Un, dos, tres... ?A la playa!
Pistas tem¨¢ticas para comenzar una divertida temporada en la costa
El pr¨®ximo jueves, a las 20.06, comienza el verano. Y a lo largo de los 1.937 kil¨®metros playeros de Espa?a esperan enclaves para todos los gustos. De Rodas, en las islas C¨ªes, a S'Alga, en Formentera.
Poner en pr¨¢ctica el arte de elegir playas y disfrutar a placer de una existencia ociosa es un privilegio del veraneante espa?ol. A la f¨®rmula de las tres eses -sand, sun, sex (arena, sol, sexo)- habr¨ªa que a?adir buenas dosis de galbana, deporte, m¨²sica con buen rollo, gastronom¨ªa... Los 1.937 kil¨®metros playeros permiten el privilegio de descubrir un pu?ado cada temporada.
La caleta de Es Grau, al noreste de Menorca, es especialmente atractiva para ni?os. La gran baza de esta rada es la cadencia de azules de sus aguas en una ba?era que apenas cubre en los primeros 40 metros
Por su tama?o y grado de naturalidad, en Liencres (Pi¨¦lagos, Cantabria) nos encontramos ante el sistema dunar m¨¢s interesante de la costa cant¨¢brica
A la cala nudista de Murtra, en Roses (Girona), se puede llegar caminando durante 20 minutos, tanto desde la playa de l'Almadrava como desde la cala Rustella (otra preciosidad)
PANOR?MICAS
En torno a la desembocadura del r¨ªo Piedras, en Huelva, donde afila su punta la flecha del Rompido, se concentra una fascinaci¨®n paisaj¨ªstica como pocas. En este punto desemboca el ca?o de la Culata, se?alado en la carretera con una nueva rotonda en Nuevo Portil (Cartaya). El trasiego de barcos menores, la arena del color del az¨²car, son algunas de las sensaciones en este ecosistema donde el camale¨®n deposita todav¨ªa sus huevos. "En plenilunio y pleamar, la r¨ªa parece una autopista plateada", poetiza Manuel G¨®mez, encantador due?o del chiringuito, consumado experto en diferenciar el caviar beluga del caviar rojo, regados con una colecci¨®n de vodkas que el Kremlin envidiar¨ªa.
La costa vasca, acantilada en gran medida, es tambi¨¦n fuente inagotable de playas para colocar en el salvapantallas del ordenador. El pe?¨®n del cabo Ogo?o ofrece a su costado uno de los arenales m¨¢s pintorescos de la costa vizca¨ªna. Laga (Ibarrangelua), ideal para el paseo entre sus dunas restauradas, tanto para surfistas como para pintores, y ba?istas, siempre que el mar lo permita. Una costumbre inveterada estriba en merendar chocolate con pan tostado en el restaurante Toki Alai.
A fuer de ser peligrosa, la canaria playa de Nogales, en Puntallana (La Palma), re¨²ne una importante riqueza paisaj¨ªstica y vegetal. Rodeada de escarpados riscos, embelesa ya s¨®lo por los 340 escalones que descienden por el acantilado, entre cardonales y tabaibas amargas, bordeando la cueva del Infierno. Con marea descendente, la playa, de arena negra, se estira casi un kil¨®metro, y en algunos de sus rincones desovan las tortugas.
PARA NI?OS
A la caleta de Es Grau, al noreste de Menorca, acuden, en alg¨²n u otro momento, la pr¨¢ctica totalidad de las familias menorquinas. Esta playa balear se encuentra en el paraje que goza de la mayor protecci¨®n medioambiental en Menorca, el parque natural de S'Albufera des Grau. Es especialmente atractiva para ni?os y ancianos, que no dejan de alabar sus condiciones para el ba?o. Si no el cord¨®n dunar, la gran baza de esta rada es la cadencia de azules primorosos de sus aguas en una ba?era que apenas cubre en los primeros 40 metros. Ba?arse con un menor de cinco a?os es un relax sin paliativos. El ejemplo es equiparable a la playa de Poo, en Llanes (Asturias). No hay que preguntar mucho en este concellu oriental por un lugar seguro para los nenos. En el laguito de Poo, el mar ni se ve ni se escucha y los papis se solazan a gusto en silencio, leyendo, compaginando asueto con conocimiento, o mirando c¨®mo este globo deshinchado se inunda a ritmos lunares. Dos hoteles, ambos con restaurante, comparten esta piscina gratuita que se ve atravesada por la senda costera.
