Los ecuatorianos dan al presidente Correa manos libres para reformar el Estado
La nueva Constituci¨®n plantear¨¢ un modelo basado en una "econom¨ªa social y solidaria"
El proyecto del presidente Rafael Correa para cambiar de ra¨ªz el modelo de Estado ecuatoriano recibi¨® un amplio apoyo en la consulta popular del domingo, que ayer el recuento oficial de votos se encaminaba a corroborar. Se ha abierto en Ecuador un proceso para elaborar una nueva Constituci¨®n que redefina el modelo pol¨ªtico del pa¨ªs y, sobre todo, el econ¨®mico. Correa quiere desterrar el modelo neoliberal, al que hace responsable de que el 45% de la gente sea muy pobre, y fundar una "econom¨ªa social y solidaria".
El recuento oficial de la consulta popular del domingo iba anoche por el 73% de las mesas escrutadas y la opci¨®n del s¨ª a la convocatoria de una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva Carta Magna obten¨ªa el 81,5% de los votos. Al margen del resultado final, el proyecto de Correa para redefinir el Estado ya est¨¢ en marcha.
"Ecuador ha dicho s¨ª al futuro (...) El pa¨ªs ha cambiado, el miedo qued¨® atr¨¢s, y esa vieja t¨¢ctica de las mafias de sembrar la incertidumbre ha fracasado nuevamente (...). Tengan la seguridad de que aqu¨ª hay un presidente que s¨®lo quiere ser un instrumento del poder ciudadano para sacar la patria adelante y que jam¨¢s permitir¨¦ que ning¨²n modelo extranjero se imponga en la patria", sentenci¨® Correa. Como bot¨®n de nuestra de esto ¨²ltimo, el presidente anunci¨® que el jueves Ecuador cancelar¨¢ los nueve millones de d¨®lares (6,6 millones de euros) que le debe al Fondo Monetario Internacional (FMI) -"para no saber nada m¨¢s de ellos"-, y amenaz¨® con expulsar del pa¨ªs al representante del Banco Mundial si se comprueba que "chantaje¨®" al anterior Gobierno del presidente Alfredo Palacio para concederle un cr¨¦dito en 2005.
Correa culpa a los organismos internacionales de forzar al pa¨ªs a adoptar una pol¨ªtica neoliberal que ha dejado en la pobreza a casi la mitad de los 14 millones de ecuatorianos y que ha obligado a casi cuatro millones a emigrar. "Lo que la sociedad demanda es una reforma del Congreso, la revisi¨®n de los procesos para integrar el Tribunal Electoral y la Fiscal¨ªa, y sobre todo del modelo econ¨®mico", explica Edward Vargas, uno de los juristas a los que Correa ha encargado redactar el borrador de la nueva Constituci¨®n.
"El nuevo texto en ning¨²n caso cambiar¨¢ los derechos fundamentales, la nueva Constituci¨®n no retroceder¨¢ respecto a la anterior, sino que avanzar¨¢ poniendo ¨¦nfasis en la econom¨ªa (...). La Constituci¨®n de 1978 consagraba un Estado centralista y con gran injerencia en la econom¨ªa y la de 1998 mantuvo los recursos en poder del Estado pero otorg¨® su gesti¨®n al capital privado", a?ade Vargas. ?Qu¨¦ har¨¢n, volver al modelo de hace 30 a?os o ir por el camino del medio? "A¨²n es pronto para saberlo", responde Vargas.
"B¨¢sicamente, el Gobierno quiere un Estado mucho m¨¢s presente en la econom¨ªa, sobre todo a trav¨¦s de un aumento del gasto p¨²blico", explica el economista Walter Spurrier, que estudi¨® en detalle el programa econ¨®mico que Correa esboz¨® a principios de mes y que quedar¨¢ afianzado con la Constituyente. El Gobierno ha dado a entender que quiere eliminar las barreras legales para aumentar el gasto y una cuenta ¨²nica del Estado que incluya los ingresos petroleros y las reservas de divisas, una especie de caja ¨²nica que suena bastante parecida a la que tiene el Gobierno venezolano. De concretarse esta cuenta, ir¨ªa en detrimento de las funciones e independencia del Banco Central, seg¨²n los analistas.
Correa avis¨® de que iba a revisar las privatizaciones y concesiones del Estado para que ¨¦ste recupere los sectores "estrat¨¦gicos": petrolero, miner¨ªa, electricidad y telecomunicaciones. "No obstante", afirma Spurrier, "la medida de m¨¢s importancia ser¨¢ la de eliminar a las empresas privadas del negocio de la distribuci¨®n de carburantes y gas". Si esta medida se concreta, las m¨¢s afectadas ser¨¢n Repsol YPF, la italiana AGIP, la colombiana Trepel, la peruano-chilena Primax, y ExxonMobil.
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