Amnesia y etiquetas
La historia del joven amn¨¦sico que fue hallado dando tumbos por una carretera de Inglaterra ha despertado un enorme inter¨¦s medi¨¢tico, quiz¨¢ porque recuerda muchos argumentos literarios y cinematogr¨¢ficos (la pel¨ªcula La ¨²ltima primavera, sin ir m¨¢s lejos). A estas alturas, puede que el misterio se haya resuelto, pero la p¨¦rdida de memoria y la reconstrucci¨®n de la identidad han sido utilizadas incluso en el culebr¨®n El cor de la ciutat, donde uno de los personajes recupera delictivos recuerdos tras una larga amnesia. El joven de la noticia es, adem¨¢s, un virtuoso del piano, y eso le confiere una aureola m¨¢s fascinante que si fuera, pongamos, articulista. Tampoco es la primera vez que la m¨²sica se convierte en salvavidas de almas humanas en pleno naufragio. Empiezo a sospechar que si pierdes la memoria, sabes tocar el piano, lo cual explicar¨ªa que yo no tenga ni idea de darle a las teclas: me acuerdo de casi todo.
El amn¨¦sico presentaba una caracter¨ªstica muy literaria: las etiquetas de su ropa hab¨ªan sido cortadas, lo cual, seg¨²n las autoridades, dificulta la indagaci¨®n sobre su origen. Que cortara las etiquetas s¨®lo demuestra que es un tipo sensato. Como demostr¨® ?scar Tusquets en uno de sus ensayos sobre las disonancias del dise?o industrial, la situaci¨®n de las etiquetas en las prendas es una tortura. Te producen escozor en el cuello y para no despellejarte vivo tienes que recortarlas, procurando que no se deshilache toda la prenda. Nunca se me habr¨ªa ocurrido que fueran, adem¨¢s de una lata, un indicio biogr¨¢fico. As¨ª pues, revis¨¦ mi vestuario e imagin¨¦ qu¨¦ conclusiones podr¨ªan sacarse de las etiquetas de mi ropa en caso de que consiguiera olvidarlo todo y perderme por una carretera inglesa.
Fue una experiencia decepcionante. La etiqueta de mi camisa preferida s¨®lo lleva una inscripci¨®n que suena a t¨ªtulo de obra de teatro experimental: "Retirer rapidement de la machine a laver". En otra prenda, otro posible t¨ªtulo: "No usar lej¨ªa". Me anim¨¦ un poco con la siguiente, m¨¢s compleja: "Exterior, 100 % algod¨®n. Lavar separadamente". La investigaci¨®n me llev¨® a transgredir los l¨ªmites de la privacidad y merode¨¦ por armarios ajenos, buscando muestras m¨¢s sofisticadas. Encontr¨¦ dos: "DKNY, Made in Hong Kong" y "Loewe, Madrid 1846". ?Significa que la propietaria de estas prendas estuvo en Hong Kong o vivi¨® a mediados del siglo XIX en Madrid? Me temo que la globalizaci¨®n de la industria textil ha complicado el trabajo de los detectives. Busqu¨¦ mi ¨²ltima prenda comprada: la camiseta que conmemora la celebraci¨®n de la Liga del Bar?a. Lleva tres etiquetas, suaves pero molestas, situadas en la parte posterior del cuello. Los datos m¨¢s relevantes son "Made in Vietnam", "Lavar del rev¨¦s con colores similares" y mi preferido, "Mantener alejada del fuego". Me la puse y sal¨ª a la calle. Imagin¨¦ que iba dando tumbos por una carretera inglesa, que tropezaba, me golpeaba en la cabeza, y perd¨ªa la memoria y el conocimiento. Luego me despertaba en una sala de hospital, rodeado de intrigados especialistas y de hermosas enfermeras (o de hermosos especialistas y de intrigadas enfermeras). Imagin¨¦ que me sonre¨ªan, que me somet¨ªan a toda clase de pruebas y que un d¨ªa, en plena sesi¨®n con el psic¨®logo, dibujaba un piano y me tra¨ªan uno. Levantaba la tapa, acariciaba las teclas, cerraba los ojos y, apasionadamente, casi en trance, interpretaba Paristocrats, de ese extraordinario pianista y compositor llamado Gonzales. ?Qu¨¦ deducir¨ªan los especialistas de semejante imagen? Que soy un pianista forofo del Bar?a con alguna conexi¨®n con Vietnam y que teme los peligros del fuego.
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