Hacia una nueva visi¨®n ambiental
El informe de pol¨ªtica ambiental aprobado recientemente por el Gobierno vasco en la reuni¨®n celebrada en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai con motivo del D¨ªa Mundial del Medio Ambiente, Informe de Sostenibilidad Ambiental 2006, es un documento importante. En ese informe, el Gobierno ha actualizado su estrategia de desarrollo sostenible para 2020. Ha formulado una nueva visi¨®n y unos objetivos a largo plazo que articulan de manera integrada y coherente la ambici¨®n ambiental de este pa¨ªs. El mensaje central que ha enviado a la sociedad vasca, en particular a sus agentes econ¨®micos y sociales, es que el medio ambiente ha de ser visto como una l¨ªnea de oportunidad estrat¨¦gica para profundizar en la modernizaci¨®n de nuestro sistema econ¨®mico y para mejorar de manera sustancial la calidad de vida de nuestra ciudadan¨ªa.
M¨¢s discutible es si el Departamento de Medio Ambiente ser¨¢ capaz de liderar el proyecto
La primera gran meta, es actuar frente al cambio clim¨¢tico y prepararnos para sus consecuencias
La pol¨ªtica ambiental ha estado tradicionalmente orientada en una direcci¨®n defensiva, de protecci¨®n frente a los desmanes, de preservar, de resguardar. Es evidente que esa orientaci¨®n sigue siendo necesaria, pero el mencionado informe ha propuesto ir un paso m¨¢s adelante. Ha llegado el momento de entender el medio ambiente como una oportunidad para que Euskadi encuentre una posici¨®n de liderazgo en la nueva sociedad del conocimiento.
Afirmar que la visi¨®n que mueve al Gobierno es que en 2020 se ha de entregar a la siguiente generaci¨®n una Euskadi en la que los principales problemas ambientales hayan sido resueltos es un ejercicio de ambici¨®n y liderazgo. Por un lado, coloca al medio ambiente en un lugar central en el marco de la segunda gran transformaci¨®n econ¨®mica a la que se enfrenta el pa¨ªs. Por otro, lo conecta con otros grandes retos a los que nos enfrentamos en el ¨¢mbito econ¨®mico-tecnol¨®gico, en el social y, tambi¨¦n, en el pol¨ªtico. Otra cuesti¨®n m¨¢s discutible es si el Departamento de Medio Ambiente ser¨¢ capaz de liderar en la pr¨¢ctica con esa pol¨ªtica ambiental al conjunto del Gobierno vasco y de las instituciones p¨²blicas de este pa¨ªs.
Junto a esa nueva visi¨®n, el Gobierno despliega cinco grandes metas que se configuran como el centro de la pol¨ªtica ambiental para este pa¨ªs. La primera, actuar frente al cambio clim¨¢tico y prepararnos para sus consecuencias. Es ¨¦ste un gran desaf¨ªo en el que nos jugamos nuestro futuro. Y las cosas no van de momento en la buena direcci¨®n: el Pa¨ªs Vasco sigue incrementando sus emisiones de gases de efecto invernadero y est¨¢ muy lejos de cumplir los par¨¢metros de Kioto. Cumplir esa meta nos exigir¨¢ ser visionarios y estar dispuestos a asumir costes. Debemos exigir a nuestros l¨ªderes pol¨ªticos que sean mucho m¨¢s ambiciosos y audaces de lo que son en la actualidad. Que se pongan de acuerdo y coordinen la implantaci¨®n de pol¨ªticas industriales, energ¨¦ticas y de transporte coherentes con el futuro del planeta. Adem¨¢s, todos deberemos comprometernos personalmente con una conducta m¨¢s restrictiva en la utilizaci¨®n del autom¨®vil y el consumo energ¨¦tico de nuestras casas.
La segunda meta estrat¨¦gica es reforzar nuestro capital natural y proteger nuestra biodiversidad. En este ¨¢mbito, la artificializaci¨®n del territorio es nuestro principal tal¨®n de Aquiles. En los pr¨®ximos a?os Euskadi tiene que ser capaz de definir un modelo territorial compatible con el mantenimiento de nuestro stock de capital natural. Es necesario dar mayor peso a los n¨²cleos urbanos actuales de nuestras ciudades y pueblos. Hay que evitar de manera radical la sangrante utilizaci¨®n de territorio y el elevado coste social que supone la construcci¨®n de viviendas unifamiliares y urbanizaciones de chalets adosados que surgen como setas a lo largo y ancho de nuestra geograf¨ªa, as¨ª como la proliferaci¨®n indiscriminada de nuevos pol¨ªgonos industriales y grandes superficies comerciales y de infraestructuras lineales de transporte. Esta importante meta s¨®lo ser¨¢ cre¨ªble si se ponen en marcha pol¨ªticas m¨¢s en¨¦rgicas, mejor coordinadas a todos los niveles de gobierno y m¨¢s efectivas para controlar y defender nuestro stock de capital natural.
