Ciclismo urbano

En Opini¨®n del lector publicada en su peri¨®dico con fecha 13 de octubre con el t¨ªtulo Ordenanzas, el remitente expone que durante una visita de tres semanas a La Coru?a apenas ha visto ciclistas circulando por la acera, ni motoristas, ni gorrillas y propone como soluci¨®n para evitar en Valencia estas "plagas end¨¦micas... simplemente, hacer cumplir las ordenanzas municipales...". Como ciclista urbano, deseo hacer algunas matizaciones.

En primer lugar, el clima y la topograf¨ªa de Valencia resultan id¨®neos para los desplazamientos en bicicleta y as¨ª lo van entendiendo cada vez un mayor n¨²mero de ciudadanos.

En segundo lugar, hay que distinguir entre el comportamiento inc¨ªvico de aquellos ciclistas que circulan por aceras o zonas peatonales con velocidades inadecuadas y el de los que lo hacen con velocidad moderada, que no provocan molestias ni peligro a los peatones, permitiendo la coexistencia entre ambos tr¨¢ficos. Los ciclistas urbanos podemos tambi¨¦n hablar con conocimiento de causa del escaso respeto de muchos peatones, motociclistas y usuarios de veh¨ªculos, que invaden con frecuencia los carriles destinados solo a ciclistas.

Finalmente, opino que lo primero que deber¨ªa exigirse al Ayuntamiento es que haga cumplir no una simple Ordenanza municipal, sino el Reglamento General de Circulaci¨®n, que limita la velocidad en v¨ªas urbanas a 50 km por hora. Mientras tanto, como ciclista urbano, en aquellas calles en que no disponga de carril-bici y la velocidad de los veh¨ªculos en las calzadas exceda de la m¨¢xima legalmente establecida, seguir¨¦ circulando por las aceras, ya que prefiero incumplir las Ordenanzas y exponerme a la sanci¨®n, que asumir el riesgo de circular por la calzada.