Un gol contra 'La Corugna'

Para los ingleses, La Coru?a es el nombre de una campa?a del duque de Wellington. Para los milaneses, La Corugna es el nombre de uno de los desastres que m¨¢s motivos de escarnio han suscitado entre la poblaci¨®n de la ciudad: el 4-0 del Deportivo al Milan en los cuartos de final de la Liga de Campeones del curso pasado. Aquella noche, las tropas de Carlo Ancelotti acudieron a Riazor con el bello recuerdo del 4-1 de la ida. La moral no pod¨ªa ser m¨¢s alta, no se contabilizaban bajas y la Champions parec¨ªa m¨¢s rossonera que nunca. La respuesta fue un 4-0 que los dej¨® fuera del torneo.

Alessandra Bocci, periodista de La Gazzetta dello Sport, peri¨®dico deportivo de fuerte raigambre milanesa, escribi¨® el lunes que "en la vida de todos hay una La Corugna. Te sientes en la cima del mundo y te hunden en el fondo del mar...".

Con esos demonios a cuestas, el Milan volvi¨® a jugar unos cuartos de final de la Liga de Campeones en campo contrario. Un a?o despu¨¦s de La Corugna, el partido tuvo el car¨¢cter de un exorcismo. Pero, por suerte para el Milan, las condiciones ambientales fueron notablemente mejores. No tuvo que ir al Finisterre a jugar el partido. Lo hizo en su propio estadio, en el campo de San Siro, porque con su rival, el Inter, adem¨¢s de compartir ciudad comparte estadio.

"La Corugna", record¨® el t¨¦cnico, Carlo Ancelotti, "no ha sido un pensamiento recurrente. Para prepararse bien es preciso cultivar sensaciones positivas. Adem¨¢s, jugamos en casa".

Antes del partido, Andrei Shevchenko se mostr¨® animado en relaci¨®n al incubo, la pesadilla. Dijo: "Dentro de nosotros no existe el miedo de revivir la pesadilla de La Corugna". Para apoyar su declaraci¨®n hizo un golazo con un disparo desde fuera del ¨¢rea, con rosca para eludir los guantes de Toldo, pegado al segundo palo. El tanto cerr¨® virtualmente el partido (0-1), la eliminatoria y los malos recuerdos.

Ayer, para el Milan fue m¨¢s f¨¢cil defenderse del asedio. En el Inter no jugaba Valer¨®n, ni V¨ªctor, ni Mauro. El Inter de ayer fue un equipo agarrado a la figura renqueante de Adriano, que jug¨® lesionado y se march¨® a la ducha despu¨¦s del descanso. En la mejor tradici¨®n reciente, el ¨¢rbitro, Markus Merk, no hizo nada por aplacar el sentimiento de victimismo que se ha instalado en la hinchada local: anul¨® un gol aparentemente legal a Cambiasso. El argentino se quej¨® amargamente por la decisi¨®n y vio la tarjeta amarilla.

La curva que ocupaba la afici¨®n del Inter replic¨® al ¨¢rbitro con un lanzamiento masivo de bengalas y basura. Una de las bengalas golpe¨® a Dida, el portero del Milan, que cay¨® herido.