El t¨¦cnico innombrable
Dom¨¦nech, a quien Zidane no menciona, dice que su relaci¨®n con el capit¨¢n de Francia es normal
Zidane nunca pronuncia p¨²blicamente las palabras malditas: Raymond Dom¨¦nech. Tampoco se le oy¨® pronunciar un simple "Dom¨¦nech", y mucho menos un familiar "Raymond". Cuando Zinedine Zidane habla de este se?or le llama "el seleccionador". Fr¨ªamente. Siguiendo el hilo de una relaci¨®n paralizada por la incompatibilidad de caracteres. El capit¨¢n de la selecci¨®n de Francia es riguroso con las formas que ¨¦l mismo se impone. Zidane tambi¨¦n es fiel a su ideario. Est¨¢ convencido de que rinde mejor con dos delanteros y Dom¨¦nech no se los consiente. El debate en el seno de la selecci¨®n francesa es constante. Hay jugadores que llevan cuatro a?os discutiendo asuntos psicol¨®gicos, dibujos t¨¢cticos, estrategias y normas de convivencia. Mientras tanto, Francia no ha conseguido una sola victoria en los Mundiales. Su ¨²ltimo triunfo data del 12 de julio de 1998: el 3-0 a Brasil de la final de Par¨ªs. Lo tr¨¢gico del dato es que pasado ma?ana deber¨¢ imponerse a Togo para seguir en el campeonato. Dom¨¦nech s¨®lo encuentra en los arbitrajes recibidos una explicaci¨®n a la penosa situaci¨®n del equipo: "Es inquietante, sobre todo cuando ocurre en dos partidos. Esto comienza a ser extra?o. Hay hechos evidentes: en el penalti contra Suiza, en la cartulina amarilla a Zidane... Es la primera vez en una Copa del Mundo, lo he verificado, que un ¨¢rbitro sanciona a un jugador por lanzar una falta demasiado r¨¢pido"¡¤
"?Por qu¨¦ le cambi¨¦ cuando ya era tarde? ?Y qui¨¦n tiene una regla para hacer cambios?"
Adem¨¢s de buscar excusas, Dom¨¦nech medita sobre la posibilidad de jugar con dos delanteros. "Es una opci¨®n que me planteo", dice. Justo lo que pide Zidane. Tener a Henry y Trezeguet por delante. El problema es que contra Togo el capit¨¢n estar¨¢ suspendido. El f¨²tbol es impredecible y en una Copa del Mundo los factores aleatorios se multiplican. El torneo es una picadora de banquillos. Dom¨¦nech siente un creciente ruido de cuchillas, pero se esfuerza por dar una imagen serena y dialogante. Ayer se enfrent¨® a la prensa para hacer afirmaciones que retratan su forma de ver el juego: "Es incre¨ªble. Hoy he repasado el v¨ªdeo del partido contra Corea y debo decir que durante 45 minutos hicimos la presi¨®n casi a la perfecci¨®n", afirm¨®. "Presionamos arriba durante todo el partido. No conozco otro equipo que presione como nosotros. No nos descolocamos nunca. Nunca nos hicieron un dos para uno. Nunca nos cogieron al contragolpe. Me pareci¨® en las im¨¢genes que nuestros jugadores estuvieron tranquilos en todo momento. Nunca concedieron un disparo, salvo una vez en el minuto 81, despu¨¦s de un golpe franco y una jugada ensayada", a?adi¨®.
Francia ha perdido la capacidad de sorprender y de sorprenderse. Sus extremos nunca pierden de vista a los laterales contrarios, el delantero centro acude puntualmente a estorbar la salida del bal¨®n, los centrocampistas presionan con ritmo de cadena de montaje y los centrales no dejan un metro al libre albedr¨ªo. Francia es el para¨ªso mec¨¢nico. Salvo por los arbitrajes, su entrenador no ve nada malo por ning¨²n lado. Ayer exclam¨®: "?Qu¨¦ se le pude pedir a unos jugadores que han corrido diez kil¨®metros en un partido?".
La sustituci¨®n de Zidane en el minuto 91 del partido contra Corea, nada menos que por Trezeguet, exhibi¨® algunos de los cortocircuitos que existen entre el t¨¦cnico y su jugador m¨¢s importante. La decisi¨®n fue oportuna como advertencia o como acusaci¨®n velada, no como medida estrat¨¦gica. Zidane debi¨® de interpretarlo as¨ª porque se quit¨® el brazalete de capit¨¢n con cierto desprecio y evit¨® la mirada de Dom¨¦nech antes de marcharse al vestuario. Ayer el t¨¦cnico se hizo el sorprendido antes de tejer un discurso -le apasionan las ciencias ocultas- muy cr¨ªptico: "?Qu¨¦ por qu¨¦ le cambi¨¦ cuando ya era demasiado tarde? ?Y qui¨¦n tiene una regla para hacer cambios? ?Existe una f¨®rmula? Yo act¨²o en anticipaci¨®n permanente. Zidane est¨¢ suspendido para el pr¨®ximo partido. Es necesario enviar se?ales a todo el mundo. En ese momento del partido empat¨¢bamos 1-1 y el porvenir s¨®lo depende de nosotros y del partido que no jugar¨¢ Zidane, contra Togo. Los que jueguen se tienen que preparar".
Cuando le preguntaron por la falta de comunicaci¨®n que existe con Zidane, el entrenador dijo: "Son especulaciones. Es una relaci¨®n normal entre un t¨¦cnico y el capit¨¢n. Zidane es un hombre que ha ayudado muchas veces a la selecci¨®n y hablamos del funcionamiento del equipo, de lo que pasa y de las cosas que se pueden mejorar".
Desde que el senegal¨¦s Bouba Diop le marc¨® un gol (1-0) en Corea, en 2002, el destino se conjura contra Francia. Los goles absurdos, los tiros al palo, los ¨¢rbitros, las lesiones... Ocurre con las sociedades cuando no hay leyes y ocurre en los equipos cuando no hay l¨ªderes. Francia, a falta de caudillos en el campo, podr¨ªa tenerlo en el banquillo. Esta posibilidad se esfum¨® cuando la federaci¨®n francesa omiti¨® la contrataci¨®n de Laurent Blanc y se decant¨® por el seleccionador de las categor¨ªas inferiores.
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