Repsol, en el laberinto boliviano
Evo Morales desconcierta a la petrolera hispano-argentina con sus buenas palabras y sus duros hechos
Las cosas est¨¢n as¨ª: te pueden llamar a declarar como testigo y terminar encerrado". Un directivo de la compa?¨ªa petrolera hispano-argentina Repsol-YPF resume la situaci¨®n que atraviesa la empresa en Bolivia poniendo como ejemplo lo ocurrido al s¨ªndico de la compa?¨ªa, Sa¨²l Encinas Miranda, quien fue liberado el pasado domingo despu¨¦s de pasar dos noches en el calabozo tras declarar como testigo -no como imputado- por su relaci¨®n con un contrato firmado entre Repsol y la brasile?a Petrobras que, seg¨²n la fiscal¨ªa de Santa Cruz, ha supuesto un fraude para los intereses bolivianos. El hecho provoc¨® la primera respuesta medianamente dura de la compa?¨ªa en el conflicto que atraviesa desde que Evo Morales anunci¨® la nacionalizaci¨®n de los hidrocarburos el pasado 1 de mayo.
"Las cosas est¨¢n as¨ª: te pueden llamar a declarar como testigo y terminar encerrado", asegura un directivo de Repsol-YPF para explicar la situaci¨®n que se vive en Bolivia
Una ruptura total causar¨ªa da?o no s¨®lo a la empresa hispano-argentina, ya que la estatal boliviana no tiene capacidad para hacerse cargo de todo el proyecto
Repsol advierte de que recurrir¨¢ a los tribunales internacionales, y Bolivia amenaza con denunciar a la multinacional por "saqueo"
El vicepresidente boliviano viajar¨¢ pr¨®ximamente a Espa?a en lo que puede suponer un cambio de perfil en la marcha de la negociaci¨®n
El nuevo presidente boliviano, que ascendi¨® al poder el pasado enero tras una victoria espectacular en la primera vuelta de las elecciones, ha convertido el nacionalismo energ¨¦tico en el eje de su mandato. Es m¨¢s, ¨¦sa fue la bandera que le llev¨® al poder. Morales est¨¢ convencido de que, para que su pa¨ªs progrese y para que se comience a atajar la pobreza que afecta a la mayor parte de su poblaci¨®n, es imprescindible un nuevo reparto de la tarta petrolera: un pedazo mucho m¨¢s grande para el Estado. Su gran reto es conseguirlo de forma negociada y sin provocar una estampida, ya que, hoy por hoy, Bolivia no parece en condiciones de gestionar por s¨ª sola la riqueza de su subsuelo, ni siquiera con la ayuda de su gran aliado: el presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez.
Repsol amenaz¨® con acciones ante organismos internacionales. Inmediatamente, desde La Paz, el Gobierno advirti¨® de que puede llevar a la empresa ante los tribunales internacionales por "saqueo". "Si esto fuera un combate de boxeo, habr¨ªa que decir que Repsol est¨¢ siendo un gran encajador, pero tendr¨ªan que recordar que la pelea se puede perder aunque no caigan en la lona", opina un alto responsable de una firma auditora afincada en Bolivia. "Hay demasiados factores ajenos al conflicto de las nacionalizaciones que influyen en lo que pasa con Repsol", a?ade.
Con un proceso negociador en marcha -en el que se ha comprometido al m¨¢s alto nivel el Gobierno espa?ol- m¨¢s basado hasta ahora en las declaraciones que en los resultados concretos, la compa?¨ªa asiste pr¨¢cticamente cada semana a acciones judiciales contra sus directivos y a declaraciones de abierta hostilidad desde las instancias pol¨ªticas. "En lo formal insisten en privilegiar el di¨¢logo, pero hay una crisis interna fenomenal, los tiempos de la nacionalizaci¨®n no alcanzan y no es posible una pr¨®rroga", advierte el directivo de Repsol.
