Alternativas al petr¨®leo

Vuelvo de Brasil. All¨ª, hablando, me dejaron una frase: "Lo bueno del Brasil es que aqu¨ª los pol¨ªticos son muy baratos". Me dio que pensar. Porque en otros pa¨ªses, donde la compra no es tan directa, son mucho m¨¢s caros. Miren el dispendio de las campa?as electorales: entre globos, convenciones, televisiones y peri¨®dicos, las campa?as cuestan un Congo. Por ejemplo, en los EE UU, donde s¨®lo pueden financiarlas las mayores compa?¨ªas del pa¨ªs: el lobby energ¨¦tico compuesto por las grandes petroleras y el consorcio armament¨ªstico. Este a?o, las grandes empresas de petr¨®leo, que cuentan con grandes reservas, est¨¢n consiguiendo beneficios extraordinarios gracias a la preclara pol¨ªtica exterior de su ?mejor empleado? que ha logrado colocar el crudo por las nubes.

Esta ma?ana le he puesto oro negro al coche y, mientras observaba bailar el contador de euros, he dirigido mi mirada al cielo y he implorado: "?A nadie se le podr¨ªa ocurrir un sustituto al motor de combusti¨®n de gasolina!". Y he recordado que en Brasil, sin ir m¨¢s lejos, la mitad del parque automovil¨ªstico funciona con alcohol (destilado de la ca?a de az¨²car). Ecol¨®gico, renovable y algo m¨¢s barato. ?A qu¨¦ esperamos aqu¨ª para intentarlo.