Alemania ayud¨® a EE UU en la invasi¨®n de Irak
Berl¨ªn niega que agentes secretos entregaran a Washington el plan iraqu¨ª para defender Bagdad
Dos agentes de los servicios secretos alemanes en Bagdad obtuvieron una copia del plan de Sadam Husein para defender la capital iraqu¨ª, y Alemania la hizo llegar a EE UU un mes antes de la invasi¨®n, seg¨²n un informe secreto del Ej¨¦rcito estadounidense. Con esta informaci¨®n, el Gobierno alem¨¢n ofreci¨® a EE UU una ayuda mayor de la que ha reconocido p¨²blicamente. Egipto y Arabia Saud¨ª, cr¨ªticos con los preparativos de guerra, tambi¨¦n colaboraron.
El plan proporcion¨® a Estados Unidos una extraordinaria ventana sobre las deliberaciones en el interior de la c¨²pula del r¨¦gimen, incluyendo d¨®nde y de qu¨¦ manera el l¨ªder iraqu¨ª planeaba colocar a sus tropas m¨¢s leales.
Alemania no fue el ¨²nico pa¨ªs que p¨²blicamente advert¨ªa contra la guerra y privadamente colaboraba para llevarla a cabo. Egipto y Arabia Saud¨ª, por ejemplo, aportaron m¨¢s ayuda de la que han admitido p¨²blicamente. Egipto facilit¨® el acceso para que los aviones recargaran combustible, mientras que Arabia Saud¨ª permiti¨® a unidades especiales estadounidenses lanzar ataques desde su territorio.
El Gobierno alem¨¢n fue un cr¨ªtico especialmente en¨¦rgico de la decisi¨®n de George W. Bush de invadir Irak. Las autoridades alemanas han subrayado que los agentes desplegados en Bagdad durante la guerra proporcionaron ¨²nicamente una ayuda muy limitada a las fuerzas de la coalici¨®n encabezada por EE UU. En un informe divulgado el pasado jueves, el Gobierno afirma que la mayor parte de su asistencia se restring¨ªa a identificar puntos civiles para evitar que fueran atacados por error.
En cambio, el papel m¨¢s secreto e importante desempe?ado por Alemania est¨¢ documentado en un informe secreto del Ej¨¦rcito estadounidense, seg¨²n revela el libro Cobra II: The inside story of the invasion and occupation of Iraq, que se publicar¨¢ en marzo en EE UU y Reino Unido.
Pese a la tirantez entre George W. Bush y el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, las relaciones entre los servicios secretos estadounidense y alem¨¢n se mantuvieron. El 18 de diciembre de 2002, Sadam Husein dise?¨®, en una reuni¨®n con los responsables del Ej¨¦rcito y sus m¨¢s estrechos colaboradores, un nuevo plan de defensa de Bagdad, que fue descubierto por los esp¨ªas alemanes. En febrero de 2003 [un mes antes de la invasi¨®n], en Qatar, un agente alem¨¢n le entreg¨® a un alto funcionario de EE UU una copia del valioso plan iraqu¨ª de ¨²ltima hora.
[El Gobierno alem¨¢n calific¨® ayer de "falso" el informe. El portavoz del Gobierno alem¨¢n, Ulrich Wilhelm, acosado durante la conferencia de prensa habitual de los lunes, emple¨® cuatro veces la palabra "falso"; tres veces, "no es cierto", y otras tantas, "el Gobierno alem¨¢n no tiene conocimiento de ello", para rechazar las denuncias de The New York Times, informa Jos¨¦ Comas. "Ni el Gobierno conoc¨ªa tal plan, ni (el servicio de espionaje) tuvo conocimiento del encuentro de Sadam Husein con sus comandantes del 18 de diciembre de 2002", afirm¨®].
Alemania no fue el ¨²nico pa¨ªs en mostrarse reticente a la invasi¨®n y al mismo tiempo ayudar con discreci¨®n a EE UU. El presidente egipcio, Hosni Mubarak, asegur¨® que no ofrecer¨ªa ayuda directa, pero permiti¨® secretamente que aviones de EE UU repostaran combustible en territorio egipcio. Tambi¨¦n les dej¨® utilizar su espacio a¨¦reo para operaciones de guerra en Irak, seg¨²n explica un jefe militar estadounidense implicado en los ataque a¨¦reos, que exige anonimato.
Arabia Saud¨ª tambi¨¦n rechaz¨® cooperar, pero permiti¨® que fuerzas especiales lanzaran ataques sobre Irak desde una base secreta en Ar'ar (Arabia Saud¨ª). La explicaci¨®n oficial es que se hab¨ªa restringido el acceso al ¨¢rea para facilitar la acogida de una ola de refugiados iraqu¨ªes.
Egipto y Arabia Saud¨ª no fueron tan cr¨ªticos como Alemania, pero no quer¨ªan que se percibiera que facilitaban el ataque. Fueron considerados por Washington como "socios silenciosos".

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