo electivo por el doble de tiempo. El ahora condenado, que formaba parte de aquel Gobierno "moralizador", es v¨ªctima de la legislaci¨®n promovida por aquel. Jupp¨¦ se convirti¨® en 1995 en el primer ministro de Chirac, pero cay¨® en 1997, a causa de unas elecciones anticipadas decididas por el presidente y ganadas por la izquierda.
Antes que Alain Jupp¨¦, el socialista Henri Emmanuelli fue condenado en 1996 a la misma pena de c¨¢rcel y a dos a?os de inelegibilidad por financiaci¨®n ilegal del Partido Socialista, lo cual le oblig¨® a dejar el esca?o de diputado, pero fue reelegido cuando termin¨® el periodo en que se vio privado de derechos c¨ªvicos. El ultraderechista Jean-Marie Le Pen perdi¨® un esca?o del Parlamento Europeo al ser condenado por agresi¨®n a una diputada regional, lo cual no le ha impedido seguir en la pol¨ªtica. Sin embargo, el ex ministro Bernard Tapie no ha vuelto a la vida p¨²blica despu¨¦s de haber sido condenado por complicidad en un caso de corrupci¨®n y soborno de testigo.

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