Antonio artero: lo radical y lo real
Antonio Artero, cosecha de los a?os de la Guerra Civil, destap¨® todas sus esencias y sustancias en los movidos a?os sesenta. Brillant¨ªsimo alumno de la Escuela de Cine (tan s¨®lo ¨¦l y V¨ªctor Erice lograron diplomarse en Direcci¨®n en tres a?os) fue el m¨¢ximo impulsor del cine como arma de agitaci¨®n social.
Seguidor de los situacionistas franceses realiz¨® varios tracks que indignaron por igual a la derecha y a la izquierda dogm¨¢tica.
Uno de ellos, realizado en "formato" cine Nic, se titula Acerca de la miseria de la ense?anza y en ¨¦l, un polic¨ªa le ense?a a leer a un pescador analfabeto para que entienda el cartel de "Prohibido pescar".
Aragon¨¦s de nacimiento, parec¨ªa destinado a suceder a Bu?uel, Saura y Borau, pero su radicalismo choc¨® frontalmente con el muro de la realidad. Fue el aut¨¦ntico ide¨®logo de las Jornadas de Sitges (1967) cuyas conclusiones -"Propugnamos la creaci¨®n de un cine libre e independiente de cualquier estructura pol¨ªtica o burocr¨¢tica"- fueron censuradas incluso en el clandestino Mundo Obrero.
Expulsado del Partido Comunista de Espa?a por su izquierdismo milit¨® en la CNT a mitad de la d¨¦cada de los a?os setenta.
La radicalidad de sus planteamientos, tanto en lo pol¨ªtico como en lo est¨¦tico, le imposibilitaron para seguir una carrera cinematogr¨¢fica profesional porque, como a ¨¦l le gustaba decir, "el intelectual que pretende que sus planteamientos sean aceptados por una sociedad represiva y autoritaria se convierte inmediatamente en un agente represor de la misma".
Artero admiraba el epitafio que se escribi¨® sobre su paisano Joaqu¨ªn Costa: "Nunca legisl¨®". Pues bien, ¨¦l ni legisl¨® tampoco nunca ni cre¨® nada que pudiera colaborar a perpetuar "la sociedad del espect¨¢culo", que dec¨ªa Guy D¨¦bord.
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