Reductos del tedio
La probabilidad de que Andreas, protagonista de Tal d¨ªa como hoy y profesor de alem¨¢n afincado en Par¨ªs, padezca una seria enfermedad, s¨®lo es indicio de un desasosiego, no una certeza. Conformista, Andreas evita que le sucedan cosas nuevas. Desea que el vac¨ªo colme su invariable existencia y se convierta en un estado habitual, que no teme en absoluto sino todo lo contrario, lo busca con ¨¢nimo de perpetuaci¨®n. Sus parejas, Sylvie y Nadja -suponemos un gui?o a los libros hom¨®nimos de G¨¦rard de Nerval y de Andr¨¦ Breton-, se sienten utilizadas. Ninguna espera que del g¨¦lido car¨¢cter de su amante brote el ardor. Andreas es v¨ªctima del hast¨ªo, ese trastorno al que Alberto Moravia perfil¨® certeramente en La noia, que tratar¨¢ de remediar con una amante m¨¢s joven y a trav¨¦s del intento de rehabilitaci¨®n de un enamoramiento juvenil no correspondido. Ante la evidencia de que no posee ni pasado ni futuro, "sino tan s¨®lo un fugaz presente", Andreas se convierte en un fugitivo de la huida. El tiempo es un aliado. A pesar del fatalismo que impregna sus pensamientos y acciones no se siente una v¨ªctima, ya que descree de todo. Su ¨²nico credo es el azar. A Andreas "le gustaban esas raras coincidencias y repeticiones de la vida que no admit¨ªan explicaci¨®n". S¨®lo encuentra motivaci¨®n en las casualidades y en las im¨¢genes incompletas de un pasado desaprovechado, pero ante la proximidad de un desenlace quiz¨¢s irrevocable, se empe?ar¨¢, como jam¨¢s lo ha hecho por nada ni por nadie, en llevar hasta sus ¨²ltimas consecuencias la sentencia de lo perecedero para alcanzar un objetivo vital.
TAL D?A COMO HOY
Peter Stamm
Traducci¨®n Jos¨¦ An¨ªbal Campos
Acantilado. Barcelona, 2007
225 p¨¢ginas. 17 euros
Al suizo Peter Stamm no le
importa tanto el devenir del tiempo como el de los sentimientos insertos en momentos de la andadura de sus personajes, emociones que les arranca para analizar y exponer ante la mirada imp¨¢vida de otros personajes que buscan evadirse de una especie de anormalidad amorosa, en la que ninguno parece encajar con el otro, en donde la desolaci¨®n de los paisajes repercute en sus almas, abriendo el abanico de la indefensi¨®n a los repentinos embates de la nostalgia y de la convicci¨®n de un final sin grandes estridencias.
La espera, el aislamiento, la monoton¨ªa o la ausencia de pasi¨®n han sido temas recurrentes en los libros de Stamm, como es el caso de Paisaje aproximado o En jardines ajenos, pero aqu¨ª depura su estilo circunspecto y perfecciona su reflexi¨®n narrativa en torno al pesimismo del individuo carente de impulsos que espera ser redimido de su indiferencia.
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