La crisis interna a la que se refiere la citada fuente ha hecho explosi¨®n esta misma semana con la destituci¨®n de Jorge Alvarado como presidente de Yacimientos Petrol¨ªferos Fiscales de Bolivia (YPFB), la empresa estatal que, seg¨²n el plan de Morales, va a protagonizar el proceso de nacionalizaci¨®n y que terminar¨¢ controlando la extracci¨®n, producci¨®n y comercializaci¨®n del gas y el petr¨®leo bolivianos. Alvarado -un antiguo diputado del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales, quien se hab¨ªa destacado por su beligerancia contra Repsol-YPF- fue acusado en julio por la Superintendencia de Hidrocarburos boliviana de firmar en junio un contrato de exportaci¨®n de petr¨®leo a Brasil que no s¨®lo violaba el decreto de nacionalizaci¨®n, sino que adem¨¢s resultaba lesivo para los intereses bolivianos por los t¨¦rminos en los que estaba suscrito.
La detenci¨®n del s¨ªndico
Morales defendi¨® a Alvarado con vehemencia -"el compa?ero Alvarado es incorruptible"- y asegur¨® que "intereses internos y externos quieren frenar la nacionalizaci¨®n con acusaciones falsas". Cinco d¨ªas despu¨¦s, la fiscal¨ªa de Santa Cruz enviaba cuatro requerimientos al s¨ªndico de Repsol, Sa¨²l Encinas Miranda, en los que exig¨ªa documentaci¨®n de la empresa desde 2001 "en un plazo absurdamente perentorio", seg¨²n ha denunciado la propia compa?¨ªa.
Encinas se present¨® en la Fiscal¨ªa con la documentaci¨®n y all¨ª qued¨® detenido. Y por segunda vez en pocos meses, varios fiscales allanaron la sede de Repsol en Santa Cruz en un acto calificado por Repsol de "injustificado".
"Simplemente queremos que Repsol colabore con la investigaci¨®n, y si hemos allanado ese domicilio, es porque no ha colaborado con la justicia como tiene que hacer cualquier ciudadano boliviano", subraya el fiscal de distrito, Jaime Soliz, quien recalca que las investigaciones que ¨¦l y otros cuatro fiscales llevan a cabo son contra Andina y no contra Repsol-YPF. Hasta el decreto de nacionalizaci¨®n, Andina estaba participada por Repsol, con mayor¨ªa accionarial, e YPF.
C¨®mo se hace con el control YPFB y c¨®mo queda Repsol son algunos de los puntos cruciales pendientes de negociaci¨®n. Por ahora, Repsol tiene en el Consejo de Administraci¨®n de Andina cuatro representantes, por tres YPFB.
Finalmente, Encinas Miranda fue puesto en libertad, aunque debe presentarse ante el juez todas las semanas y est¨¢ sujeto a un arresto domiciliario fuera de sus horas de trabajo. Y Morales ha destituido a Alvarado, aunque tambi¨¦n ha relevado de sus cargos al viceministro y al superintendente de Hidrocarburos, quienes hab¨ªan denunciado a su protegido.
Antes de destituir al superintendente, ¨¦ste recibi¨® varias llamadas del vicepresidente del pa¨ªs y del ministro de Hidrocarburos con la intenci¨®n de que retirara el informe en el que denunciaba que YPFB, bajo la direcci¨®n de Alvarado, hab¨ªa violado la ley, pero el alto funcionario no se retract¨®.
"El problema de Morales es que su gente no sabe c¨®mo funciona la maquinaria de la Administraci¨®n y aqu¨ª suceden dos cosas: puede nombrar a gente poco id¨®nea para los puestos y, por otro lado, le pueden mover el suelo bajo los pies quienes s¨ª conocen c¨®mo se maneja el Estado", opina un diplom¨¢tico destinado en La Paz.
Morales parece haber captado la misma idea y ha colocado al frente de YPFB a Juan Carlos Ortiz, un economista nacido en Santa Cruz, de perfil mucho m¨¢s t¨¦cnico que su antecesor, ex directivo de Petrobras y adem¨¢s sobrino del embajador boliviano en Argentina, un dato que no escapa a los responsables de Repsol-YPF. "El tema de las simpat¨ªas pol¨ªticas queda en el ¨¢mbito de lo personal, de lo que se trata es de hacer de este proyecto profesional una herramienta para el progreso de Bolivia", asegura Ortiz.