En la base del faro de Chipiona, el m¨¢s alto de Espa?a, la gente menuda alterna la playa de arena ancha y sin peligros de Regla con los t¨ªpicos corrales chipioneros, que el Atl¨¢ntico inunda en pleamar, dejando en marea baja un vivero de peces y marisco. El nombre de playa de las Canteras hace referencia a la piedra ostionera (arenisca) que se extrajo para erigir el faro m¨¢s alto de Espa?a. En los circuitos educativos medioambientales se imparten explicaciones sobre los corrales a ni?os y curiosos dos veces por semana.
INSULARES
Una playa situada en una isla es el arquetipo del escapismo urbano. Uno de los ejemplos m¨¢s esclarecidos de la costa espa?ola es La Caleta del islote de Lobos, a dos kil¨®metros del puerto de Corralejo, al noroeste de Fuerteventura. El islote es un para¨ªso cercano de 13,7 kil¨®metros de costa. Un d¨ªa merece reservarse para sacar el m¨¢ximo partido a La Caleta, bajo el cono volc¨¢nico de La Caldera, por sus blancas acumulaciones de arena, pero mejor por sus escollos que encalman el oleaje sin aislarla de las aguas abiertas. Su falta manifiesta de sombras favorece bronceados africanos.
Tabarca es, claro, otra cosa. Una planicie que dej¨® Santa Pola y se plant¨® a 12 kil¨®metros de la costa alicantina. Es la ¨²nica isla permanentemente habitada de la Comunidad Valenciana. M¨¢s all¨¢ del caldero tabarquino, que es sin duda su atractivo m¨¢s demandado, a la par que la traves¨ªa en catamar¨¢n con quilla de cristal, su playa es m¨¢s interesante de lo que muchos creen, puesto que si bien la superficie de la orilla es de gravilla, en su interior lucen fondos de arena y aguas transl¨²cidas.
SENDERISTAS
La dificultad de acceso de muchas calas, si no frena, s¨ª limita la afluencia de ba?istas, algo directamente proporcional a la tranquilidad que destila el paraje. Rematar la caminata con un chapuz¨®n lo es todo pasado Carboneras (Almer¨ªa), en la playa de Los Muertos. En el punto de informaci¨®n, ya dentro del parque natural del Cabo de Gata-N¨ªjar, hay que abandonar el veh¨ªculo. Podemos bajar el sendero acondicionado hacia un mirador de media altura que domina esta preciosa playa rectil¨ªnea, que culmina en el cabo de Mesa Rold¨¢n, con un islote que le confiere gran plasticidad. A un lado, la naturaleza primigenia; al otro, la megadesaladora, la cementera, los pantalanes: la otra cara de la moneda.
Donde no hay peligro de industrializaci¨®n es en el cabo Formentor, al norte de Mallorca. Que sienta c¨¢tedra en imagen y dramatismo visual. Antes del punto kilom¨¦trico 13, aparcar a mano izquierda y decidir: si el d¨ªa es sofocante, no hay m¨¢s que tirar para abajo y alcanzar en 15 minutos, en la cara oriental de Fomentor, cala Figuera, espectacularmente entallada en el cabo de Catalu?a. ?Que el d¨ªa se muestra ventoso? Pues s¨®lo cabe retroceder a pie la carretera unos metros, hasta el desv¨ªo a cala Murta. Los tres kil¨®metros de bajada asfaltada a pie atraviesan una de las mayores concentraciones de encinas en Mallorca y mueren en una caleta festoneada de pinos, con ¨¢rea recreativa, un antiguo chal¨¦ y un mirador en su banda derecha.
