La novela como conciencia hist¨®rica y moral
Cuando Jorge Guill¨¦n, lucid¨ªsimo poeta de la generaci¨®n del 27, autor de C¨¢ntico, escuchaba de boca de los nuevos profetas sectarios de las letras que la prosa de Gald¨®s era "garbancera", respond¨ªa: "Es una cr¨ªtica injusta con dos cosas: con Gald¨®s y con los garbanzos".
Lo cont¨® ayer su hijo Claudio, que dirige la colecci¨®n de la Biblioteca de Literatura Universal (BLU), despu¨¦s de que Jos¨¦ Carlos Mainer, que asegura haberse divertido mucho recopilando junto a Juan Carlos Ara Torralba los textos de Gald¨®s que componen Prosa cr¨ªtica, recordara a quienes han defendido la huella del gran novelista en la historia de la literatura universal. Claudio Guill¨¦n se uni¨® al club con un halago incondicional al autor de Tristana y El amigo Manso. "Debemos ser justos con Gald¨®s por ser un hombre que construye la novela como conciencia hist¨®rica y moral. Encarna la entrega de una persona a su tiempo", afirm¨® Guill¨¦n.
"Gald¨®s entiende como nadie que el pasado gravita sobre el presente y la fluencia del tiempo en cada ¨¦poca", agrega Guill¨¦n. ?l trata de convertir su obra en espejo de su tiempo: ¨¦se es un logro fundamental en su trabajo. Lo persigue desde el principio de su carrera, cuando afirma que "la novela de verdad nos est¨¢ vedada en Espa?a", y se pone manos a la obra para enmendar el roto. "Conoce como nadie la importancia que adquiere la novela en su ¨¦poca y retrata la clase media -esa aglomeraci¨®n de gentes de la clase inferior y superior, seg¨²n la define el propio Gald¨®s-, a la que considera la clave de la historia de Espa?a del futuro en una ¨¦poca de descomposici¨®n de las jerarqu¨ªas sociales", cuenta Guill¨¦n.
Fue autor m¨¢s que prol¨ªfico, buscador incansable, que no se arrugaba a la hora de hacerse pasar por m¨¦dico para acceder a las barriadas m¨¢s marginales y fotocopiar en su mente las caras de la miseria para plasmar todas las facciones de la vida, pero tambi¨¦n fue fil¨®sofo y psic¨®logo a gran escala, explorador de los conflictos ¨¦ticos del mundo en que le toc¨® vivir: "Pose¨ªa una singular integridad moral. Como los grandes novelistas rusos, tambi¨¦n ten¨ªa un o¨ªdo may¨²sculo para estar al tanto de los matices de los dilemas morales. Es algo para lo que se revela como sublime", concluye Guill¨¦n.
Babelia
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