Por una Barcelona inclusiva
El pasado mes de marzo, el pleno del Ayuntamiento de Barcelona dio luz verde al Plan municipal para la inclusi¨®n social, Barcelona inclusiva (2005-2010). Todos los grupos pol¨ªticos -a excepci¨®n del PP- saludaron la aprobaci¨®n del plan y mostraron, desde sus respectivos ¨¢ngulos y matices, la voluntad de desarrollar las propuestas en ¨¦l contenidas. Sin duda, el plan deber¨¢ evaluarse en funci¨®n de su capacidad para generar respuestas concretas a las necesidades y los riesgos de exclusi¨®n presentes en la ciudad. Y en ese camino estamos ciudadan¨ªa, t¨¦cnicos, asociaciones y representantes pol¨ªticos, intentando tejer complicidades y objetivos compartidos, analizando los puntos de vista diferentes y los conflictos, en tanto que oportunidades de creatividad e innovaci¨®n.
El plan se evaluar¨¢ por las respuestas concretas a las necesidades y los riesgos de exclusi¨®n presentes en la ciudad
Barcelona es hoy una ciudad de gran complejidad social: multicultural, con pautas de inserci¨®n muy diversificadas en los mercados de trabajo y de vivienda, con m¨²ltiples modelos de familia, intergeneracional, con usos emergentes del espacio y de los tiempos cotidianos, con relaciones de g¨¦nero en constante rearticulaci¨®n. Y todo ello sucede sobre bases culturales muy din¨¢micas, y sobre nuevas formas de cristalizaci¨®n de las desigualdades. El viejo imaginario de lo colectivo, construido sobre certidumbres y estabilidades de clase, laborales, religiosas o ling¨¹¨ªsticas, se desvanece. Surgen procesos de individualizaci¨®n -nada que ver con el individualismo- en que la reconstrucci¨®n de la ¨¦tica colectiva s¨®lo puede hacerse desde la subjetividad y la reflexividad. A las cl¨¢sicas desigualdades de renta se articulan nuevas dimensiones de vulnerabilidad social, que conducen a complejos procesos de exclusi¨®n. Las pol¨ªticas sociales ya no pueden operar como antes. Ahora el paradigma de la inclusi¨®n propone la necesidad de entretejer valores, de poner en di¨¢logo la igualdad, el reconocimiento de las diferencias, la promoci¨®n de la autonom¨ªa personal y la generaci¨®n de v¨ªnculos fuertes de convivencia y comunidad.
El plan recoge los rasgos concretos del marco social y cultural apuntado, y articula l¨ªneas de trabajo, objetivos y acciones con n¨ªtida vocaci¨®n operativa. Plantea la mejora y la expansi¨®n de la atenci¨®n social primaria, como dispositivo b¨¢sico y universal de inclusi¨®n en el territorio. Propone dar prioridad a acciones preventivas y servicios de atenci¨®n a cuatro colectivos vulnerables (la gente mayor fr¨¢gil, las personas con discapacidad, las familias con infancia en riesgo y los inmigrantes en proceso de acogida). Apuesta por la vinculaci¨®n de las personas en riesgo de exclusi¨®n a los resortes b¨¢sicos de reinserci¨®n y autonom¨ªa: el acceso al empleo y a la vivienda, la salud y la educaci¨®n. Todo ello cruzado por la opci¨®n deliberativa como forma habitual de trabajo: el fortalecimiento de la acci¨®n comunitaria y de los consejos de participaci¨®n social, y la propuesta de un gran Acuerdo ciudadano por una Barcelona inclusiva.
La voluntad operativa del plan ha empezado ya a dar sus primeros frutos. El pasado mayo se puso en marcha el primer servicio municipal de acogida nocturna de baja exigencia para personas en estado avanzado de desestructuraci¨®n, con lo que se complet¨® el primero de los equipamientos integrales de atenci¨®n a personas sin techo.
Pero quiz¨¢ la novedad m¨¢s importante por lo que supone de salto cuantitativo y de modelo es el programa de extensi¨®n del servicio municipal de teleasistencia domiciliaria. Gracias a un acuerdo entre el Ayuntamiento, el IMSERSO y la FEMP, este servicio podr¨¢ crecer desde las 4.000 personas ahora atendidas hasta 25.000 a finales de 2007. El 30,8% de las personas mayores que viven solas dispondr¨¢n de teleasistencia, muy por encima del 12% establecido
en el Plan Gerontol¨®gico del Estado. La edad ser¨¢ un criterio prioritario: las m¨¢s de 15.000 personas solas mayores de 85 a?os podr¨¢n acceder al servicio sin ning¨²n otro requisito. La dependencia operar¨¢ como criterio complementario en franjas de edad menos avanzadas.
La vocaci¨®n universal y proactiva del programa agilizar¨¢ los procesos de acceso, y nadie quedar¨¢ excluido en funci¨®n de su renta, aunque las personas de ingresos m¨¢s altos deber¨¢n asumir una parte del coste del servicio.
Al nuevo programa de teleasistencia domiciliaria seguir¨¢n otras concreciones del plan. Para mantener los ritmos de aplicaci¨®n ser¨¢ necesario conjugar voluntades pol¨ªticas, participaci¨®n ciudadana y cauces de financiaci¨®n s¨®lidos y viables. El presidente Pasqual Maragall, en su discurso de 500 d¨ªas de gobierno, vincul¨® la financiaci¨®n auton¨®mica al despliegue de lo que ¨¦l ha llamado "la reforma social", como eje prioritario del pacto del Tinell. En el ¨¢mbito de Barcelona, el establecimiento del nuevo modelo de financiaci¨®n local opera tambi¨¦n -no lo olvidemos- como condici¨®n ineludible para el desarrollo pleno de los objetivos sociales del gobierno plural de izquierdas de la ciudad.
Ricard Gom¨¤ es concejal de Bienestar Social de Barcelona.
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