P¨¢jaros de carretera

"Ellas pensar¨¢n que lo que hay que hacer es mover la autopista de sitio, porque esta es su casa". Ellas son los cientos de gaviotas, garzas reales y cig¨¹e?as que viven en el vertedero del kil¨®metro 37 de la A-92 a menos de diez metros del asfalto; y quien habla es uno de los operarios que trabaja all¨ª desde hace 17 a?os, desde que la mancomunidad sevillana de Casariche, Estepa, Gilena, Marchena, Herrera, Paradas y Puebla de Cazalla abri¨® el basurero. Dice que es raro que las aves causen problemas con los coches y camiones que utilizan cada d¨ªa la A-92.

Pero a apenas un kil¨®metro del vertedero no se opina lo mismo. Uno de los camareros del restaurante Los Cazaores cuenta que una cig¨¹e?a se le atraves¨® en la carretera y tuvo que frenar bruscamente. "Son un verdadero problema".

Hace unos d¨ªas, Juan de Dios Morales no tuvo tanta suerte y uno de los p¨¢jaros no calcul¨® bien las distancias. Se estrell¨® contra su coche y le destroz¨® un retrovisor. "Pudo ser peor, me podr¨ªa haber dado en el parabrisas..."

Cuando llegan los camiones con la basura al vertedero, los p¨¢jaros levantan el vuelo y cruzan la carretera. Pero ?qu¨¦ hay al otro lado? Al otro lado de la carretera est¨¢ Manuel S¨¢nchez Vega. Manuel lleg¨® mucho antes que las gaviotas, las garzas, el vertedero y la autov¨ªa. "Llevo aqu¨ª desde que nac¨ª en 1940". Es agricultor y tiene una casa y una peque?a parcela junto a la calzada. "Cuando se pone la tarde, todo el campo se llena de p¨¢jaros", cuenta. "Se suben incluso a los tejados". Manuel levanta la mano, se?ala el vertedero y contin¨²a: "llegan tantas que nublan el sol".

Para este agricultor los problemas con los autom¨®viles surgen cuando los p¨¢jaros que cruzan desde el vertedero se desorientan y chocan contra los cables del tendido el¨¦ctrico. "Algunas aves aparecen muertas en la carretera".

Emilio Pozo Jim¨¦nez, el alcalde de La Puebla de Cazalla -una de las localidades que utiliza el vertedero habitualmente-, afirma que no ha recibido quejas de ning¨²n conductor; al igual que la Polic¨ªa Local de este municipio situado a ocho kil¨®metros del basurero. La Guardia Civil reconoce que hay "una barbaridad de p¨¢jaros", pero no han atendido ning¨²n caso de accidente grave por este motivo.

Pero el camarero del restaurante Los Cazaores cuenta que a su establecimiento han llegado conductores que hab¨ªan chocado con alguno: "Nos ense?an los cristales rotos de los coches".

Este problema con las aves parece que aumentar¨¢ en los pr¨®ximos meses. Uno de los operarios del vertedero cuenta que el n¨²mero de aves crece cuando llega la ¨¦poca de migraci¨®n de las cig¨¹e?as. Mientras, algunas de sus cong¨¦neres les esperan en el basurero en el que han se han establecido.