Enfrentamiento moral
La Junta ha marcado distancias con el Gobierno con medidas sociales poco costosas y de gran repercusi¨®n medi¨¢tica
El candidato de IU a la presidencia de la Junta, Diego Valderas, bas¨® en la pol¨ªtica social buena parte de los reproches que dirigi¨® al candidato socialista, Manuel Chaves, durante el debate electoral que tuvo lugar en la tarde del jueves en Canal Sur TV. A las cr¨ªticas de Valderas, que lament¨® que la mayor parte de las nuevas plazas de residencias de mayores o de guarder¨ªa se concertaran con el sector privado, Chaves repuso que el 60% del presupuesto auton¨®mico se destina a las ¨¢reas de educaci¨®n, salud y asuntos sociales. A esa respuesta e importante volumen de recursos, el presidente de la Junta puede a?adir adem¨¢s un pu?ado de medidas que le han permitido, con una importante repercusi¨®n medi¨¢tica, marcar distancias con el PP en el terreno social, e incluso, moral.
La Administraci¨®n central ha dise?ado una ley para frenar las pagas a pensionistas
El 'medicamentazo' fue la primera piedra de toque del Ejecutivo andaluz
El Partido Popular ha tildado de modo reiterado como "demagogia" las medidas aprobadas por Chaves para sufragar las medicinas que excluy¨® el Gobierno central de la financiaci¨®n p¨²blica en 1999 o completar las pensiones m¨¢s bajas. Pero, con estas iniciativas, poco costosas en la mayor parte de los casos, la Junta ha obligado a la Administraci¨®n central a tomar posici¨®n en cuestiones en las que hab¨ªa evitado pronunciarse. En unos casos para bloquear las decisiones andaluzas y, en otros, para incorporarlas.
- Las medicinas excluidas. El medicamentazo fue la primera piedra de toque para la estrategia andaluza de asumir iniciativas sociales en conflicto con las decisiones del Gobierno central. La Junta decidi¨® asumir el coste de 864 f¨¢rmacos que el Ministerio de Sanidad sac¨® de la financiaci¨®n p¨²blica como una medida para atajar el desbocado incremento de la factura farmac¨¦utica. El Ejecutivo andaluz repuso que los medicamentos, de bajo uso, eran utilizados preferentemente por ancianos y enfermos cr¨®nicos, y argument¨® que la decisi¨®n del Ministerio no tendr¨ªa una incidencia apreciable en la reducci¨®n de la factura farmac¨¦utica. S¨®lo Navarra adopt¨® una iniciativa similar, que el Gobierno amag¨® con recurrir y que, el primer a?o, cost¨® a la Junta unos 18 millones de euros.
- El pulso de las pensiones. Entre las iniciativas sociales que han puesto a Andaluc¨ªa en el mapa pol¨ªtico y medi¨¢tico nacional, destaca sobre todas las decisiones de complementar las pensiones peor dotadas. El conflicto se inici¨® en 1998 cuando la Junta decidi¨® incrementar las pensiones no contributivas de 1999 (las que reciben los que no han llegado a cotizar cinco a?os) con una paga de 56,3 euros a unos 100.000 andaluces. Un movimiento que motiv¨® una reacci¨®n en cadena en otras comunidades y el recurso inmediato del Gobierno al Constitucional. El respaldo del Tribunal a la competencia de la Junta para aprobar este tipo de complementos, llev¨® al Ejecutivo andaluz a destinar 8,1 millones para completar de nuevo las pensiones no contributivas de 2003. Para 2004, Chaves intensific¨® el envite: aprob¨® destinar 42 millones para completar pensiones no contributivas, asistenciales (una acci¨®n nunca recurrida por el Gobierno central) y las m¨ªnimas de viudedad. Y lo hizo apenas unos d¨ªas antes de que el Gobierno aprobara una ley dise?ada a prop¨®sito para impedir que las comunidades aut¨®nomas mejoren por su cuenta las pensiones. La Administraci¨®n central ya ha enviado un requerimiento a la Junta, el paso previo para un nuevo recurso al Constitucional, pero el dinero ya se ha destinado a los pensionistas.
- Investigaci¨®n a la fuerza. El Ejecutivo andaluz dio un golpe de mano a finales de 2002 al poner a disposici¨®n del cient¨ªfico valenciano Bernat Soria los embriones humanos congelados en las cl¨ªnicas andaluzas de reproducci¨®n asistida. La Junta desbloque¨® as¨ª el veto del Gobierno a Soria para que experimentara con c¨¦lulas madre embrionarias para crear tejidos dentro de su proyecto de investigaci¨®n contra la diabetes, un proyecto puntero en el mundo cient¨ªfico. El veto hab¨ªa obligado al cient¨ªfico a trasladar sus trabajos a Asia. A?o y medio despu¨¦s, el proyecto andaluz no ha arrancado pero, tras un intenso debate moral sobre la investigaci¨®n con c¨¦lulas embrionarias, el Ministerio de Sanidad se vio obligado a crear hace menos de dos meses un centro estatal que aprobar¨¢ y supervisar¨¢ las iniciativas auton¨®micas.
- El tabaco, a juicio. La Junta se convirti¨® en marzo de 2002 en la primera administraci¨®n europea en demandar a la industria tabaquera por el gasto sanitario que ha tenido que afrontar para atender a 300 pacientes afectados por tabaquismo. El Ejecutivo andaluz reclama una indemnizaci¨®n de 1,7 millones de euros y, sobre todo, abrir la v¨ªa a otras reclamaciones de administraciones y afectados. La Consejer¨ªa de Salud ofreci¨® al Gobierno que se sumase a la demanda contra las seis principales tabacaleras, oferta que el Ejecutivo central desde?¨®. El juicio, con una amplia repercusi¨®n en medios nacionales e internacionales, ha dado un brusco giro ante la exigencia del instructor de que la Administraci¨®n andaluza ampl¨ªe la demanda al Estado por su antiguo control de Altadis, la empresa que surgi¨® de la privatizaci¨®n de Tabacalera.
- Cambio de sexo gratuito. Andaluc¨ªa se convirti¨® en 2000 en la primera comunidad en costear las operaciones de cambio de sexo, una demanda hist¨®rica del colectivo de transexuales, siempre recibida con buenas palabras por los partidos pol¨ªticos, incluido el PP, pero nunca lleva a la pr¨¢ctica. Desde entonces, el hospital malague?o Carlos Haya, ha realizado unas 400 operaciones, con un coste medio de 1.500 euros, en algunos caso derivadas de Extremadura, que tambi¨¦n ha decidido asignar dinero p¨²blico para estas operaciones. En el resto del sistema sanitario, la Seguridad Social s¨®lo asume las distrofias f¨ªsicas, mientras el Servicio Andaluz de Salud considera el transexualismo una patolog¨ªa.
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