Las tareas del jurado

Las sesiones del juicio que se inicia hoy en la Audiencia de Barcelona por el asesinato de dos mujeres se celebrar¨¢n siguiendo el gui¨®n que ha marcado el presidente del tribunal del jurado, el magistrado Gerard Thom¨¤s, en sesiones de ma?ana y tarde. Adem¨¢s de tratarse de un hecho poco frecuente en un juicio con jurado, el gui¨®n ha agrupado la declaraci¨®n de los testigos y los peritos para evitar la dispersi¨®n y el desconcierto entre el tribunal popular y evitar que se entremezclen las pruebas testificales y periciales de las acusaciones con las de las defensas.

As¨ª, despu¨¦s de la declaraci¨®n del acusado prevista para la tarde de hoy, lunes, el juicio continuar¨¢ la ma?ana del martes con la declaraci¨®n de los 77 testigos.

Para evitar que ocurra como sucedi¨® hace a?os en la Audiencia de Barcelona, cuando un tribunal cit¨® a declarar a 70 testigos a la misma hora, el magistrado Gerard Thom¨¤s ha agrupado a los testigos de este juicio en grupos de 12 personas que declarar¨¢n por la ma?ana o por la tarde durante tres d¨ªas consecutivos.

El viernes d¨ªa 12 se iniciar¨¢ la prueba pericial con el an¨¢lisis de las autopsias de las dos mujeres, los restos biol¨®gicos encontrados o las huellas halladas en una bolsa de basura junto a un cad¨¢ver.

Probablemente, el 16 de noviembre, los nueve miembros del jurado recibir¨¢n lo que t¨¦cnicamente se denomina el objeto del veredicto que no es otra cosa que las preguntas sobre las que se han de pronunciar y a partir de las cuales el delito cometido. Ese es probablemente el momento m¨¢s trascendente del juicio porque una redacci¨®n confusa y contradictoria de ese documento es lo que motiva la mayor¨ªa de las anulaciones de los juicios con jurado que despu¨¦s acuerdan los tribunales superiores de justicia o el Tribunal Supremo. Y cuando eso ocurre, la culpa es siempre del jurado y se reabre el debate sobre la necesidad de modificar la ley, en lugar de analizar tambi¨¦n cu¨¢l fue la actuaci¨®n del juez, del fiscal y de los abogados, que permitieron que se entregara un objeto del veredicto confuso.

Un ejemplo de lo que no deber¨ªa ser ocurri¨® en el juicio con jurado por el crimen del ecuatoriano Wilson Pacheco en aguas del Puerto de Barcelona, cuando el jurado recibi¨® un cuestionario con 75 preguntas, algunas de escasa relevancia jur¨ªdica.

En el juicio que empieza hoy parece muy poco probable que se repita una cosa as¨ª. La primera prueba de ello es el llamado auto de hechos justiciables, auto judicial dictado hace unos d¨ªas por Gerard Thom¨¤s en el que delimit¨® en 18 cuestiones los l¨ªmites y los matices del debate del juicio por el doble crimen de las mujeres.

Se da la circunstancia de que Thom¨¤s es un firme defensor de la figura del jurado y precisamente le ha tocado a ¨¦l presidir un juicio que muy pocos magistrados de la Audiencia de Barcelona hubiesen deseado afrontar. Oficialmente se trata de una cuesti¨®n de azar en las normas de reparto que se aplican en la oficina del jurado.