Razones contra un tab¨²

Lo ¨²nico que no le gusta a Bernat Soria de la clonaci¨®n terap¨¦utica es el nombre. Por lo dem¨¢s, esta t¨¦cnica todav¨ªa no ensayada en humanos le parece al cient¨ªfico demasiado valiosa para dejarla aparcada sin raz¨®n. Los argumentos en contra proceden fundamentalmente de los sectores pr¨®ximos a la Iglesia cat¨®lica, que creen que un ¨®vulo fecundado es un ser humano de pleno derecho, y Soria est¨¢ convencido de que esos argumentos son un completo error. El jueves pasado expuso los suyos en la sede de EL PA?S, donde imparti¨® dos clases de los cursos de formaci¨®n continua de este diario.

Soria, director del Instituto de Bioingenier¨ªa de la Universidad Miguel Hern¨¢ndez, y l¨ªder cient¨ªfico del proyecto de medicina regenerativa impulsado por la Junta de Andaluc¨ªa, considera que la clonaci¨®n terap¨¦utica deber¨ªa llamarse "transferencia nuclear con fines terap¨¦uticos", que es la t¨¦cnica que se usa para clonar, pero tambi¨¦n para otros objetivos de gran importancia en la investigaci¨®n biom¨¦dica. El cient¨ªfico cit¨® tres.

El primero, y el m¨¢s conocido, es la terapia celular, o sustituci¨®n de los tejidos enfermos o da?ados por otros cultivados en el laboratorio. El mejor ejemplo son los trasplantes de m¨¦dula ¨®sea, que sirven para el tratamiento de la leucemia y otras enfermedades muy graves. Ahora se hacen con m¨¦dula de donantes, pero ello obliga al receptor a medicarse el resto de su vida con f¨¢rmacos inmunosupresores. Esos medicamentos atenuan el rechazo inmunol¨®gico, pero tambi¨¦n bajan las defensas y tienen efectos secundarios.

"Encontrar un donante totalmente compatible es casi imposible, porque hay m¨¢s de 300.000 tipos de compatibilidad distintos", explica Soria. La clonaci¨®n terap¨¦utica (o mejor, la transferencia nuclear) resolver¨ªa el problema: podr¨ªa tomarse una c¨¦lula de la piel del paciente, extraerle el n¨²cleo (que contiene el genoma completo) e introducirlo en un ¨®vulo privado de su propio n¨²cleo. El embri¨®n resultante, que s¨®lo se desarrolla una o dos semanas, sirve como fuente de c¨¦lulas madre, y ¨¦stas podr¨¢n transformarse en m¨¦dula ¨®sea y trasplantarse al paciente. La compatibilidad es total.

El segundo argumento es que la transferencia nuclear es una herramienta de enorme valor para el estudio del c¨¢ncer. Muchos c¨¢nceres no se deben a que los genes hayan mutado, sino a que se han inactivado por factores externos al ADN (llamados epigen¨¦ticos). Una de las t¨¦cnicas m¨¢s poderosas para estudiar este fen¨®meno es tomar el n¨²cleo de una c¨¦lula cancerosa e introducirlo en un ¨®vulo. Nuevamente, no se trata de clonar a nadie, sino de obtener informaci¨®n crucial sobre las causas de los distintos c¨¢nceres.

El tercer argumento es que la transferencia nuclear, y la posterior obtenci¨®n de c¨¦lulas madre, ser¨ªa una valiosa herramienta para estudiar aspectos muy b¨¢sicos de la biolog¨ªa humana. Muchos experimentos que no se pueden hacer en una persona podr¨ªan hacerse en las c¨¦lulas madre, incluida buena parte de los ensayos de nuevos medicamentos, y de los efectos que un f¨¢rmaco tiene sobre personas de distinta composici¨®n gen¨¦tica.

Soria refut¨® todas las objeciones cat¨®licas a la transferencia nuclear. Un embri¨®n de dos semanas es una pelota de c¨¦lulas sin el m¨¢s m¨ªnimo vestigio de un sistema nervioso, no digamos de un cerebro. Incluso en condiciones naturales, el 75% de estos embriones se pierden en el ¨²tero. Y ni siquiera es cierto que la fecundaci¨®n de un ¨®vulo produzca un genoma humano, y por tanto una persona en proyecto: el ¨®vulo fecundado tiene un genoma y medio. Una c¨¦lula de la piel s¨ª tiene un genoma completo, y las matamos por miles cada vez que nos rascamos.