La flor m¨¢s grande del mundo resulta ser pariente de la violeta
Tras m¨¢s de 180 a?os de interrogantes, unos cient¨ªficos aseguran que han resuelto el misterio del origen evolutivo de las plantas que producen las flores de mayor tama?o entre las existentes. Los investigadores dicen que la llamativa raflesia, cuyas flores pueden medir m¨¢s de un metro de di¨¢metro y que, seg¨²n dej¨® escrito el explorador sueco Eric Mjoberg, tienen "un penetrante olor m¨¢s repulsivo que un cad¨¢ver de b¨²falo en avanzado estado de descomposici¨®n", surgieron en realidad de un grupo de plantas que incluye la violeta, la flor de pascua y la pasiflora.
"Es una sorpresa total", ha comentado Todd Barkman, de la Universidad Western Michigan, que ha dirigido el estudio, publicado en Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. "Algunos cre¨ªan que la raflesia estaba relacionada con algunas otras plantas cuyas flores son grandes y huelen mal, pero nadie hab¨ªa sabido hasta ahora c¨®mo clasificarla".
Perplejidad
John Beaman, especialista estadounidense en estas plantas, reconoce que durante los 20 a?os que lleva estudi¨¢ndolas ha estado sumido en la perplejidad respecto a su filiaci¨®n evolutiva. Para empezar, son verdaderamente extra?as. No s¨®lo producen grandes flores malolientes sino que son tambi¨¦n par¨¢sitas. No tienen hojas y tampoco tejido verde que pueda aprovechar la luz del sol para producir su propio alimento a trav¨¦s de la fotos¨ªntesis. En vez de eso, en su hogar en los bosques tropicales del sudeste asi¨¢tico, la raflesia vive de entrelazarse con otra planta relacionada con la vid.
Las flores, descubri¨® Beaman en los a?os ochenta, son polinizadas por moscas que se nutren de carro?a, y de ah¨ª el mal olor como factor de atracci¨®n.
Incluso la biolog¨ªa molecular moderna pareci¨® servir de poco cuando se intent¨® aplicar a la raflexia. El genoma no proporcion¨® apenas material comparativo con otras plantas. Dado que no realiza fotos¨ªntesis, los genes para esta funci¨®n se hab¨ªan perdido o hab¨ªan cambiado tanto que no serv¨ªan como comparaci¨®n con los de otras plantas. Sin embargo, Barkman y su equipo consiguieron encontrar un gen en el ADN mitocondrial de la raflesia que no hab¨ªa sufrido cambios a lo largo de la evoluci¨®n y con este dato han sugerido que estas plantas pertenecen al g¨¦nero de las malpighias. Despu¨¦s de estudiar m¨¢s de 90 especies de plantas, no hallaron ninguna relaci¨®n estrecha de la raflesia con uno de sus parientes propuestos, una especie par¨¢sita curiosa de la misma zona, llamada Mitrastema. Esta planta ha resultado estar emparentada con los ar¨¢ndanos.
Seg¨²n Barkman, la evoluci¨®n de las grandes flores de la raflesia es especialmente interesante, dado que la flor de mayor tama?o del resto de las malphigias no mide m¨¢s de 10 cent¨ªmetros de di¨¢metro. Aunque las flores est¨¢n bastante estudiadas, el resto de la planta, que semeja a un hongo que invade los tejidos del hu¨¦sped que parasita es todav¨ªa misterioso.
Mientras tanto, a medida que desaparecen las selvas tropicales que son el hogar de la raflesia, est¨¢ disminuyendo alarmantemente su n¨²mero. Existen unas 20 especies de raflexia y algunas de ellas "est¨¢n pr¨¢cticamente extinguidas a todos los efectos", seg¨²n Barkman. Adem¨¢s, las flores no se reproducen f¨¢cilmente. De 10 capullos s¨®lo florecen uno o dos, y eso al cabo de un a?o.
Hay flores masculinas y flores femeninas y debe florecer una de cada tipo al mismo tiempo y a corta distancia la una de la otra para que se produzcan semillas, algo que Barkman no ha podido ver nunca a lo largo de los cinco a?os en que las ha estudiado.
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