La verdad polaca
Con motivo del sexag¨¦simo aniversario de la liberaci¨®n del campo de exterminio de Auschwitz se han publicado en la secci¨®n Cartas al Director de su peri¨®dico algunas "puntualizaciones" de personalidades polacas (diplom¨¢ticos e intelectuales) que exculpan a los polacos de cualquier responsabilidad en la Shoa. Se repite para los lectores espa?oles (a los que obviamente se supone desinformados) la versi¨®n -en principio ya superada a nivel interno, tanto en ¨¢mbitos pol¨ªticos como cient¨ªficos- de Polonia como pa¨ªs ¨²nicamente m¨¢rtir.
Pues bien, para resituar la pol¨¦mica, iniciada a ra¨ªz de un estudio del historiador Jan Tomasz Gross sobre la matanza de jud¨ªos de Jedwabne, publicado en alem¨¢n en el 2001 bajo el t¨ªtulo Nachbarn: Der Mord an den Juden von Jedwabne, remito a los desmemoriados y al p¨²blico interesado en general al estremecedor libro My z Jedwabnego (Nosotros, los habitantes de Jedwabne), de la periodista y psic¨®loga Anna Bikont (2004).
El 10 de julio de 1941 la chusma de esa poblaci¨®n, Jedwabne (cerca de Byalistok), quem¨® vivos en un granero a sus vecinos jud¨ªos tras una indescriptible org¨ªa de torturas y otras atrocidades -no hay palabras para expresarlo-, sin intervenci¨®n de las autoridades alemanas (Gestapo). No fue un caso aislado. Pero es que adem¨¢s las gentes del lugar siguen cerrando filas hasta hoy. De esa venenosa cerraz¨®n se ocupa el libro de Bikont. Polonia, flamante Estado miembro de la UE, tiene un terrible pasado antisemita (tres ejes: catolicismo en el medio rural, patriotismo excluyente y comunismo) y necesita, como tantos otros pa¨ªses, un verdadero proceso de recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica.
Lo cual no significa, ni mucho menos, negar su martirio a manos de los nazis y los sovi¨¦ticos. Los h¨¦roes polacos no dejan de serlo porque se desenmascare a los asesinos polacos. Incluso en Jedwabne hubo polacos que ayudaron a los jud¨ªos y recibieron el t¨ªtulo de justos entre los pueblos. En total unos 6.000 polacos han merecido esta distinci¨®n en Yad Vashem.
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