Prostitutas
El Pa¨ªs Madrid, 9 de julio de 2004 : "La concejal (Ana Botella) se mostr¨® sorprendida por la concentraci¨®n de Hetaira (colectivo para la defensa de los derechos de las trabajadoras del sexo), al entender que equival¨ªa a estar de acuerdo 'con el negocio de la prostituci¨®n".
Pues s¨ª, se?ora, hay mucha gente que est¨¢ de acuerdo.
La concentraci¨®n de "trabajadoras del sexo" ante el Ayuntamiento deber¨ªa haberle dado una pista a la se?ora concejal en el sentido de que realmente existen mujeres que, con orgullo, eligen ser putas.
Tambi¨¦n estoy de acuerdo con perseguir cualquier actividad que utilice a las personas contra su voluntad.
Es necesario facilitar alternativas a las mujeres (y hombres) que se han visto obligadas, brindarles protecci¨®n especial ante proxenetas, mafias o cualquier tipo de canalla, y disponer de apoyo humano y psicol¨®gico hasta que puedan rehacer sus vidas de la manera que elijan.
Para ello hay que reconocer a las v¨ªctimas y actuar con prudencia, ya que con actuaciones policiales s¨®lo se consigue asustarlas y que busquen protecci¨®n en los proxenetas, reforzando, as¨ª, su poder sobre ellas.
Pero esto sucede igualmente con las mujeres que optan libremente por la prostituci¨®n como forma de ganarse la vida. Su situaci¨®n de ilegalidad las priva de su dignidad y sus derechos, dej¨¢ndolas a merced de cualquier desaprensivo.
Si la prostituci¨®n fuera legal no existir¨ªa el proxeneta.
?Qu¨¦ mal hay en un acuerdo tomado libremente por ambas partes? Y son muchas las prostitutas porque son muchos los clientes; que debieran manifestarse con ellas como leal muestra de apoyo c¨®mplice.
No lo hacemos.
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