La tercera meta se centra en mejorar la calidad ambiental de nuestros n¨²cleos urbanos como clave para preservar la salud de las personas. Esto pasa irremisiblemente por sacar los coches de los centros de las tres capitales y de los principales n¨²cleos urbanos. Para ello es preciso, por un lado, concienciar a la ciudadan¨ªa de que la contaminaci¨®n de las ciudades mina de manera importante la salud de sus hijos. Por otro, hacer que la ciudadan¨ªa sea mucho m¨¢s exigente demandando su derecho a un espacio urbano sin ruido y sin contaminaci¨®n. Finalmente, implantando sistemas de precios/peajes que tengan en cuenta los efectos medioambientales de la utilizaci¨®n del autom¨®vil, asumiendo el coste pol¨ªtico de dichas medidas.
Caminar hacia un consumo y producci¨®n ambientalmente sostenibles es la cuarta de las metas estrat¨¦gicas. Es la meta en la que la relaci¨®n entre el medio ambiente, el desarrollo econ¨®mico y la competitividad de nuestro tejido productivo es m¨¢s evidente. Euskadi precisa crear nuevos productos, nuevas empresas y nuevos sectores de actividad que sirvan para mantener y mejorar la calidad de vida de las personas. ?Por qu¨¦ no aprovechar los retos ambientales para abrir nuevas v¨ªas de diversificaci¨®n del tejido productivo vasco hacia sectores tecnol¨®gicamente m¨¢s avanzados e intensivos en conocimiento? Convertir a Euskadi en una de las regiones europeas l¨ªderes en la calidad ambiental de sus pueblos y ciudades, como anuncia el informe, s¨®lo ser¨¢ posible si somos capaces de reinventar nuestro tejido empresarial, buscando nuevas actividades productivas m¨¢s intensivas en conocimiento, que apuesten por producir con tecnolog¨ªas m¨¢s limpias y con sistemas m¨¢s ecoeficientes.
Para que eso sea posible, hemos de concentrar esfuerzos, sumar y coordinar las capacidades disponibles. En particular, las de la potente red vasca de ciencia y tecnolog¨ªa para que sea capaz de crear aplicaciones innovadoras que, adem¨¢s de generar empleo y riqueza, conduzcan a mejoras ambientales. Como sociedad hemos de ser capaces de producir m¨¢s y mejor con menos recursos naturales, menos energ¨ªa, menos agua, menos territorio, menos residuos. Para ello tenemos que apostar por actividades m¨¢s intensivas en conocimiento y tecnolog¨ªa como factores diferenciales de nuestro modelo de desarrollo. En esa direcci¨®n, la apuesta por la formaci¨®n y la capacitaci¨®n de las personas es un factor clave. Tambi¨¦n lo es la aplicaci¨®n intensiva de instrumentos de mercado que avancen en la internalizaci¨®n de los costes ambientales. Es decir, la aplicaci¨®n pr¨¢ctica del principio de quien contamina, paga.
Finalmente, la quinta meta consiste en asumir nuestra cuota de responsabilidad ambiental a nivel internacional. El desarrollo sostenible incorpora la dimensi¨®n solidaria a nivel internacional y nos ayuda a poner de relieve que no queremos un desarrollo que hipoteque las posibilidades de otros pueblos para desarrollarse igualmente. En nuestra opini¨®n, el esfuerzo en esta direcci¨®n ha de ser notable. Tenemos que ser concientes como sociedad de nuestro compromiso, exigiendo grandes dosis de energ¨ªa y dedicaci¨®n a nuestros gobernantes en esa direcci¨®n.
Euskadi se est¨¢ dotando de una pol¨ªtica ambiental ambiciosa, a la altura de los pa¨ªses europeos m¨¢s avanzados en ese campo y en consonancia con los grandes retos de sostenibilidad a los que se enfrenta como pa¨ªs. El camino para ir dotando de contenido a ese ambicioso planteamiento estrat¨¦gico es, sin duda, largo y dif¨ªcil. Para ello tendremos que ser capaces como sociedad de poner en valor el proceso de transformaci¨®n ambiental que se ha producido durante los ¨²ltimos 20 a?os.
Sin caer en la trampa de pensar que con la redacci¨®n de la pol¨ªtica ya se han resuelto los problemas, hemos de reconocer, no obstante, que ir forjando una nueva visi¨®n para este pa¨ªs en relaci¨®n con el medio ambiente es un paso importante en la buena direcci¨®n.
Antxon Olabe e I?aki Barredo son economistas ambientales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.