Enrique Moreno: "Lo que hemos hecho es abrir puertas"

Enrique Moreno (Madrid, 1939) tiene en su despacho un sof¨¢ plano de cuatro cuerpos. All¨ª descansa algunas noches, cuando la vida en el quir¨®fano se complica. Su familia ya est¨¢ acostumbrada a sus ausencias. Confiesa que vive m¨¢s en el hospital que en casa, pero eso no ha impedido que sus cuatro hijas tambi¨¦n se hayan decidido por la medicina, lo cual quiere decir que tambi¨¦n en su casa ha creado escuela. Ahora tiene 66 a?os, pero exhibe una vitalidad que en nada hace pensar que haya superado la edad legal de jubilaci¨®n. Su padre era odont¨®logo en Madrid, y eso le llev¨® a la estomatolog¨ªa, como su hermano; pero al terminar la carrera decidi¨® especializarse en cirug¨ªa pl¨¢stica y reparadora. Mientras se preparaba en el hospital Provincial y luego en La Princesa, fue haciendo incursiones en cirug¨ªa digestiva compleja y su entusiasmo subi¨® varios grados. El riesgo casaba muy bien con su car¨¢cter exigente. En 1973 asumi¨® la jefatura del servicio de cirug¨ªa general del Doce de Octubre, y en los m¨¢s de 30 a?os transcurridos ha introducido todas las innovaciones quir¨²rgicas posibles, ha consolidado un equipo puntero y ha formado a cirujanos de todo el mundo. Su habilidad como gestor y el ¨¦xito de sus iniciativas le han convertido en una referencia indiscutida, aunque a veces se le ha criticado un cierto aire de superioridad. ?l lo desmiente: "Antes cre¨ªa que lo que hab¨ªa hecho no cab¨ªa en esta habitaci¨®n. Ahora pienso que me cabe en una mano. Lo que s¨ª hemos hecho es abrir puertas".