Cultura cambia las bases de los Premios Euskadi tras el conflicto de la pasada edici¨®n

El Departamento de Cultura, que encabeza Miren Azkarate, ha modificado para la edici¨®n de este a?o los requisitos exigidos a los finalistas de los Premio Euskadi de literatura y traducci¨®n tras el conflicto vivido el a?o pasado en su modalidad de literatura en euskera. El jurado cuestion¨® las bases de la convocatoria e incluy¨® entre los finalistas de esta modalidad y en sus deliberaciones de cara al fallo a dos escritores que no hab¨ªan aceptado expresamente la nominaci¨®n, Jon Alonso y Xabier Montoya, incumpliendo de esta forma una de las condiciones espec¨ªficas para poder optar al premio.

Tambi¨¦n advirti¨® de que, en el caso de que el galard¨®n correspondiese a uno de esos dos autores, el jurado iba a declarar desierto el premio. La pol¨¦mica desluci¨® una edici¨®n en la que compet¨ªan novelas de Bernardo Atxaga (Soinujolearen semea) y Felipe Juaristi (Airezko emakumea), y el libro de relatos de Jokin Mu?oz Bizia lo, que finalmente fue el ganador.

Azkarate fue interpelada por la oposici¨®n en el Parlamento y desvel¨® que el premio a Mu?oz ya hab¨ªa sido concedido antes incluso de que el jurado decidiese incluir a dos nuevos finalistas, aunque no fue hecho p¨²blico. Ello permiti¨® al departamento actuar con calma ante la situaci¨®n.

La exigencia de haber admitido previamente la condici¨®n de aspirante al premio, de obligado cumplimiento hasta 2004, es la que se ha suprimido ahora, despu¨¦s de haber sido cuestionada en las dos ¨²ltimas ediciones por algunos autores, cercanos al mundo radical abertzale, que no quer¨ªan pasar por el tr¨¢mite de aceptar una nominaci¨®n de una instituci¨®n a la que pol¨ªticamente denostan.

El Gobierno, tras realizar consultas hace meses con las asociaciones de escritores y editores, ha optado por modificar ese requisito para los que son los principales premios literarios de la comunidad aut¨®noma. Para la edici¨®n de este a?o repartir¨¢n un total de 49.498 euros en sus cuatro modalidades (euskera, castellano, infantil y juvenil y traducci¨®n).

En la edici¨®n de este a?o, tras la selecci¨®n por el jurado de los finalistas de cada modalidad, se comunicar¨¢ su inclusi¨®n a los interesados y, salvo que renuncien de forma expresa a competir por el galard¨®n, se considerar¨¢ que aceptan la nominaci¨®n. La norma se aplicar¨¢ ya en esta edici¨®n, por lo que el silencio de los autores seleccionados ser¨¢ suficiente.

La f¨®rmula supone, en palabras de un portavoz de Cultura, que en adelante no har¨¢ falta la intervenci¨®n activa del escritor para ser candidato, sino para no serlo. El mismo portavoz argumenta que se ha optado por esta medida para salvaguardar en todo caso el derecho de los autores a no participar en un premio al que no se presentan, ya que las obras candidatas son seleccionadas de entre toda la producci¨®n del a?o anterior. Esta fuente sostiene que la disposici¨®n a competir por el premio permanece igual "s¨®lo que ahora la aceptaci¨®n se manifiesta de forma diferente".

El director de Creaci¨®n y Difusi¨®n de Cultura, Jos¨¦ Antonio Arbelaitz, minimiza la importancia de este cambio y se?ala que se trata de "un aspecto t¨¦cnico que no afecta al objetivo de los premios, que sigue siendo el mismo". "Se habl¨® con todo el sector y ¨¦ste fue el acuerdo que se acept¨®", a?ade.

La presidenta de la Asociaci¨®n de Escritores Vascos, Teresa Irastortza, alaba el cambio. "Se ha hecho con nuestro acuerdo y lo valoramos. Esto har¨¢ que se hable de los libros y no de protocolos", apunta. Jorge Jim¨¦nez, presidente de la Asociaci¨®n de Editores en Lengua Vasca, se muestra tambi¨¦n de acuerdo. "Todo lo que sea facilitar las cosas y descargar de pol¨¦micas los premios es bueno", considera.