La delegaci¨®n de EE UU concluye su visita a Cuba sin esperanzas de cambio
Los 10 congresistas se entrevistaron con el canciller y el presidente del Parlamento
La visita a Cuba de un grupo de 10 congresistas estadounidenses favorables a flexibilizar el embargo concluy¨® ayer sin grandes resultados, aunque habiendo cumplido el objetivo de abrir canales de di¨¢logo y de explorar posibilidades de un mejoramiento de las relaciones bilaterales. Los legisladores regresaron a Washington sin ser recibidos por el presidente interino, Ra¨²l Castro, y muy esc¨¦pticos sobre la posibilidad de un cambio interno en Cuba a corto plazo.
La delegaci¨®n bipartidista sostuvo entrevistas con altos funcionarios cubanos, incluidos el canciller Felipe P¨¦rez Roque y el presidente del Parlamento, Ricardo Alarc¨®n, claves en el actual Gobierno tras la cesi¨®n de poderes de Fidel Castro, el pasado 31 de julio. Los dirigentes cubanos negaron a los congresistas de forma tajante que Fidel Castro padezca un c¨¢ncer u otra enfermedad terminal. "La l¨ªnea oficial es que Fidel regresar¨¢, eso es lo que escuchamos", dijo la representante dem¨®crata por California, Jane Harman, antes de regresar a Estados Unidos.
La delegaci¨®n asegur¨® que en todo momento los dirigentes cubanos rechazaron la posibilidad de un cambio de rumbo pol¨ªtico en la isla debido a la enfermedad de Castro. Algunos de los legisladores, como los republicanos Mike Conaway y Jerry Moran, se declararon decepcionados por no haber apreciado ninguna voluntad de avanzar en temas como derechos humanos, elecciones o libertad de prensa, pero a¨²n as¨ª, dijeron apoyar la necesidad de que el Gobierno de EE UU abra un di¨¢logo con Cuba y flexibilice el embargo.
"Esta pol¨ªtica, despu¨¦s de 48 a?os, ha fracasado y es necesario cambiarla", dijo el dem¨®crata Grez Meeks. Todos calificaron el actual momento pol¨ªtico de "hist¨®rico", tanto por el cambio de correlaci¨®n de fuerzas en el Congreso de EE UU como por las expectativas creadas por la oferta de dialogo realizada por Ra¨²l Castro.
El hecho de que finalmente el jefe del ej¨¦rcito cubano no recibiera a la delegaci¨®n no rest¨® importancia a la visita, seg¨²n los congresistas. "Quiz¨¢s el Gobierno cubano no esta dispuesto a conceder todav¨ªa que una nueva era [en las relaciones entre Cuba y EE UU] ha empezado. Pero el di¨¢logo s¨ª ha empezado con esta delegaci¨®n, la m¨¢s grande del Congreso que ha viajado a Cuba en medio siglo, y que conducir¨¢ a m¨¢s delegaciones y a m¨¢s dialogo en el futuro", asegur¨® el republicano Jeff Flake, quien encabez¨® el grupo.
"Nadie debe pensar que una negociaci¨®n con Cuba ser¨¢ f¨¢cil, o que los resultados est¨¢n garantizados. Pero si rechazamos la idea de entrar en la diplomacia normal lo que est¨¢ garantizado es que no se producir¨¢ ning¨²n resultado", dijeron los congresistas en un comunicado conjunto.
El s¨¢bado, los legisladores cenaron en el paladar La Guarida, uno de los restaurantes privados abiertos en Cuba al calor de las reformas de los a?os noventa, s¨ªmbolo de los cambios econ¨®micos que EE UU quisiera empezar a ver en Cuba. All¨ª, la representante dem¨®crata Hilda L. Solis, coment¨® a este diario que sali¨® especialmente satisfecha del encuentro con P¨¦rez Roque, quien, dijo, se "mostr¨® a favor de incrementar los intercambios" entre ambos pa¨ªses.
A corto plazo, dijo Sol¨ªs, los legisladores que defienden la flexibilizaci¨®n del embargo lucharan en el Congreso por eliminar las restricciones que ahora existen para los viajes de los cubanoamericanos -en la actualidad, por ley s¨®lo se permiten una visita cada tres a?os para ver a la familia-, para el env¨ªo de remesas -limitadas a 100 d¨®lares mensuales y a ciertas categor¨ªas de parentesco- y las trabas que impiden los intercambios culturales y acad¨¦micos entre ambos pa¨ªses. Tambi¨¦n algunos pretenden terminar con la prohibici¨®n de que los turistas estadounidenses viajen a Cuba.
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