M¨¢s radical ha sido el nombramiento para la Superintendencia de Hidrocarburos. Santiago Berrios es un periodista partidario directamente de eliminar el cargo para el que acaba de ser nombrado "porque es una m¨¢quina burocr¨¢tica que ni fiscaliza ni controla, que son los objetivos para los que fue creada".
A pesar de las declaraciones p¨²blicas del presidente de la empresa, Antonio Brufau, de que la voluntad de Repsol-YPF es permanecer en Bolivia, se albergan serias dudas sobre la verdadera voluntad del Gobierno boliviano, que combina los gestos y declaraciones de colaboraci¨®n con los ataques m¨¢s furibundos.
Especial da?o a la confianza en sus interlocutores ha causado lo sucedido con el anterior responsable de la empresa en Bolivia, Julio Gavito. Tras estar varios d¨ªas con una orden de busca y captura, Gavito se present¨® voluntariamente el pasado marzo ante las autoridades despu¨¦s de que las palabras conciliadoras de Morales a Brufau durante una reuni¨®n mantenida en La Paz fueran interpretadas en la compa?¨ªa como una garant¨ªa hacia el directivo perseguido por la justicia.
Gavito fue detenido inmediatamente y, tras pasar una noche en prisi¨®n, se le impuso una "orden de arraigo", es decir, la imposibilidad de abandonar el pa¨ªs, levantada temporalmente a principios de julio.
Bolivia sola no puede
Algunos observadores bolivianos advierten de que una ruptura total no s¨®lo causar¨ªa da?o a la compa?¨ªa hispano-argentina. "YPFB no tiene capacidad para hacerse cargo de todo el proyecto. No hay dinero ni para la exploraci¨®n ni para la explotaci¨®n", subraya en su despacho de Santa Cruz Julio C¨¦sar Caballero, un polit¨®logo que presenta un programa semanal de entrevistas en la televisi¨®n, y que se ha convertido en un referente para seguir la crisis boliviana. "Lo que pretende hacer el Estado es quedarse con todo el negocio con un m¨ªnimo de inversi¨®n, y eso no funciona ni aqu¨ª ni en la China y por eso es necesaria la participaci¨®n de las empresas extranjeras que obtengan ganancias, pero que tambi¨¦n beneficien al pa¨ªs", a?ade.
Los n¨²meros hablan por s¨ª solos de la importancia, mucha o poca, de la inversi¨®n de Repsol-YPF en Bolivia. Seg¨²n datos de la propia compa?¨ªa correspondientes a 2005, Bolivia representa 31,2 millones de euros de beneficio neto, exactamente el 1% del total de la empresa. Su resultado operativo se sit¨²a en el 1,5% del total y el capital empleado es el 2,5% de los 25.000 millones de euros de capital de la firma. Tiene en Bolivia 300 trabajadores, aunque genera otros 3.000 empleos indirectos. Tal vez eso explica el escaso impacto que los problemas en Bolivia han tenido estos d¨ªas en la cotizaci¨®n burs¨¢til de la compa?¨ªa, que, en cambio, s¨ª se vio gravemente afectada por la reducci¨®n en la cuantificaci¨®n de las reservas.
Con todos estos datos en cartera llegar¨¢ pr¨®ximamente a Madrid el vicepresidente boliviano, ?lvaro Garc¨ªa Linera, en lo que supondr¨¢, si no un cambio claro de rumbo, s¨ª una variaci¨®n notable del perfil del Ejecutivo boliviano en la negociaci¨®n sobre las nacionalizaciones.
