Lula trata de limpiar la c¨²pula militar de vestigios dictatoriales

Podr¨ªan darse lecturas diferentes a la dimisi¨®n presentada la semana pasada por el ministro de Defensa de Brasil, Jos¨¦ Viegas, un diplom¨¢tico de raza que ha dirigido las embajadas de Lima y Mosc¨². Viegas se enfrent¨® con la c¨²pula militar, a la que oblig¨® a retractarse de un comunicado en el que pr¨¢cticamente defend¨ªan las torturas cometidas durante las pasadas dictaduras. El presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva quiere aprovechar la ocasi¨®n para eliminar de las Fuerzas Armadas los vestigios de esos reg¨ªmenes.

Viegas, que seg¨²n la prensa nacional ser¨¢ el pr¨®ximo embajador brasile?o en Espa?a, prefiri¨®, tras el enfrentamiento con los militares, presentar su dimisi¨®n al presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva, que la acept¨® enseguida y puso la importante cartera de Defensa en manos del vicepresidente de la Rep¨²blica, el empresario Jos¨¦ Alencar. La decisi¨®n fue aplaudida por los militares.

Seg¨²n los analistas, Lula se sinti¨® muy molesto con la nota publicada por la c¨²pula militar, que lo hizo sin haber consultado antes con el Ministerio de Defensa. En ella los militares reaccionaban con dureza a unas fotos aparecidas en la prensa de presuntos torturados durante la dictadura, alegando que la poblaci¨®n brasile?a ped¨ªa en aquellos momentos mano dura para evitar la conquista del poder por parte de los comunistas. Ahora, todo hace pensar que Lula va a aprovechar el episodio para hacer una limpieza entre los militares de entonces a¨²n en activo. Para ello ha empezado sacrificando al ministro Viegas. Lula deseaba, primero, calmar los ¨¢nimos de los militares, para enseguida anunciar que podr¨ªan abrirse los archivos de la dictadura, cosa hasta ahora tab¨² en Brasil.

Relevo inminente

Al mismo tiempo, los medios de comunicaci¨®n hablan ya de un relevo inminente del comandante general del Ej¨¦rcito, Francisco Alburquerque, con quien se hab¨ªa enfrentado el ministro. De hecho, en la carta de dimisi¨®n enviada por Viegas a Lula, el ministro dice expl¨ªcitamente que la nota difundida por el Ej¨¦rcito, que despu¨¦s tuvo que retractarse, "representa la persistencia de un pensamiento autoritario ligado a la vieja y anacr¨®nica doctrina de la seguridad nacional, incompatible con la vigencia plena de la democracia y con el desarrollo de Brasil en el siglo XXI". Y a?ade tajante: "Ya va siendo hora de que los representantes de ese pensamiento ultrapasado salgan de escena". Eso es lo que Lula se dispone a hacer, aunque ¨¦l mismo ha dicho que lo har¨¢ "sin ruidos".

La demostraci¨®n de que el ministro Viegas deja su cargo consciente de que se trata de ayudar a una dif¨ªcil misi¨®n de Lula se revela en estas palabras, tambi¨¦n de su carta, cuando dice: "No puedo ignorar que aquella nota fue publicada sin consultar antes a la autoridad pol¨ªtica del Gobierno. Asumo mi responsabilidad. Actu¨¦ en este episodio desde el primer instante. Inform¨¦ a vuestra excelencia, suger¨ª acciones a tomar, convoqu¨¦ al comandante del Ej¨¦rcito y le entregu¨¦ un oficio en el que se ped¨ªa la correcci¨®n de la nota publicada. Segu¨ª las orientaciones de su excelencia y no publiqu¨¦ puntos de vista individuales. Vuestra excelencia sabe que en ning¨²n momento fui omiso o dej¨¦ de cumplir mis responsabilidades en el ejercicio de mis funciones".

La carta acaba con alabanzas al presidente Lula, manifest¨¢ndole su admiraci¨®n "por el trabajo que realiza en pro del progreso de nuestro pa¨ªs y de la uni¨®n de todos los brasile?os". Y Lula desea agradecer el sacrificio de Viegas ofreci¨¦ndole una embajada de las m¨¢s codiciadas por la diplomacia brasile?a, como lo es la de Madrid.