NATURISTAS
Los arenales donde se practica el naturismo acent¨²an este sentimiento de igualdad entre los hombres una vez desprovistos de sus accesorios. La tarraconense playa del Fangar, en la vertiente septentrional de la desembocadura del Ebro (Tarragona), es, adem¨¢s de nudista, uno de esos arenales amenazados por el cambio clim¨¢tico, si al final la elevaci¨®n del nivel del mar se confirma. Ser¨ªa una pena que las olas engulleran estas elevaciones de arena que la luz dora al atardecer. Salir de Deltebre hacia Riomar y playa de la Marquesa. A un kil¨®metro de ¨¦sta, por una pista de tierra que a menudo cubren las dunas, se alcanza este para¨ªso, que se comparte con charranes, chorlitejos, correlimos.
Un cl¨¢sico de los enclaves naturistas gallegos es el pontevedr¨¦s de Barra (Cangas de Morrazo). Para tanto usuario como llega a este para¨ªso de pinos y dunas, Barra es todo un modelo de limpieza gestionada por los propios ba?istas. Varios cuchillones sirven en pleamar como de mamparas en la asturiana Mixota de Villamil (Tapia de Casariego). Otra maravilla.
DUNARES
Al sur de Gran Canaria, el sol es una constante. Aqu¨ª, Maspalomas nos reconcilia con la postal playera estelar del archipi¨¦lago canario. Cautiva este mar hecho S¨¢hara. Hoyos c¨®nicos protegen del viento, y las preferencias sexuales tienen sus zonas acotadas bajo un clima tolerante y respetuoso. En uno de los bordes de la reserva, junto a La Charca, se acaba de abrir el Parque Toni Gallardo, palmeral en el que se puede ver una representaci¨®n vegetal y animal de las dunas, desde garcetas hasta pollas de agua.
Si las dunas de Maspalomas muestran una preocupante regresi¨®n, la gran duna de Corrubedo, en Riveira (A Coru?a), mantiene sus descomunales constantes vitales en la punta occidental de la pen¨ªnsula de Barbanza. Lo suyo es visitar los centros de visitantes y de interpretaci¨®n antes de apuntarse a una de las visitas guiadas por el parque natural del Complejo Dunar de Corrubedo y lagunas de Carregal y Vix¨¢n. Baste decir que esta masa viva y din¨¢mica de arena avanza en direcci¨®n noreste a raz¨®n de medio metro al a?o, alcanza cerca de un kil¨®metro y llega a la friolera de 15 metros de altura. La pasarela que atravesaba la duna ha sido suprimida y actualmente s¨®lo cabe el acceso lateral por dos ramales.
Por su tama?o y grado de naturalidad, en Liencres (Pi¨¦lagos, Cantabria) nos encontramos ante el sistema dunar m¨¢s interesante de la costa cant¨¢brica. Tanto caminando por la costa (un kil¨®metro y medio), hasta la r¨ªa que forma el Mogro, como paseando por la parte trasera, puede constatarse la espectacular restauraci¨®n del sistema dunar.
PARA PAREJAS
?sta ser¨ªa una secci¨®n de las playas naturistas, claro. Cuerpos al sol, la persona deseada muy a mano, sol, calor, relax. Hay mucho de embriagante lasitud en rincones como la oficialmente nudista cala Murtra, en Roses (Girona), adonde puede llegarse, caminando durante 20 minutos, tanto desde la playa de l'Almadrava como desde la cala Rustella -otra preciosidad-, ¨¦sta se?alizada en la carretera, unos dos kil¨®metros antes del restaurante El Bulli, de Ferran Adri¨¤. La oscura gravilla de la costa del parque natural del Cabo de Creus sirve para solazarse bajo los pinos sin perder de vista el cabo Norfeu, que m¨¢s parece un Gibraltar costabravense.