Interlocutor con Espa?a
Morales ha decidido dejar en un segundo plano al ministro de Hidrocarburos, Andr¨¦s Soliz Rada, un experto en el tema, pero tambi¨¦n de una reconocida hostilidad hacia las compa?¨ªas extranjeras. Garc¨ªa Linera ya ha actuado de interlocutor del secretario de Estado espa?ol de Asuntos Exteriores, Bernardino Le¨®n, y de la vicepresidenta del Gobierno, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, en las visitas que ambos, por separado, han realizado a La Paz en los ¨²ltimos meses.
En teor¨ªa, Garc¨ªa Linera aterrizar¨¢ con los resultados preliminares de las auditor¨ªas realizadas a las petroleras bajo el brazo. Son datos concretos en los que el Gobierno boliviano ha puesto grandes expectativas para poder convencer a sus interlocutores de las nuevas condiciones en las que quiere que se desarrolle la presencia de petroleras extranjeras en Bolivia. Sin embargo, fuentes de compa?¨ªas auditoras en Bolivia consultadas por este peri¨®dico aseguraron que, de las ocho auditor¨ªas que deb¨ªan ser adjudicadas por el Gobierno, apenas cuatro lo hab¨ªan sido y que los trabajos de investigaci¨®n iban muy lentos. Varias compa?¨ªas auditoras incluso han rechazado la invitaci¨®n del Gobierno de Morales para realizar el encargo. "Es una cuesti¨®n en la que hay mucho m¨¢s que perder que por ganar", se?al¨® un responsable.
El vicepresidente boliviano ya ha realizado la semana pasada un viaje de similares caracter¨ªsticas a Brasil, aunque el caso de Petrobras presenta significativas diferencias con el de Repsol. La petrolera brasile?a es estatal -el presidente Lula ha llegado a decir en p¨²blico que "Petrobras es Brasil, y Brasil es Petrobras"-, se trata del primer inversor extranjero en Bolivia y la mitad del gas que a diario consume Brasil procede de Bolivia. Sin embargo, aunque todas estas coordenadas deber¨ªan hacer m¨¢s urgente un compromiso -o tal vez por eso-, las negociaciones con los brasile?os est¨¢n siendo extremadamente dif¨ªciles. "Hace dos meses que no tenemos interlocuci¨®n con el Gobierno boliviano. Mantuvimos dos reuniones y el Gobierno boliviano decidi¨® suspenderlas", subraya Jos¨¦ Fernando de Freitas, presidente de Petrobras Bolivia. "Hoy en Bolivia no se puede decir que haya seguridad jur¨ªdica. La ley de 2005 daba un marco adecuado, sin embargo el decreto de nacionalizaci¨®n, aunque haya sido emitido por un Gobierno leg¨ªtimo, plantea graves problemas porque es incompatible con la ley. Con este marco, para Petrobras, la industria de los Hidrocarburos es inviable", a?ade el directivo, quien, no obstante, no cierra la puerta. "Siempre creemos que negociar es la mejor alternativa".
Trasiego en Santa Cruz
Mientras, sobre el terreno las cosas no han variado mucho desde que Morales decretara, con despliegue de militares y medios de informaci¨®n, la nacionalizaci¨®n de los hidrocarburos. En los campos situados a unas tres horas de Santa Cruz de la Sierra -la ciudad oriental convertida en el pulm¨®n econ¨®mico de Bolivia-, la actividad en las explotaciones es normal. En medio del contraste del verde de la vegetaci¨®n y el color plateado de tuber¨ªas y dep¨®sitos hay un trasiego de veh¨ªculos todoterreno que entran y salen de las instalaciones rodeadas de alambradas y donde la llama que surge de altas chimeneas met¨¢licas indica la presencia del hidrocarburo.
Muchos trabajadores no pertenecen a las compa?¨ªas propietarias de la explotaci¨®n, sino a contratas, y algunos explican, fuera de las instalaciones, que no ha habido gran variaci¨®n en la actividad y que en alguna ocasi¨®n los campos han sido visitados por funcionarios bolivianos acompa?ados de otras personas a las que identifican como empleados de la venezolana Petrosur que han preguntado sobre caracter¨ªsticas del funcionamiento de las instalaciones.
