La cr¨®nica de los lunes
La Santa Espina a todo volumen e im¨¢genes del regreso a Catalu?a de Tarradellas en una gran pantalla que ocupaba el centro del escenario del teatro T¨ªvoli. As¨ª, de tan boadellana manera, se abri¨® el acto que Ciutadans de Catalunya / Ciudadanos de Catalu?a celebraron en Barcelona el s¨¢bado por la ma?ana. ?xito de convocatoria: teatro lleno hasta la bandera (unas 1.800 plazas) y algunos centenares de personas en la calle, que se quedaron con las ganas de entrar.
Pronto la sardana cedi¨® el lugar a una melod¨ªa circense, como de Nino Rota, al tiempo que la pantalla escup¨ªa en letras sobreimpresas sobre fondos patrios -la Moreneta, Cadaqu¨¦s- los casos de 23 a?os de nacionalismo: Prenafeta, Casinos, De la Rosa, Roma, Estivill, Pallarols, Turismo... Y para que no quedara resquicio de duda sobre la autor¨ªa del dise?o del acto, dos mossos d'esquadra, por supuesto con gafas oscuras, se colocaban a lado y lado del escenario en actitud vigilante: uno de ellos era el propio Albert Boadella.
Los maulets envueltos en la bandera estelada impidi¨¦ndoles hablar tuvieron que ponerlos esta vez los propios Ciutadans / Ciudadanos en formato virtual, a modo de cu?as que pespunteaban las intervenciones de los oradores. La falta f¨ªsica de contestaci¨®n no iba a aguarles la fiesta, qu¨¦ caramba, nada m¨¢s faltar¨ªa que en su gran d¨ªa constituyente no pudieran recordar lo amordazados que han vivido y viven en esta tierra, m¨¢s all¨¢ de sus c¨¢tedras, sus teatros y sus tribunas period¨ªsticas, como vino a reconocer indirectamente el propio Fernando Savater, invitado de excepci¨®n, cuando dijo en su breve intervenci¨®n: "ETA mata para que el Pa¨ªs Vasco nunca tenga lo que ten¨¦is vosotros aqu¨ª".
Pero este cronista no iba a la cosa del T¨ªvoli s¨®lo por esp¨ªritu fl?neur, que tambi¨¦n, sino para ver la actuaci¨®n en vivo y en directo del ex cronista de los lunes de este diario, el bueno de Arcadi Espada, que ha optado por otros mundos profesionales y period¨ªsticos. L¨ªder nato, a ¨¦l correspondi¨® el parlamento de lujo de la ma?ana, el ¨²ltimo. Estuvo brillante, sarc¨¢stico, inteligente, mordaz. Se meti¨® de un bocado a la audiencia en el bolsillo. Imposta la voz como el mismo Boadella, se dir¨ªa que ha mitineado toda su vida. Sigue un extracto de su bien trenzado discurso. Capatatio benevolentiae, mirando al teatro lleno: "Nunca pens¨¦ que hubiera tantos pijos en Catalu?a" (como se sabe, los Ciutadans / Ciudadanos han sido acusado de esnobismo) y "s¨®lo en Catalu?a puede descalificarse a alguien llam¨¢ndole intelectual" (para rebatir la acusaci¨®n de que el grupo que ahora empieza el proceso para convertirse en partido posee mucha cabeza y poca base). Chiste oportuno, con vocecilla aflautada para el caso: "Muchos me dec¨ªan, citando al pensador franquista: 'haga como yo, no se meta en pol¨ªtica". Perlas escogidas: "Espa?a es una trama de afectos donde no es posible distinguir el color de los hilos"; "el nacionalismo es una obediencia debida"; "el nacionalismo es indiscutible, en cuanto se le discute se deshace"; "el nacionalismo debe volver a la alcoba junto al crucifijo"; "?Lerroux? ?Lerroux? Hoy los chicos lo estudian en la escuela como adjetivo". Y as¨ª.
Si el nacionalismo siempre se ha caracterizado por re?ir a quienes no comparten su ideario, el antinacionalismo (o "posnacionalismo", seg¨²n la definici¨®n que los ciudadanos prefieren dar de s¨ª mismos) parece seguir el mismo camino. El ex cronista de los lunes lleva mucho tiempo con el entrecejo fruncido, que ha identificado con el buen periodismo. Desde que public¨® su libro Contra Catalu?a, en 1997, y m¨¢s tarde en su blog ha venido aleccionando a muchos profesionales de esta casa por su tibieza frente al nacionalismo, la correcci¨®n pol¨ªtica o simplemente el -a su juicio- recto proceder informativo, a falta de otros temas de que ocuparse. Ahora Arcadi Espada ha llegado a la pol¨ªtica, el lugar donde podr¨¢ re?ir a sus anchas, siguiendo honorables ejemplos.
Nosotros, los de entonces, s¨ª somos los mismos. Como propugnaba Sol Gallego hace unos d¨ªas, procuraremos seguir fieles al periodismo no de ataque, sino de preguntas insistentes, de defensa, que practica la octagenaria Helen Thomas en las ruedas de prensa de la Casa Blanca y que pone en apuros al mism¨ªsimo portavoz de Bush.
Al margen de ello, es un dato ilusionante que los antinacionalistas o posnacionalistas decidan formar un partido y medir sus fuerzas en las urnas. Por fin se podr¨¢ comprobar si ir contra todo, que es la sensaci¨®n que dejaron el otro d¨ªa los oradores, es suficiente para hacerse un hueco en el arco parlamentario o bien se impone llevar en el futuro programa alguna propuesta en positivo. El acto del T¨ªvoli dej¨® tras de s¨ª el rastro de una normalidad de la que no cabe m¨¢s que congratularse. La formul¨® con toda sencillez Maite Nolla, la despierta y muy aplaudida representante de la agrupaci¨®n de Lleida: "Conseguir que no ser nacionalista sea tan normal como serlo".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.