Barenboim inicia una colaboraci¨®n de cinco a?os con la Scala

El m¨²sico Daniel Barenboim anunci¨® ayer en Mil¨¢n que comenzar¨¢ una intensa colaboraci¨®n con el teatro de la Scala. Barenboim tendr¨¢ una relaci¨®n continua con la instituci¨®n l¨ªrica, pero no ocupar¨¢ el lugar de director musical, vacante desde hace m¨¢s de un a?o, tras la renuncia de Riccardo Muti. "Se integrar¨¢ en la gran familia de los directores de orquesta que han contribuido a aumentar el prestigio del teatro", dijo ayer St¨¦phane Lissner, director art¨ªstico de la Scala.

Desde ayer, Barenboim es el referente musical n¨²mero uno en la Scala de Mil¨¢n. Al menos mientras no se nombre a un nuevo director. Riccardo Muti renunci¨® en abril de 2005 despu¨¦s de un enfrentamiento p¨²blico con la orquesta de la Scala y con otros empleados que llev¨® a la cancelaci¨®n de varios conciertos.

Con la conferencia de prensa de ayer se oficializ¨® la apertura de una larga relaci¨®n de trabajo que comenzar¨¢ el 9 de noviembre de 2007 con el R¨¦quiem de Verdi y se cerrar¨¢ con la tetralog¨ªa de Wagner, El anillo del Nibelungo, en el a?o 2011.

El compromiso del director argentino con el teatro de Mil¨¢n es amplio y se desarrolla en tres direcciones distintas, relacionadas entre ellas y de igual importancia: el proyecto musical, el proyecto educativo y el proyecto europeo.

El proyecto musical de Daniel Barenboim con el teatro de la Scala tiene su origen en la Novena sinfon¨ªa de Beethoven, el 23 de diciembre de 2005, cuyo ¨¦xito extraordinario dio prueba de la profunda consonancia entre el director y la instituci¨®n. "He tenido un reencuentro musical y humano extraordinario con la Scala en diciembre pasado. Encontr¨¦ inter¨¦s, pasi¨®n y curiosidad. Una conexi¨®n existencial naci¨® de este conjunto", record¨® ayer el mismo Barenboim.

A partir de 2007, el director argentino se comprometi¨® a dirigir dos ¨®peras por temporada, la primera ser¨¢ Trist¨¢n e Isolda, el 7 de diciembre de 2007. La inauguraci¨®n de su relaci¨®n con la Scala ser¨¢ la direcci¨®n del R¨¦quiem de Verdi, en los 50 a?os de la muerte del director italiano Toscanini. De ah¨ª tendr¨¢ que afrontar un repertorio extendido que lo llevar¨¢ a confrontarse con Wagner, Sch?nberg, Puccini, Prok¨®fiev y Mozart.

Sobre el proyecto educativo, durante su permanencia en la Scala, el director argentino se dedicar¨¢ a la formaci¨®n con una actividad programada con la academia musical de Mil¨¢n, donde dar¨¢ algunas clases a los j¨®venes m¨²sicos. No es la primera vez que Barenboim se compromete en proyectos pedag¨®gicos, ya lo hizo en el pasado en distintas formas, tanto en Europa como en Oriente Pr¨®ximo.

Adem¨¢s, junto a la colaboraci¨®n de Barenboim, nace una relaci¨®n musical e institucional entre la Scala y la Staatsoper Unter den Linden de Berl¨ªn, de la que ¨¦l es director art¨ªstico, que ayer se defini¨® como Proyecto Europeo. Las dos ¨®peras m¨¢s antiguas del mundo fomentan una relaci¨®n que tiene pocos precedentes en la escena internacional. Ambas instituciones hablar¨¢n de operas, m¨²sicos, repertorios, solistas directores y cantantes. La idea es crear una uni¨®n de fuerzas para dar vida a espect¨¢culos que tendr¨¢n su primera ejecuci¨®n a veces en Mil¨¢n y otras en Berl¨ªn, seg¨²n un plan ya elaborado. La primera prueba de esta colaboraci¨®n se podr¨¢ observar el 1 y el de 2 de julio de 2007, cuando la orquesta Staatskapelle de Berl¨ªn brinde en la Scala dos conciertos de Mahler: la primera noche, Barenboim dirigir¨¢ la Quinta sinfon¨ªa; al d¨ªa siguiente, Pierre Boulez dirigir¨¢ la Sexta.