Los tres ejes electorales del 17-A
El apoyo de Batasuna a las candidaturas del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV-EHAK) para las elecciones auton¨®micas del 17-A obliga a modificar los pron¨®sticos basados en los sondeos demosc¨®picos que descontaban hasta ahora la victoria por mayor¨ªa absoluta de la coalici¨®n PNV-EA, bien en solitario, bien con la subordinada ayuda del tercer partido -Ezker Batua (EB)- integrante del Gobierno de Ibarretxe. Porque la prohibici¨®n de las listas presentadas a cara descubierta por Batasuna y de manera embozada bajo el disfraz de Aukera Guztiak (AG) favorec¨ªa s¨®lo a los partidos del tripartito.
De un lado, la repetici¨®n el 17-A de la consigna de voto nulo impartida a sus seguidores por Batasuna a partir de su ilegalizaci¨®n en 2003 hubiese beneficiado electoralmente a la lista PNV-EA simplemente por el hecho de llegar en primera posici¨®n a la meta; el porcentaje sobre los votos v¨¢lidos de los votos emitidos a favor de la coalici¨®n se incrementar¨ªa necesariamente, acerc¨¢ndola as¨ª a la mayor¨ªa absoluta, puesto que las papeletas de Batasuna anuladas quedar¨ªan restadas del recuento final (valga como ejemplo contraf¨¢ctico: si los 143.000 votos de Euskal Herritarrok hubiesen sido declarados inv¨¢lidos en los comicios auton¨®micos de 2001, los 604.000 sufragios de PNV-EA habr¨ªan saltado del 42,4% al 46,8%). De otro lado, parece inimaginable que la eventual resistencia de los seguidores de Batasuna a obedecer las instrucciones de voto nulo de su antiguo partido pudiese redundar alguna vez en provecho del PP o al PSOE: esos electores fugados buscar¨ªan refugio en los partidos nacionalistas y en EB.
Pero ese escenario ha desaparecido: el PCTV ha logrado por el momento eludir la interdicci¨®n judicial dictada contra Batasuna y AG por el Supremo y comparecer¨¢ ante las urnas bajo el patrocinio del brazo pol¨ªtico de ETA: aunque el Gobierno y el fiscal cambiasen de criterio de aqu¨ª al domingo no habr¨ªa ya tiempo para impedirlo. No resulta f¨¢cil predecir, en cambio, si el PCTV lograr¨¢ emular los votos conseguidos por las diversas marcas del nacionalismo radical en el pasado: ?ser¨¢ respaldado ese partido comunista -aunque se llame de las tierras vascas- por los veteranos votantes de Batasuna procedentes de medios eclesi¨¢sticos, de sectores conservadores y del mundo de Sabino Arana? El brazo pol¨ªtico de ETA logr¨® 223.000 votos en las auton¨®micas de 1998, celebradas despu¨¦s de la tregua de la banda terrorista; la reanudaci¨®n de los atentados puso otra vez en marcha la tendencia descendente de Batasuna iniciada con la anterior convocatoria de 1994 (166.000 votos), que llegar¨ªa a su momento mas bajo en 2001 (143.000 sufragios). El dep¨®sito inicial de voto nulo registrado tras la ilegalizaci¨®n de Batasuna tambi¨¦n parece condenado a un paulatino desgaste: 126.000 (10,04%) en las municipales de 2003, 104.000 (7,69%) en las legislativas del 14-M y 98.000 en las europeas de 2004.
El sistema de partidos del Pa¨ªs Vasco difiere tanto del formato de bipartidismo imperfecto dominante en la mayor¨ªa de Espa?a como del modelo propio de otras comunidades aut¨®nomas donde juegan un papel importante las opciones nacionalistas. Junto a las preferencias electorales distribuidas a lo largo de los ejes ideol¨®gico (la oposici¨®n entre derecha e izquierda) y territorial (las pugnas sobre la distribuci¨®n del poder dentro del Estado), el Pa¨ªs Vasco ofrece adem¨¢s un tercer espacio de polarizaci¨®n ante las urnas, superpuesto a esas dos l¨ªneas divisorias: la confrontaci¨®n entre quienes defienden la soluci¨®n pac¨ªfica de los conflictos a trav¨¦s de los cauces democr¨¢ticos, de una parte, y quienes practican o justifican la violencia, por otro. En el Pa¨ªs Vasco el pronunciamiento de los votantes, as¨ª pues, no estar¨¢ condicionado s¨®lo por su ubicaci¨®n personal dentro los ejes ideol¨®gico (desde la extrema izquierda hasta la ultraderecha, pasando por el moderantismo) y territorial (desde el centralismo hasta el independentismo, pasando por el autonomismo): la tercera variable, que obliga a escoger entre la democracia y el terrorismo, multiplicar¨¢ el 17-A el elenco de opciones posibles a disposici¨®n de los antiguos votantes de Batasuna.
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