Los cr¨ªmenes de un 'soci¨®pata'
El supuesto autor del triple asesinato de Castelldefels parec¨ªa reinsertado de su pasado delictivo
Fernando S¨¢nchez Medina parec¨ªa haber dejado atr¨¢s su pasado como delincuente peligroso. Todo apuntaba a que, a sus 37 a?os, ya hab¨ªa sentado la cabeza: desde 1999 no pisaba la c¨¢rcel, se hab¨ªa casado, ten¨ªa una hija y un trabajo como instalador de aire acondicionado. El verano pasado, incluso, se compr¨® un veh¨ªculo elegante.
Pero todo cambi¨® por completo hace cinco d¨ªas, cuando se puso al volante de ese autom¨®vil, cruz¨® Barcelona de norte a sur y fue a parar a Castelldefels para cometer un atraco. Le acompa?aba su sobrino, Juan Antonio S¨¢nchez Hern¨¢ndez, de 20 a?os. Al final, su bot¨ªn fue tr¨¢gico. Se llevaron por delante la vida del matrimonio que regentaba una peque?a joyer¨ªa y la de su hijo. Lo asegura la polic¨ªa y la juez de Gav¨¤ que el pasado viernes les envi¨® a prisi¨®n acusados de un triple homicidio tan salvaje como inexplicable.
"Lo que falla es la aplicaci¨®n de los valores constitucionales", seg¨²n el juez Gerard Thomas
Quienes han visto las fotograf¨ªas de las autopsias de los cuerpos aseguran que los golpes que recibieron las v¨ªctimas con un machete fueron "pu?aladas certeras, muy bien dirigidas": al cuello, al coraz¨®n, al abdomen y al pecho. Mortales de necesidad.
?C¨®mo se explica tanta atrocidad? El forense Miquel Or¨®s lleva casi 30 a?os en el oficio y no se atreve a responder de manera contundente. Lo que s¨ª tiene muy claro es que Fernando S¨¢nchez Medina no es un pscic¨®pata, sino un soci¨®pata. Es decir, un hombre que sufre una patolog¨ªa en su relaci¨®n social. "Son personas que no se acostumbran a vivir en sociedad, no se integran de ninguna manera. Las c¨¢rceles espa?olas est¨¢n llenas de seres as¨ª", explica Or¨®s.
Un psic¨®pata, que no un soci¨®pata, dice el forense, hubiera actuado de forma m¨¢s premeditada. "En este caso se hizo todo sobre la marcha, acudi¨® a atracar con su propio veh¨ªculo y no lo prepar¨®. ?se no es el perfil de un psic¨®pata, porque lo que persegu¨ªa no era el mal por el mal", dice el forense.
?Y el acompa?ante? "No tienen nada que ver uno con otro", asegura Or¨®s. En su opini¨®n, Juan Antonio S¨¢nchez Hern¨¢ndez, de 20 a?os y sobrino del anterior, lo ¨²nico que padece es un trastorno de personalidad que le hace ser una persona muy dependiente de su t¨ªo. En este caso se trata de personas que no cuestionan siquiera lo que hacen, porque, para ellos, lo importante es acatar lo que dice su l¨ªder.
S¨¢nchez Medina ya fue condenado a 24 a?os por un robo con homicidio cometido en 1987. Obtuvo permisos penitenciarios, reincidi¨® y volvi¨® a ingresar en la c¨¢rcel. En total estuvo 12 a?os en prisi¨®n en dos per¨ªodos de seis a?os y al final obtuvo la libertad en aplicaci¨®n del anterior C¨®digo Penal, que permit¨ªa reducir las condenas. Su sobrino tambi¨¦n se inici¨® hace a?os en la delincuencia. Primero se le intervino una navaja y de ah¨ª pas¨® al robo de veh¨ªculos. Hasta que no se cambi¨® el C¨®digo Penal ese delito sal¨ªa muy barato por la intepretaci¨®n que hac¨ªan los tribunales entre la autor¨ªa del robo y la persona que conduc¨ªa el m¨®vil cuando era detenida. En cualquier caso, el mayor era m¨¢s f¨¢cilmente reinsertable y est¨¢ claro que tampoco fue posible.
Como casi siempre que se produce un crimen horrendo, tambi¨¦n en este caso se ha cuestionado el sistema penal y la funci¨®n resocializadora de la prisi¨®n. Hasta por el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y el fiscal jefe de Catalu?a, Jos¨¦ Mar¨ªa Mena. El magistrado de la Audiencia de Barcelona Gerard Thomas lleva m¨¢s de 25 a?os en la jurisdicci¨®n penal, ha resuelto centenares de recursos sobre cuestiones de vigilancia penitenciaria y tiene una visi¨®n distinta. "No se puede decir que el sistema falla porque existen delincuentes, aunque puedan cometer cr¨ªmenes tan execrables como ¨¦stos. La delincuencia, se quiera o no, es un hecho consustancial a la sociedad, porque los delincuentes tambi¨¦n son sociedad", opina.
En su opini¨®n, lo que falla es la aplicaci¨®n de los valores constitucionales, "porque no todo el mundo tiene trabajo o vivienda". ?Y qu¨¦ hacer, entonces? El juez Thomas lo tiene claro: "Tomarse en serio, de verdad, el sistema penitenciario y destinar m¨¢s medios". ?Todo preso es reinsertable? "Decir hoy en d¨ªa que un delincuente no tiene arreglo es como decir hace unos a?os que el c¨¢ncer no se curaba", precisa.
El forense comparte su opini¨®n. "Hay muchos reclusos que se reinsertan y por un caso as¨ª no se puede acabar perjudicando a la mayor¨ªa". Or¨®s considera tambi¨¦n que, en este caso, es muy prematuro decir qu¨¦ ha podido fallar para que S¨¢nchez Medina regresara a la delincuencia. Lo que est¨¢ fuera de toda duda es el previsible panorama penitenciario que se vislumbra para ambos acusados, sobre todo teniendo en cuenta que el caso se juzgar¨¢ por un tribunal popular.
El crimen de Castelldefels, por su dimensi¨®n, se une al doble crimen del Putxet, ya sentenciado, o al de las dos polic¨ªas en pr¨¢cticas de L'Hospitalet, pendiente de juicio. Los dos ¨²ltimos los cometieron o se atribuyen a un psic¨®pata. El primero parece ser obra de un soci¨®pata. ?Que m¨¢s da!
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