Esta percepci¨®n de normalidad no es compartida por los vecinos de Bolivia. Argentina, que ha anunciado inversiones millonarias para crear nuevas estructuras de transporte de gas entre ambos pa¨ªses, ha visto c¨®mo esta semana Bolivia interrump¨ªa durante algunas horas el suministro de gas debido a un bloqueo campesino en la frontera entre ambos pa¨ªses para cuyo levantamiento Morales se vio obligado a enviar al Ej¨¦rcito. Acto seguido declar¨® "en emergencia" a polic¨ªas y militares para evitar que las instalaciones puedan ser tomadas por grupos de presi¨®n. El ministro de Presidencia, Juan Ram¨®n Quintana, tuvo que garantizar expl¨ªcitamente a Argentina y a Brasil que los suministros de gas no se ver¨¢n interrumpidos m¨¢s.
Los t¨¦rminos de la negociaci¨®n
RESPOL-YPF es una de las 21 petroleras extranjeras que operan en Bolivia cuyo plazo de negociaci¨®n con el Gobierno de Evo Morales expira el 1 de noviembre, aunque tanto empleados de las compa?¨ªas como analistas bolivianos creen que ser¨¢ superado. Sin embargo, el Gobierno de Evo Morales, con importantes problemas internos derivados del estancamiento en la Asamblea Constituyente, ha pisado el acelerador para cumplir su compromiso, y el mi¨¦rcoles anunci¨® que ya tiene definido el modelo de contrato que toca discutir.
Los dos puntos fundamentales giran en torno a la mayor¨ªa de las acciones en las empresas de las que la estatal YPFB es socio -por regla general, la empresa boliviana tiene el 49%, y la extranjera, el 51%- y donde la Administraci¨®n boliviana pretende que el traspaso de t¨ªtulos sea el menor posible, pero que garantice a YPFB la mayor¨ªa, algo a lo que las empresas extranjeras se oponen al considerar que se entrega el control a la petrolera boliviana a cambio de muy poco. Petrobras, por ejemplo, exige que se le siga garantizando el control de las explotaciones tal y como ya queda reflejado en los contratos firmados.
El otro asunto es el de los beneficios que obtienen las compa?¨ªas. Desde que en los noventa, bajo mandato del presidente Gonzalo S¨¢nchez de Lozada, procedi¨® a las privatizaciones, el beneficio de las compa?¨ªas adjudicatarias era del 82%, mientras que el Estado recib¨ªa el 18%. ?ste ha sido el caballo de batalla sobre el que Morales ha llegado al poder. Primero exigiendo -y ganando- un refer¨¦ndum popular, celebrado en 2004, que impusiera una relaci¨®n del 50%-50%, y finalmente exigiendo que fuera el Estado quien recibiera el 82% de los beneficios. Por tanto, en principio, el Gobierno boliviano quiere que las empresas extranjeras se queden en el pa¨ªs sin el control de las empresas participadas y recibiendo un 18% de los beneficios que genere la explotaci¨®n de los hidrocarburos.
La paradoja es que gran parte de la disputa en torno a los hidrocarburos en Bolivia se fundamenta no sobre realidades en la superficie, sino en promesas situadas a unos 5.000 metros de profundidad. Repsol actualmente opera en 32 bloques (zonas de trabajo), de los cuales la mayor parte, 9.264 kil¨®metros cuadrados, est¨¢ dedicada a la exploraci¨®n, por 2.174 kil¨®metros cuadrados a la explotaci¨®n.
Sus zonas principales de actuaci¨®n son el bloque Mamor¨¦, a unos 220 kil¨®metros de la ciudad de Cochabamba, y el Grigot¨¢, a unos 60 kil¨®metros de Santa Cruz de la Sierra, y la exploraci¨®n y explotaci¨®n en los campos de San Antonio, San Alberto y Margarita, en el departamento de Tarija, al sureste del pa¨ªs. El campo de Margarita es considerado como la mayor reserva de gas de Bolivia.
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