El Defensor denuncia la desigualdad que sufren las reclusas en las prisiones andaluzas

En Andaluc¨ªa hay muchas menos mujeres encarceladas que hombres, pero tambi¨¦n sus derechos parecen menores, a tenor del informe especial realizado por la oficina del Defensor del Pueblo andaluz sobre la situaci¨®n de las 1.152 reclusas de la comunidad, el 8,3% de la poblaci¨®n penitenciaria. La oferta de cursos ocupacionales, terapias para superar adicciones y actividades deportivas es m¨¢s deficitaria en el caso de las internas, seg¨²n comprobaron los autores del informe. El Defensor del Pueblo reclama que se mejore la atenci¨®n ginecol¨®gica y psiqui¨¢trica, as¨ª como que se dise?en programas espec¨ªficos para las presas que han sufrido violencia de g¨¦nero.

Entre las mujeres encarceladas predominan las que est¨¢n entre rejas por delitos relacionados con el tr¨¢fico de drogas (m¨¢s de la mitad) y delitos contra el patrimonio (el 28%). Su perfil delictivo difiere del masculino, ya que los hombres -hay 12.724 intramuros en la actualidad- son condenados en primer lugar por robos y hurtos. Asimismo, los homicidios, asesinatos o delitos contra la libertad sexual raramente conducen a las mujeres a la c¨¢rcel. "Las mujeres objeto de nuestro estudio son mucho menos violentas y agresivas que los hombres", concluyen. Su menor conflictividad tambi¨¦n queda patente en la opini¨®n de los profesionales entrevistados para el trabajo, que aprecian "una peligrosidad inferior a la de los hombres" en el interior de las prisiones.

Los autores del informe tambi¨¦n se detienen en el origen de las reclusas. El 31% de ellas son de etnia gitana, lo que lleva a la oficina del Defensor a se?alar que evidencia "¨ªndices de exclusi¨®n que deber¨ªan ser atendidos por las administraciones competentes" y a solicitar a la Consejer¨ªa para la Igualdad y el Bienestar Social que dise?e programas para "hacer frente a tales circunstancias y conseguir que disminuyan los focos de exclusi¨®n". El porcentaje de internas gitanas resulta desproporcionado si se compara con la cifra de gitanos que residen en Andaluc¨ªa, que oscila entre el 4,5% y el 5% de la poblaci¨®n total. Otro 20% de las presas provienen del extranjero.

El estudio pone de manifiesto que son frecuentes los casos de mujeres encarceladas que han sido v¨ªctimas de violencia machista pero que, sin embargo, apenas se benefician de programas de intervenci¨®n espec¨ªficos. De hecho, una de las recomendaciones que plantea la oficina al Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) es la elaboraci¨®n de un programa anual que contemple actuaciones en los diez centros penitenciarios que acogen a mujeres, que incida especialmente en cursos para v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero, asistencia para internas extranjeras, programas de rehabilitaci¨®n social y actividades culturales.

La menor oferta de programas y actividades de las reclusas frente a los hombres se repite en distintos ¨¢mbitos, lo que causa una situaci¨®n de "desigualdad". Los autores del informe observaron "deficiencias" en los tratamientos para las que sufren adicciones "para las que pr¨¢cticamente no existen terapias grupales ni programas espec¨ªficos de deshabituaci¨®n, salvo excepciones". "Adem¨¢s de la falta de m¨®dulos terap¨¦uticos para mujeres, en los que pudiesen residir separadas de las dem¨¢s internas no adictas, ocurre que ni siquiera tienen acceso a los existentes para hombres", censuran en el texto.

M¨¢s profesores

Tambi¨¦n en el terreno deportivo se denuncian las ofertas como "deficitarias" y "en peores condiciones que las de los hombres", as¨ª como la escasez de las actividades de formaci¨®n profesional. Entre las recomendaciones dirigidas a la Junta de Andaluc¨ªa, el Defensor plantea que se refuerce la plantilla educativa con 12 maestros m¨¢s, que se incrementen los cursos de formaci¨®n profesional ocupacional, que se aumente la dotaci¨®n econ¨®mica para los programas deportivos y se d¨¦ un "trato igualitario" a las internas y que se mejore la prestaci¨®n de los programas que se ofrecen a las toxic¨®manas.

La atenci¨®n sanitaria que reciben las reclusas es tambi¨¦n objeto de cr¨ªticas, sobre todo en el caso de la asistencia especializada, "unas veces porque fallan los mecanismos de la salida a las consultas hospitalarias y otras porque las especialidades m¨¢s necesarias en los centros no est¨¢n cubiertas o no lo est¨¢n suficientemente". En concreto se hace hincapi¨¦ sobre la falta de ginec¨®logos -s¨®lo acuden a los centros de Sevilla y Alcal¨¢ de Guada¨ªra una o dos veces al mes-, a pesar de que el reglamento penitenciario exige que los centros de mujeres "dispongan peri¨®dicamente de un ginec¨®logo". El informe tambi¨¦n deja patente la "deficiente" asistencia psiqui¨¢trica para la poblaci¨®n penitenciaria en general.

Sobre la estancia de menores de tres a?os con sus madres encarceladas, el Defensor considera insuficientes las dos unidades que hay en Andaluc¨ªa (Alcal¨¢ de Guada¨ªra y Albolote) en las que resid¨ªan 45 ni?os cuando se realiz¨® el estudio. "Deber¨ªa considerarse la posibilidad de habilitar nuevas unidades en zonas como M¨¢laga y Algeciras, donde son numerosas las mujeres encarceladas", esgrimen.