Un cuarto de consenso

El consenso preside los trabajos de la ponencia que reforma el Estatuto catal¨¢n desde que iniciara sus reuniones en febrero. Cierto es que los grupos parlamentarios han decidido aparcar sus diferencias en una generosa primera lectura, pero tampoco falta a la verdad decir que esas observaciones han sido muy pocas para un asunto de esa envergadura. Hasta ahora tres de los 11 t¨ªtulos -diez m¨¢s el preliminar- han obtenido luz verde, es decir, algo m¨¢s de la cuarta parte.

Una base de consenso estaba asegurada entre las tres formaciones que dan su apoyo al Gobierno tripartito catal¨¢n: socialistas, republicanos y ecosocialistas. A ellos se les sumaron, no sin algunas reticencias, los nacionalistas de Converg¨¨ncia i Uni¨®. Los ¨²ltimos en subirse al tren de la reforma estatutaria fueron los populares.

El Estatuto requerir¨¢ modificar una veintena de leyes org¨¢nicas

El PP esper¨® a que el veredicto de las urnas le apeara del poder, el 14-M, para decidir sumarse a la ponencia. El l¨ªder popular catal¨¢n Josep Piqu¨¦ hab¨ªa dado garant¨ªas al consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, de que se unir¨ªa a los trabajos de los restantes grupos. El PP no pod¨ªa quedarse en tierra en una reforma que, por poco simp¨¢tica que les resulte, se desarrolla dentro de la ortodoxia constitucional. Pero hab¨ªa que esperar a las elecciones generales para que no surgieran fricciones con la direcci¨®n nacional del partido ni se generaran malos entendidos con un electorado que se muestra esquivo en Catalu?a, donde el PP es la cuarta fuerza pol¨ªtica.

En mayo, los populares se sumaron a la ponencia parlamentaria y en julio ya saltaba la primera sorpresa: el PP no hizo observaciones a que en el ¨ªndice de materias se incluyera la expresi¨®n "naci¨®n catalana". En esa misma sesi¨®n se obvi¨® el t¨¦rmino "Agencia Tributaria" y se emple¨® el m¨¢s gen¨¦rico de "Administraci¨®n Tributaria", que hiere menos susceptibilidades. Adem¨¢s del ¨ªndice de materias, tambi¨¦n obtuvo luz verde el t¨ªtulo dedicado a las relaciones exteriores de la Generalitat. El PP hizo hincapi¨¦ en que la inclusi¨®n de "naci¨®n catalana" no supon¨ªa la aceptaci¨®n plena del t¨¦rmino. Con ello quisieron enviar una se?al de que ellos no ser¨ªan los culpables de que los trabajos se fueran a pique.

En septiembre lleg¨® el primer conato de divisi¨®n cuando CiU quiso introducir la inclusi¨®n de la autodeterminaci¨®n en el texto estatutario. Los socios del tripartito y el PP se negaron a ello y acusaron a la federaci¨®n nacionalista de intentar dinamitar el proyecto. Los convergentes tuvieron que dar marcha atr¨¢s, pero siguieron buscando la complicidad de Esquerra en otros asuntos. Y la hallaron al plantear que la opini¨®n de la Generalitat sea vinculante para el Ejecutivo central cuando se aborden asuntos de competencia catalana en los nuevos tratados de la Uni¨®n Europea. El texto sugerido por el Instituto de Estudios Auton¨®micos -que nutre de documentos de trabajo a la ponencia con criterios de estricta legalidad- era que esa opini¨®n fuera vinculante en competencias espec¨ªficas: ¨²nicamente lengua y cultura. El Partit dels Socialistes, Iniciativa y Partido Popular expresaron su opini¨®n contraria a la de los nacionalistas y soberanistas. Y el asunto qued¨® aparcado para una segunda lectura.

?se fue el primer tropiezo que hall¨® la unanimidad en el seno de la ponencia. El segundo, de fecha reciente, se produjo el pasado 27 de octubre, cuando el PP expres¨® su oposici¨®n a que el texto estatutario incluyera el t¨¦rmino "plurinacionalidad". Este concepto, que surgi¨® en el curso del debate, se incorporar¨¢ probablemente en el t¨ªtulo preliminar.

Acci¨®n exterior de la Generalitat, participaci¨®n en la UE y relaciones con el Estado y las autonom¨ªas son los tres t¨ªtulos aprobados hasta el momento. A buen seguro quedan asuntos que provocar¨¢n arduos debates: muchos de los temas de discusi¨®n en la ponencia remiten a la modificaci¨®n de leyes org¨¢nicas. Hay quien dice que una veintena de disposiciones de estas caracter¨ªsticas deber¨ªan ser modificadas para aplicar en toda su profundidad el Estatuto. Pero queda mucho por recorrer.

El PP ser¨¢ probablemente el partido que m¨¢s objeciones ponga a la resultante final. Est¨¢ por ver, no obstante, si CiU contendr¨¢ su ¨ªmpetu nacionalista y superar¨¢ el complejo de verse en la oposici¨®n cuando Catalu?a se dota de un nuevo Estatuto. Pero hasta entonces, cuando finalice el periodo de sesiones el pr¨®ximo verano, queda un largo trecho. La ponencia deber¨¢ debatir el blindaje de las competencias de la Generalitat en unas 50 materias o t¨ªtulos nuevos como la seguridad. La traves¨ªa no estar¨¢ exenta de oleaje.

El Gobierno catal¨¢n ha decidido crear una comisi¨®n de expertos para abordar los asuntos m¨¢s peliagudos del proceso estatutario: la autodeterminaci¨®n, la definici¨®n de Catalu?a como naci¨®n y la consecuci¨®n de una financiaci¨®n auton¨®mica similar al concierto vasco. Para sustraer al Instituto de Estudios Auton¨®micos de los vaivenes pol¨ªticos de la negociaci¨®n pol¨ªtica se ha dado luz verde a esta comisi¨®n.

El punto que est¨¢ m¨¢s avanzado es el de la financiaci¨®n auton¨®mica, mientras que se optar¨¢ por "f¨®rmulas inteligentes" en palabras del consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, para dar cabida en el pre¨¢mbulo del Estatuto al espinoso asunto de la autodeterminaci¨®n. Probablemente los negociadores se decantar¨¢n por emplear la definici¨®n del t¨¦rmino, para evitar el choque con la Constituci¨®n.