A la alicantina cala de los Testos, accesible a pie por un empinado barranco por el que hay que descolgarse con cuerdas, se accede c¨®modamente en los hidropatines que alquilan en la cala de Moraig (Benitatxell) y es otra referencia ajena a los folletos tur¨ªsticos. A los pies del morro Falqu¨ª se demuestra que a la naturaleza, como decoradora, nadie la supera.
MARCHOSAS
Desde hace 15 a?os, j¨®venes de la provincia de Barcelona han tomado el chiringuito Lasal (www.lasal.com), de Matar¨®, como lugar de recalada con marchamo de modernidad. Cuenta con programaci¨®n musical cada noche (los fines de semana, casi 24 horas), disc jockeys nacionales e internacionales, as¨ª como el dise?o exterior del local que Luca Martello perge?a a diario en la playa de Sant Sim¨®. Una sucursal de Lasal abre este verano en el paseo mar¨ªtimo mataron¨¦s, poniendo el acento, antes que en la m¨²sica, en la gastronom¨ªa (estar¨¢ abierta todo el a?o).
Quien pensara que Carlos P¨¦rez se inspir¨® en Ibiza para fundar en El Palmar (C¨¢diz) el Chiringuito Abor¨ªgena (www.aborigena.net), yerra de plano. ?l se preocupa de que diariamente se celebren variopintos espect¨¢culos: circo, capoeira, danza del vientre y, sobre todo, cerca de 20 batucadas estivales (sin fecha predeterminada), que denotan, claro est¨¢, la proximidad de Los Ca?os de Meca. Siempre hay disc jockeys animando la noche y r¨ªos de mojitos que fluyen junto a la arena mientras se aplauden las puestas de sol.
PARA BUCEAR
Pocas playas atraen a tantos buceadores en Canarias como la grancanaria de Cabr¨®n, no lejos del faro de Arinaga. La playa surge ventosa y poco agraciada, pero bajo el agua combina roca y arena con un par de cuevas muy del gusto de las an¨¦monas gigantes, por no hablar de bancos de roncadores y herreras. Medusa Sub (928 26 27 86; www.buceocanarias.com) organiza inmersiones.
"Junio es un mes estupendo para el buceo en Denia (Alicante)", apunta Alfonso Sutil, instructor de Deniamar (www.deniamar.com), "puesto que con agua caliente o fr¨ªa las especies no vienen por Las Rotas". ?La recompensa? Dentones de medio metro, congrios y pulpos.
LA ADMIRADA S'ALGA (FORMENTERA)
DE CREER al diario brit¨¢nico The Guardian, la mejor playa del mundo est¨¢ en las islas C¨ªes (Vigo, Pontevedra) y se denomina Rodas. Quien elabor¨® el top ten, evidentemente, debi¨® de olvidarse de S'Espalmador, isleta a tan s¨®lo 150 metros al norte de Formentera, a cuyo lado de poniente surge S'Alga, una de las cumbres del Gotha playero espa?ol. S'Alga desborda cualquier expectativa, en un entorno id¨ªlico besado por la transparencia verde turquesa de sus aguas.No hay yate en la costa mediterr¨¢nea que no aspire a recalar con lujuria en sus aguas (hasta 400 yates ensayan en agosto un desembarco en la zona), pero merced a su largura, siempre hay sitio para los ba?istas n¨¢uticos. Muchos anuncios y alguna que otra pel¨ªcula de piratas se han rodado sobre esta arena caribe?a.Las fr¨ªas aguas de las C¨ªes se tornan en un dulce caldo mediterr¨¢neo y una solana que pide a gritos sombrilla, agua en abundancia y crema solar con factor protector alto. La barca Bah¨ªa zarpa del puerto de La Savina desembarcando al pasaje en S'Alga tres veces al d¨ªa, con escala en Ses Illetes.
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