Fritanga nacional
Dos de las cadenas p¨²blicas que el domingo pasado retransmit¨ªan pruebas motociclistas y automovil¨ªsticas, TVE y TV-3, decidieron retrasar considerablemente la emisi¨®n de su Telediario.
Dos tazas
Tanto TVE como TV-3 disponen de un segundo canal con el que, en ocasiones as¨ª, resuelven el problema. Se empieza la carrera en la cadena m¨¢s vista y, al llegar la hora del Telediario, se pasa al segundo canal. As¨ª se preserva la continuidad de la narraci¨®n, la prioridad de servicio p¨²blico y el protocolo de g¨¦neros. No hacerlo establece un precedente que lleg¨® en un d¨ªa informativamente muy denso, con secuelas del incendio de Guadalajara y de los atentados de Londres. En TV-3, adem¨¢s, el comentarista invitado para ilustrar la carrera de f¨®rmula 1 fue Josep Bargall¨®, conseller en cap de la Generalitat. No dudo de sus conocimientos en materia de motor, pero les aseguro que poner la tele para ver las noticias y comprobar que est¨¢n dando una carrera comentada por un primer ministro produce reacciones que van desde la perplejidad a la indignaci¨®n abstencionista. Adem¨¢s, no pude cambiar y pasarme a TVE porque all¨ª ocurr¨ªa exactamente lo mismo, lo cual agrav¨® doblemente mi condici¨®n de contribuyente. Moraleja: siempre nos quedar¨¢ la radio.
Domingueros
Maneras de sobrevivir (Tele 5) se estren¨® hace dos semanas, tras el ¨²ltimo cap¨ªtulo de 7 vidas. Eso le perjudic¨®, y s¨®lo permiti¨® intuir que era una serie vocinglera, ca¨®tica y con una tendencia de los actores a no vocalizar, algo habitual en la Espa?a audiovisual. El segundo cap¨ªtulo aclar¨® un poco las cosas: Maneras de sobrevivir es, adem¨¢s, una serie de treinta?eros de barrio humilde, atrapados por el paro, el estr¨¦s de los aut¨®nomos o la adictiva comodidad de vivir en casa de los padres. Tambi¨¦n se alimenta de la inestabilidad de las parejas, con sus infidelidades y utilizaciones de hijos tan desorientados como los padres. Las relaciones entre los personajes son de amistad y amor en su modalidad ni contigo ni sin ti. Abundan escenas de bar y de peluquer¨ªa, broncas y reconciliaciones entre inmaduros que van de eternos adolescentes e inmaduras que, para que no las tomen por tontas, se pasan de listas. La serie parece adcribirse a la ¨¦pica de barrio y a una est¨¦tica de la fritanga que, con m¨¢s matices y salvando las distancias, tambi¨¦n encontramos en, por ejemplo, la pel¨ªcula Tapas. Una de las reflexiones que genera esta serie es c¨®mo lo veros¨ªmil y lo real no siempre van unidos. Los personajes de Maneras de sobrevivir son m¨¢s reales que los de 7 vidas pero son menos veros¨ªmiles. Queda la voluntad de homenajear a currantes apaleados por la vida y por sus propias limitaciones, referencias desacomplejadas al alcohol, el sexo y las drogas y un esp¨ªritu lis¨¦rgico que, de vez en cuando, asoma para transformar el fracasado costumbrismo en psicotropia dominguera.
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