Vilma Esp¨ªn, hero¨ªna de la revoluci¨®n cubana

Vilma Esp¨ªn Guillois era una de las hero¨ªnas m¨¢s emblem¨¢ticas de la revoluci¨®n cubana y sin duda la mujer que lleg¨® a tener mayor peso pol¨ªtico en el Gobierno de Fidel Castro. Su muerte en La Habana, el lunes, es especialmente simb¨®lica porque perteneci¨® a la generaci¨®n hist¨®rica de dirigentes guerrilleros que fund¨® y sostuvo la revoluci¨®n, y que comienza a desaparecer. Casada desde 1959 con el jefe del Ej¨¦rcito y actual presidente interino de Cuba, Ra¨²l Castro, de 76 a?os, en el momento de su fallecimiento era presidenta de la Federaci¨®n de Mujeres Cubanas (FMC), miembro del Comit¨¦ Central del Partido Comunista y del Consejo de Estado.

Vilma Esp¨ªn naci¨® en 1930 en Santiago de Cuba en el seno de una familia acomodada. Fue una de las primeras mujeres en la isla que se gradu¨® como ingeniera qu¨ªmica industrial en la Universidad de Oriente, donde tuvo como profesor al exiliado espa?ol Julio L¨®pez Rendueles, padre del actual jefe del Estado Mayor del ej¨¦rcito cubano, ?lvaro L¨®pez Miera. Tras el golpe de Estado de Fulgencio Batista, en 1952, las universidades cubanas se convirtieron en focos de resistencia, y desde su ¨¦poca de estudiante Vilma Esp¨ªn se integr¨® al movimiento revolucionario, sobre todo despu¨¦s del asalto al cuartel Moncada por Fidel Castro, el 26 de julio de 1953.

Tras graduarse, en 1954, marcha a Estados Unidos a realizar un posgrado en el Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts, y al terminar viaja a M¨¦xico para ponerse en contacto con Fidel y trasladar a Cuba sus ¨®rdenes y mensajes, en momentos en que se preparaba el desembarco del Granma. Bajo las ¨®rdenes de Frank Pa¨ªs, l¨ªder del Movimiento Veintis¨¦is de Julio en la zona oriental, el trabajo log¨ªstico clandestino que realiz¨® junto a Celia S¨¢nchez, otra de las m¨ªticas hero¨ªnas de la revoluci¨®n, fue decisivo para el ¨¦xito guerrillero.

Tras la muerte de Pa¨ªs, Deborah -nombre de Vilma en la clandestinidad- fue nombrada coordinadora del Movimiento en la provincia de Oriente, labor que desempe?¨® hasta que se incorpor¨® a la lucha guerrillera en el frente comandado por Ra¨²l Castro. Tras la victoria militar, Vilma Esp¨ªn se volc¨® en la tarea de involucrar a las mujeres cubanas en el proyecto revolucionario, y el 23 de agosto de 1960 fund¨® la FMC, una de las organizaciones de masas m¨¢s importantes del pa¨ªs, a la que pertenecen m¨¢s de cuatro millones de cubanas, cerca del 90% de las mujeres mayores de 14 a?os.

Desde la FMC, impuls¨® diversas iniciativas para facilitar la incorporaci¨®n de la mujer al trabajo y luchar por su liberaci¨®n plena en una sociedad marcada por patrones machistas; pero m¨¢s all¨¢ de su trabajo al frente de la organizaci¨®n femenina, que presidi¨® hasta su muerte, Vilma Esp¨ªn fue una eficaz colaboradora de Fidel y Ra¨²l Castro, y durante a?os, por m¨¦ritos propios, fue una de las figuras pol¨ªticas de peso en el Gobierno. Diputada y miembro del Consejo de Estado desde que en 1975 se cre¨® el Parlamento cubano, Vilma Esp¨ªn fue la primera mujer en llegar a la m¨¢xima instancia del PC.

Dado el celo de Fidel Castro por mantener la privacidad de su vida familiar, durante d¨¦cadas Vilma actu¨® como la primera dama de Cuba, representando a su pa¨ªs junto al mandatario en actos y foros internacionales, como las cumbres iberoamericanas de presidentes. Con Ra¨²l Castro tuvo cuatro hijos: Alejandro, Deborah, Nilsa y Mariela, que es la m¨¢s conocida por su trabajo en defensa de los derechos de los homosexuales y lesbianas cubanos.

Desde hace a?os, Vilma Esp¨ªn padec¨ªa una grave enfermedad y estaba alejada de la vida pol¨ªtica. Una de sus ¨²ltimas apariciones fue durante el funeral del bailar¨ªn espa?ol Antonio Gades, amigo ¨ªntimo de su familia, en marzo de 2005. Sus cenizas ser¨¢n enterradas junto a las de Gades y los combatientes guerrilleros del II Frente Oriental Frank Pa¨ªs, en un mausoleo construido por Ra¨²l Castro al pie de las monta?as orientales que fueron cuna de la revoluci¨®n. Vilma Esp¨ªn, como Hayd¨¦e Santamar¨ªa y Celia S¨¢nchez Manduley, desaparecidas en 1980, formaba parte del imaginario revolucionario hist¨®rico, que queda ahora un poco m¨¢s hu¨¦rfano. Ayer se decret¨® duelo oficial en la isla y decenas de miles de personas le rindieron tributo en todo el pa¨ªs.