Mensajes a pedales
La Luna combina eficiencia, rentabilidad y respeto al medio ambiente
En Oviedo y en Gij¨®n est¨¢n m¨¢s que acostumbrados a su presencia. Vestidos con maillots amarillos y azules, montados en bicicletas y cargando paquetes y cartas van de un lado a otro. Son bicimensajeros de La Luna, una peque?a y peculiar empresa de mensajer¨ªa.
"Apostamos por la bicicleta para tener una ciudad m¨¢s limpia, menos ruidosa y m¨¢s tranquila y habitable", se?ala Ana P¨¦rez
"Gestionamos desde el env¨ªo de una carta a la calle de al lado hasta el transporte de un contenedor a cualquier punto del mundo"
"La Luna", seg¨²n explica Ana P¨¦rez, la encargada de tr¨¢fico de la bicimensajer¨ªa, tiene unas caracter¨ªsticas muy especiales. "Es un proyecto empresarial ecol¨®gicamente responsable y socialmente solidario que, adem¨¢s, est¨¢ demostrando que puede ser econ¨®micamente rentable. Adem¨¢s, apostamos por la bicicleta para tener una ciudad m¨¢s limpia, menos ruidosa, m¨¢s tranquila y m¨¢s habitable". ?sta ha sido la filosof¨ªa sobre la que naci¨® La Luna en febrero de 1995... y en la que sigue apoy¨¢ndose, agrega P¨¦rez.
Ahora, la empresa se ha convertido en una actividad rentable, pero no siempre lo fue. "Los inicios fueron complicados. No dispon¨ªamos pr¨¢cticamente de ning¨²n tipo de infraestructura. Todo lo que ten¨ªamos era prestado o regalado. Los clientes ten¨ªan que ponerse en contacto con nosotros a trav¨¦s de los buscapersonas", explica.
En aquel tiempo, La Luna tan s¨®lo hac¨ªa servicios urbanos en Gij¨®n ("hasta un a?o despu¨¦s no comenzamos a hacer env¨ªos dentro de la regi¨®n de Asturias"). Entonces, llevar una carta o un paquete pod¨ªa convertirse en una aut¨¦ntica odisea. A menudo, los bicimensajeros ten¨ªan que coger un tren de cercan¨ªas o de v¨ªa estrecha (FEVE) y, desde la estaci¨®n correspondiente, hacer 40 o 50 kil¨®metros en bicicleta.
A lo largo de estos a?os, por La Luna ha pasado bastante gente. "En muchos casos, cuando han visto la dureza del trabajo, lo han dejado", se?ala P¨¦rez. "No es lo mismo ser aficionado a montar en bicicleta que hacerlo hasta seis horas diarias, muchas veces bajo el agua de la lluvia y cargando una mochila llena de documentos".
En la actualidad, la plantilla de la empresa la forman cinco socios trabajadores, dos socios colaboradores ("aportan capital y experiencia, pero no reciben ning¨²n tipo de remuneraci¨®n") y cuatro trabajadores. "Lo que nos interesa es tener muchos socios y pocos trabajadores no socios. Cuando alguien comienza a trabajar con nosotros le ofrecemos un contrato de seis meses de prueba. De esta forma puede valorar si le interesa seguir con nosotros y convertirse en socio trabajador", se?ala Ana P¨¦rez. Los socios trabajadores de La Luna alternan el trabajo en la calle, como mensajeros, con las labores de gesti¨®n interna de la empresa.
Autogesti¨®n
Los socios trabajadores participan de las responsabilidades y decisiones de la empresa. "La Luna es autogestionaria. Nosotros gestionamos todos los procesos, tanto la parte comercial, de operaciones, como la financiera. Tambi¨¦n es solidaria, en el sentido de que los beneficios se reinvierten en la propia empresa", dice Ana P¨¦rez.
Aunque esta empresa tiene los precios m¨¢s altos del sector en Oviedo y Gij¨®n trata de diferenciarse de la competencia con un trato personalizado. "Cada env¨ªo lleva un seguimiento personal e individualizado. Cuando se produce alguna incidencia (rechazo del env¨ªo por parte del destinatario, ausencia del receptor...) el cliente siempre recibe una llamada nuestra y le sugerimos una soluci¨®n. Nuestra propuesta puede ser o no aceptada, pero sabemos que se valora mucho. Adem¨¢s, muchos de nuestros clientes son militantes de nuestra filosof¨ªa de empresa y de trabajo", dice. Y agrega que pueden hacer adem¨¢s cualquier tipo de env¨ªo. "Desde el env¨ªo de una carta a la calle de al lado hasta gestionar el transporte de un contenedor a cualquier punto del mundo".
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