Movilizaci¨®n por el patrimonio
Vecinos de La Orotava impiden demoliciones en el casco hist¨®rico
Los canarios han decidido movilizarse activamente para defender su patrimonio cultural y el medio ambiente. La mecha reivindicativa de C¨¦sar Manrique en favor del entorno de Lanzarote ha prendido en todas las islas. En Tenerife, desde hace tres semanas, vecinos del casco hist¨®rico de La Orotava se han levantado contra la expansi¨®n urban¨ªstica propiciada desde su propio Ayuntamiento. La acampada promovida por los vecinos para bloquear las obras no pudo evitar la demolici¨®n del teatro Atlante, un edificio racionalista, ¨²nico en las islas, construido en 1930 seg¨²n el proyecto de Jos¨¦ Blasco. Pero s¨ª ha propiciado que los tribunales preserven cautelarmente las cinco casas colindantes, datadas en los siglos XVIII y XIX. El valor hist¨®rico ha tenido tanto peso como el miedo de estas gentes a que las excavaciones generen en su barrio un episodio similar al que viven los vecinos del Carmel (Barcelona).
Los tribunales han paralizado los derribos mientras deciden sobre una querella contra el alcalde
El teatro Atlante fue el centro cultural de referencia en todo el norte de la isla en el siglo pasado, hasta su cierre a finales de los a?os noventa. En su peculiar suelo m¨®vil e inclinable y su vest¨ªbulo acristalado se sucedieron durante 60 a?os proyecciones de pel¨ªculas, bailes, los primeros m¨ªtines y actos pol¨ªticos de la democracia, veladas de lucha canaria, peleas de gallos y centenares de obras de teatro. Sus propietarios lo pusieron en venta hace tres a?os. Isaac Valencia (de Coalici¨®n Canaria) lleva 23 como alcalde de La Orotava. Autoriz¨® a su concejal de Urbanismo para demoler el Atlante el 27 de mayo de 2003, dos d¨ªas despu¨¦s de las elecciones, cuando a¨²n estaba en funciones. En su lugar, en pleno casco hist¨®rico, se construir¨ªa un edificio de seis plantas con 300 plazas de aparcamiento, 50 apartamentos y locales comerciales. Aunque el Cabildo de Tenerife no encuentra valor hist¨®rico al Atlante, ha ampliado la declaraci¨®n de bien de inter¨¦s cultural a las viviendas antiguas que rodeaban el viejo teatro, obligando al Ayuntamiento y a una empresa constructora a que reinicien el expediente de demolici¨®n. Los tribunales han ordenado a la empresa Pejomar que cese sus trabajos, hasta decidir sobre una denuncia por prevaricaci¨®n presentada por los vecinos contra el alcalde.
En este ambiente de tensi¨®n los vecinos optaron por plantarse frente a la pala excavadora. "Primero fuimos treinta", recuerda Montse Ramos, vecina afectada y concejal del grupo municipal Iniciativa por La Orotava (IpO). "Pero enseguida", contin¨²a, "se nos sumaron muchos m¨¢s, hubo jornadas con m¨¢s de mil personas".
Donde s¨®lo hab¨ªa una fr¨ªa calle cortada por los amenazantes dientes amarillos de la pala, de las cenizas del viejo teatro aparecieron tiendas de campa?a, sillas, jaimas, paneles informativos gigantes, guarder¨ªas, piscinas y castillos hinchables. Veinte d¨ªas y noches que recordaron todo un siglo de cultura.
"Nos tra¨ªan desayunos, almuerzos, meriendas y cenas; nos llamaban y enviaban correos electr¨®nicos desde toda Canarias y jam¨¢s nos sentimos solos", asegura la concejala, que se emociona cuando recuerda las amenazas que sufrieron por parte de obreros y propietarios de la constructora o c¨®mo algunos agentes de la Polic¨ªa Local arriesgaron su vida al ponerse entre las m¨¢quinas en marcha y los manifestantes.
Demolido el viejo teatro y tras la actuaci¨®n de los tribunales, los vecinos han levantado la acampada y proponen al Ayuntamiento comprar el terreno y levantar un centro sociocultural. "Ser¨ªa un despilfarro, porque a menos de cincuenta metros est¨¢ la sala Teobaldo Power", responde el alcalde, que defiende la legalidad de sus actuaciones, de la Polic¨ªa Local y los derechos que asisten a la empresa constructora.
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