Cuando la empresa te obliga a decir 'adi¨®s'
M¨¢s de 130.000 trabajadores fueron despedidos en 2005 y las indemnizaciones superaron los 230 millones de euros
Los expertos en derecho laboral aseguran que cerca del 75% de los despidos no tienen una causa legal que los justifique: son improcedentes. El trabajador afectado puede reclamar en los servicios de mediaci¨®n administrativos, donde, en presencia del empresario, suele alcanzar un acuerdo m¨¢s favorable para sus intereses. El a?o pasado, por ejemplo, m¨¢s de 130.000 empleados fueron despedidos, pero a trav¨¦s de estos mediadores p¨²blicos, o fruto del fallo de un juez, consiguieron indemnizaciones por un valor total de 230 millones de euros.
En 2005, los despidos generaron 192.486 juicios, el 43,7% de los cuales concluy¨® con una sentencia favorable para el empleado
Cuando un empresario decide despedir a alguno de sus trabajadores, lo normal es que se acoja al llamado despido disciplinario. "En estos casos se supone que el empleado ha cometido alguna infracci¨®n grave", especifica el abogado Pau Ballv¨¦, del Grupo Jur¨ªdico Gispert, "como deslealtad hacia la compa?¨ªa, faltas de asistencia reiteradas, as¨ª como mantener una conducta irrespetuosa con los superiores y el resto de compa?eros".
En teor¨ªa, al estar justificado, el despido disciplinario no conlleva ning¨²n tipo de indemnizaci¨®n. Sin embargo, Ballv¨¦ explica que la gran mayor¨ªa de trabajadores se dirige a alguno de los servicios auton¨®micos de mediaci¨®n administrativos, donde reclaman la presencia del empresario para que el conflicto tenga una resoluci¨®n algo m¨¢s objetiva. Para que estos organismos puedan formalizar la cita con los empresarios, la persona despedida tiene que presentar una demanda en el plazo de 20 d¨ªas.
En Barcelona, por ejemplo, los servicios territoriales de mediaci¨®n registran m¨¢s de 250 de estos encuentros al d¨ªa. Su responsable, Lidia Fr¨ªas, afirma que este tr¨¢mite es "imprescindible" para que el despedido pueda cobrar el paro adem¨¢s de una indemnizaci¨®n. Para desnivelar la balanza hacia uno u otro lado, empresarios y trabajadores suelen ir acompa?ados por sus respectivos abogados. El organismo p¨²blico, por su parte, trata de acercar posiciones a trav¨¦s de un letrado conciliador y un auxiliar administrativo.
"La verdad es que estos servicios conciliadores est¨¢n teniendo mucha demanda", afirma Fr¨ªas. "Y no s¨®lo porque a veces ayudan a encontrar una salida beneficiosa para las dos partes", a?ade, "sino porque tambi¨¦n garantizan la seguridad jur¨ªdica necesaria para que el acuerdo firmado se respete en el tiempo". Seg¨²n los datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, de los 338.048 casos registrados el a?o pasado, el 29% no consigui¨® acercar posiciones, frente al 22% que s¨ª tuvo un final feliz. El resto no se lleg¨® a materializar debido a que alguna de las dos partes no acudi¨® a la cita.
En manos de un juez
En caso de que este acto de conciliaci¨®n no sirva para alcanzar ning¨²n acuerdo, "el litigio se traslada hasta los juzgados", explica Ballv¨¦. "All¨ª el juez decidir¨¢ si el despido fue procedente o improcedente, dependiendo de la verdadera causa que lo provocara", detalla. Si el despido resulta injustificado, la empresa tendr¨¢ dos alternativas: readmitir al trabajador y pagarle lo que ¨¦ste ha dejado de cobrar desde que fue despedido o abonar directamente la m¨¢xima indemnizaci¨®n -45 d¨ªas por a?o trabajado con el tope de 42 mensualidades-, deslig¨¢ndose totalmente del empleado. Si el despido es considerado "nulo", el trabajador se reincorporar¨¢ a la empresa, cobrando lo que ¨¦sta le deb¨ªa.
En 2005, los despidos generaron 192.486 juicios, el 43,7% de los cuales concluy¨® con una sentencia "favorable" para el empleado, seg¨²n el ministerio. En el 8,7% de los casos fue "en parte favorable" para el trabajador y en el 30,5%, "desfavorable". En el resto de ocasiones, el juicio sirvi¨® para que ambas partes llegaran a un acuerdo.
Otra forma de obligar a decir adi¨®s al empleado es mediante el llamado despido objetivo, "que suele estar justificado por circunstancias econ¨®micas, t¨¦cnicas o productivas", las cuales presuntamente requieren un recorte de plantilla, explica Ballv¨¦. En este caso, el empresario concede una indemnizaci¨®n de 20 d¨ªas por a?o trabajado con un l¨ªmite de 12 mensualidades. El trabajador puede recurrir, alegando improcedencia. Llegado a este punto, el juez ser¨¢ quien tenga la ¨²ltima palabra y su sentencia podr¨¢ ser la misma que en el caso del despido disciplinario.
Otro de los m¨¢s frecuentes es el despido colectivo, que es igual que el objetivo, salvo que ¨¦ste se produce cuando afecta a un n¨²mero considerable de trabajadores. En estos procesos los representantes sindicales suelen jugar un papel destacado. En opini¨®n de Carlos Mart¨ªn, economista del gabinete de CC OO, "mientras los empresarios pretenden imponer la unilateralidad en la toma de decisiones, los sindicatos aspiramos a ser m¨¢s part¨ªcipes" en todo lo relacionado con estos procesos de contrataci¨®n y de despido. "Lo importante", concluye, "es que se concrete la causalidad a la hora de tomar decisiones".
Al margen de este debate, la persona despedida tiene que "aprender a hacer el luto cuanto antes y no dejarse llevar por el victimismo, que es un estado psicol¨®gico absolutamente paralizador", afirma Francisco Loscos, profesor del departamento de Recursos Humanos de ESADE y director de Human Capital de la firma de servicios profesionales Deloitte. Loscos tambi¨¦n recomienda empezar a buscar un nuevo trabajo lo antes posible. "En estos procesos la rapidez ayuda mucho", concluye.
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