Editores y 'fl?neurs'
En su tercera edici¨®n, la Buchbasel o Feria del Libro de Basilea ha aumentado el ritmo internacional. Atr¨¢s quedaron ciertos localismos y la feria se abri¨® al mundo. He pasado tres d¨ªas en ella, el ¨²ltimo fin de semana, rodeado de editores y editoriales. Para colmo, me llev¨¦ para leer en el avi¨®n Editar la vida, las memorias de Michael Korda, el director de Simon & Schuster. Se trata de un libro ameno en el que vuelven las eternas preguntas. ?Qu¨¦ es un editor? ?C¨®mo son sus relaciones con los escritores?
He le¨ªdo ¨²ltimamente muchos libros escritos por editores que escriben. Hace tan s¨®lo unos d¨ªas comentaba aqu¨ª la gran impresi¨®n que me hab¨ªan causado las memorias editoriales de Esther Tusquets. Las recomiendo, como tambi¨¦n -sin movernos del ¨¢mbito hisp¨¢nico- invito a leer las de Carlos Barral y las de Mario Muchnik. Por su parte, Jorge Herralde, editor de Anagrama, lleva ya tres libros publicados, repletos de opiniones mohicanas. En su caso y realizado de una forma deliberada, ninguno de los tres libros puede ser considerado de memorias. Son muchos los que creen que si se decidiera a escribirlas y utilizara para ellas sus legendarias -Roberto Bola?o dixit- "frases cortas y sus opiniones demoledoras", y sus m¨¢s que celosamente guardados secretos sobre algunos escritores, la sangre o el esc¨¢ndalo llegar¨ªa al r¨ªo y hasta tendr¨ªamos un best seller. Pero no est¨¢ muy claro que quiera escribir esas memorias. En cualquier caso, para leer sentencias sobre las complicad¨ªsimas relaciones entre escritores y editores, las del propio Herralde son muy orientadoras, basta dirigirse a textos como 'Relaciones entre autor y editor', incluido en Opiniones mohicanas, libro que public¨® Jaume Vallcorba, otro editor que escribe.
He estado en Basilea este pasado fin de semana y debo decir que he ido all¨ª no como escritor, sino como fl?neur. A Matthyas Jenny, el director de la Buchbasel, se le ocurri¨® inventar la figura del fl?neur para su feria del libro y me pregunt¨® si quer¨ªa serlo yo. "Si hay editores que escriben, ?por qu¨¦ no escritores que se vuelven fl?neurs?", me dijo. Pens¨¦ que s¨®lo era una broma, pero no. Nada m¨¢s llegar a Basilea qued¨¦ aterrado cuando vi que en el programa oficial se me anunciaba como fl?neur oficial de la Feria.
No me extra?ar¨ªa que el invento sea pronto copiado. Pero ?qu¨¦ clase de trabajo realiza el fl?neur de una feria de libros? El pasado s¨¢bado por la ma?ana vino especialmente a pregunt¨¢rmelo el se?or Worminghaus, periodista de Mitelland Zeitung. Le expliqu¨¦ que flanear en la feria era cualquier cosa menos trabajo. Le dije que el fl?neur pasea, observa, fuma cigarrillos mentales, lleva un abrigo comprado en Barcelona, r¨ªe a solas, susurra canciones napolitanas, lo mira todo, absolutamente todo, y eso es todo.
O no, eso tal vez no es todo. Porque en los pr¨®ximos cuatro a?os -¨¦sa es la duraci¨®n de mi contrato como fl?neur- aspiro a ampliar mi actividad de paseante convirti¨¦ndome tambi¨¦n en detective, en inspector al estilo de Peter Sellers en La pantera rosa, con m¨²sica de la pel¨ªcula incluida. En pr¨®ximas ediciones de la Buchbasel, el fl?neur tendr¨¢ algo de inquisidor y sembrar¨¢ a su paso el terror de los comerciantes desalmados y sonreir¨¢ a aquellos que venden alta literatura. Y cada d¨ªa se parecer¨¢ m¨¢s a Robert Walser, que naci¨® cerca de Basilea y es su fl?neur preferido. Todo esto le hice saber al se?or Worminghaus, que a su vez me dijo que, debido a lo muy en serio que me he tomado mi nuevo trabajo, no tardar¨¢n muchas ferias del libro en hacerse con alg¨²n fl?neur y que seguramente, a la larga, los fl?neurs se volver¨¢n imprescindibles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
