Rearme latino

Latinoam¨¦rica ha entrado en estos ¨²ltimos a?os en una desaz¨®n pol¨ªtica muy ligada a la frustraci¨®n de las expectativas de desarrollo econ¨®mico y social que despert¨® el gran ¨¦xito de los procesos democratizadores iniciados hace dos d¨¦cadas y que no se han cumplido. Aunque sean varios los pa¨ªses del subcontinente que siguen procesos cuasi ejemplares, otros han entrado en unas derivas de polarizaci¨®n ideol¨®gica con fen¨®menos de populismo, de larga tradici¨®n en la zona.

Por eso resulta alarmante que el gasto militar est¨¦ aumentando ¨²ltimamente de forma notable en unas naciones que tienen tanta necesidad en otros sectores como infraestructuras, sanidad o educaci¨®n. Los datos de los centros internacionales especializados registran en los dos ¨²ltimos a?os m¨¢s adquisici¨®n de material y un salto tecnol¨®gico que pueden llevar a un peligroso desequilibrio. Chile, Venezuela y Brasil encabezan el ranking. Los gastos de defensa aumentan, pese a que las relaciones entre pa¨ªses, salvo en casos muy concretos, no se han deteriorado.

Si muchas de las conductas en pol¨ªtica militar son tan explicables como asumibles, como el gasto militar de una Colombia azotada por el narcotr¨¢fico y la guerrilla o el de un Chile fiel a su tradici¨®n y que ha optado ahora por la adquisici¨®n de tecnolog¨ªa militar avanzada, los dispendios venezolanos -tan f¨¢ciles con los ingresos actuales de un productor de petr¨®leo- con la distribuci¨®n de armas a cuerpos paramilitares son un fen¨®meno inquietante. Y mucho m¨¢s lo ser¨ªa tambi¨¦n que parte del aumento de la compra de armas de otros pa¨ªses acabara siendo financiado por la misma fuente, lo que cambiar¨ªa no ya s¨®lo la correlaci¨®n de fuerzas en el subcontinente, sino tambi¨¦n la percepci¨®n de las amenazas y el miedo.