Zapping

Crisis hormonal

Las pausas publicitarias son cada vez m¨¢s largas. La prueba: durante un corte de ¨¦sos tuve tiempo de hacerme un huevo frito, com¨¦rmelo, fregar los platos y, cuando regres¨¦, todav¨ªa vi un par de anuncios. La situaci¨®n me record¨® aquel comentario de Laurent Ruquier: "La publicidad en televisi¨®n: hace unos a?os, te permit¨ªa ir a mear; hoy es un s¨ªntoma de aut¨¦ntica incontinencia".

A m¨¢quina

Juan Cruz estuvo en Lo m¨¢s + y no le son¨® el m¨®vil. ?ste ser¨ªa el titular de la noticia. Su milagrosa agenda le dej¨® tiempo para acudir al programa. Digo milagrosa porque, adem¨¢s, presenta un programa en Localia, es tertuliano en Tele 5 y en la cadena SER, columnista en peri¨®dicos y revistas, edita y asesora distintos proyectos literarios, es autor de un considerable n¨²mero de libros y analista de chistes malos en el semanario El Virus Mutante, en el que destacan, adem¨¢s del humor de Ballesta, el transg¨¦nico talento de Mar¨ªa Colino.

Convivencia

Para promocionar su libro, Cruz dijo algo que resume el alma de la autoficci¨®n: "Todo lo que digo en el libro es cierto, excepto alguna cosa que est¨¢ inventada y que tambi¨¦n es cierta". Lo que ocurre en la televisi¨®n, ?es cierto o inventado? Los testimonios de los ni?os que emigraron a Rusia despu¨¦s de la guerra y que vimos en Documentos TV tienen una dimensi¨®n aut¨¦ntica. El anuncio de Marina d'Or, en cambio, parece m¨¢s un plat¨® de gala veraniega que una ciudad de vacaciones. ?Y la casa de La casa de tu vida, es de verdad o de mentira? La pareja gay del concurso demuestra que las parejas homosexuales pueden ser tan cursis, quisquillosas o insoportables como las heterosexuales. Y no s¨®lo las parejas tienen problemas de convivencia. La familia de Los Serrano atraviesa por una fase hormonal que afecta a casi todos sus miembros, un fen¨®meno parecido al que sufren los inquilinos de la escalera de Aqu¨ª no hay quien viva.

Vida y muerte

En Frasier, que se repone en abierto en Canal +, la convivencia tambi¨¦n est¨¢ en crisis. Volvemos a disfrutar de las debilidades del doctor Crane, un tipo inteligente, mezquino y mis¨¢ntropo, dechado de defectos y protagonista de una serie excepcional. El mi¨¦rcoles, Frasier discuti¨® con su padre y el tono fue subiendo peligrosamente. Parec¨ªa que iban a matarse, pero son¨® una campana y el padre le dijo a su hijo: "Luego te lo cuento, ahora empieza mi programa". En seg¨²n qu¨¦ situaciones, pues, la televisi¨®n pacifica. La idea iniciada por La casa de tu vida tiene posibilidades. Por ahora, el pathos radica en el esfuerzo por conseguir un techo para vivir. Pero viendo el perfil de algunos concursantes y de sus familiares, sus modales y vestimentas, sus tatuajes y vocabulario, sus rabietas y sermones, no ser¨ªa mala idea hacer un La casa de tu muerte, en el que sombr¨ªos aficionados construir¨ªan sus propias tumbas, nichos y mausoleos.