Industria aprueba la construcci¨®n de la central de gas de Morata

El Consejo de Ministros di¨® ayer el visto bueno definitivo a la construcci¨®n de la central t¨¦rmica de gas en el t¨¦rmino municipal de Morata de Taju?a. Esta decisi¨®n avala la propuesta del Ministerio de Industria de considerar de inter¨¦s p¨²blico la instalaci¨®n para la Comunidad de Madrid. Se trata de una planta de dos unidades de ciclo combinado con una potencia total de 1.200 megavatios.

Esta declaraci¨®n se emite a petici¨®n de la empresa promotora Morata Energ¨ªa, S.L., sociedad participada al 100% por la compa?¨ªa belga Electrabel International Holdings B. En la explicaci¨®n de motivos redactados por el Ministerio de Industria para justificar el aval del Gobierno central se dice que la Comunidad de Madrid "es una de las zonas de mayor demanda de energ¨ªa el¨¦ctrica y cuenta con muy poca capacidad de generaci¨®n, lo que la convierte en un sumidero energ¨¦tico. La construcci¨®n de la citada central permitir¨¢ reducir este problema y adecuar la localizaci¨®n de las instalaciones de generaci¨®n a aquellas zonas en que sean m¨¢s necesarias, mejorando as¨ª la estabilidad de la red y reduciendo las p¨¦rdidas en el transporte".

La central ha sido motivo de controversia por asociaciones de vecinos, ecologistas y el Ayuntamiento que se han opuesto desde el inicio a su construcci¨®n. Entre los primeros destac¨® Greenpeace que protest¨® por la declaraci¨®n de impacto ambiental favorable emitida desde el Ministerio de Medio Ambiente. Otros grupos como Adena no la ve¨ªan con tan malos ojos, frente a otras centrales t¨¦rmicas (carb¨®n o fuel) m¨¢s contaminantes que el gas.

La oposici¨®n m¨¢s combativa ha estado impulsada por el propio Ayuntamiento de Morata de Taju?a, encabezado por su alcaldesa, la socialista Concepci¨®n Lorente, quien en la anterior legislatura propuso un cambio de uso de los terrenos donde ir¨ªa ubicada la central para evitar su construcci¨®n.

Lorente dec¨ªa que con una planta cementera ya ten¨ªa el municipio suficiente. Su propuesta, por el contrario, fue la de multiplicar por seis los 6.000 habitantes del pueblo, edificar 12.000 viviendas y un campo de golf.