El sacrificio visionario de Carmen
La madre de Lewis Hamilton, separada del padre en 1987, renunci¨® a vivir con su hijo cuando ¨¦ste ten¨ªa 12 a?os para favorecer su carrera deportiva
Puede que ni siquiera a los brit¨¢nicos el nombre de Carmen Lockhart les sugiera nada especial. Es porque desconocen que esta mujer es la madre de la estrella m¨¢s fulgurante de su deporte en la actualidad: Lewis Hamilton. Carmen se separ¨® de su marido, Anthony Hamilton, en 1987, cuando su hijo ten¨ªa s¨®lo dos a?os, y obtuvo la custodia del ni?o. Cuando Lewis ten¨ªa 12, ella se traslad¨® a Londres con su nueva pareja. Y tom¨® la decisi¨®n de permitir que el muchacho se quedara en Stevenage, en el Sur de Inglaterra, viviendo con su padre, el art¨ªfice de la creaci¨®n del fen¨®meno Hamilton.
"Se me parti¨® el coraz¨®n", confes¨® Carmen hace unas semanas en una entrevista exclusiva en el diario Sunday Mirror; "pero ten¨ªa que darle alas, dejarle andar y realizar su propio camino con su padre para que acabar¨¢ convirti¨¦ndose en lo que ahora es: una estrella".
El chico trabaj¨® en un concesionario lavando coches y gan¨® un deportivo por ser el mejor en esa tarea
"Se me parti¨® el coraz¨®n, pero ten¨ªa que darle alas para que se convirtiera en lo que ahora es: una estrella"
Carmen se dio cuenta de que ella nunca podr¨ªa integrarse en un mundo tan complicado y exigente como el de las carreras, en el que su hijo lleva metido desde los seis a?os, cuando su padre le subi¨® a un kart. No ten¨ªa ni capacidad ni ganas de hacerlo. "No pod¨ªa cerrar el paso a Lewis. Y yo no era capaz de verme llevando una vida errante. Adem¨¢s, sab¨ªa que su padre iba a conseguir siempre todo lo que le hiciera falta para que saliera adelante", razon¨®.
No hay duda de que la separaci¨®n afect¨® a Lewis porque le oblig¨® a cambiar de hogar y de compa?eros de viaje. Pero tuvo la ventaja de que sus padres nunca estuvieron enfrentados. Incluso ahora mantienen una excelente relaci¨®n. Hasta el punto de que Anthony y Carmen se reunieron en Londres con sus respectivas familias para celebrar la firma del contrato de Lewis con McLaren Mercedes a finales del a?o pasado. "Creo que la separaci¨®n no fue dolorosa para ¨¦l", comenta la madre de Hamilton; "habr¨ªa sido mucho peor tener que vivir en medio de las constantes discrepancias entre nosotros. Fue un dif¨ªcil comienzo para su vida. Pero, probablemente, le ayud¨® a ser m¨¢s fuerte".
Carmen ten¨ªa ya dos hijos cuando se cas¨® con Anthony. As¨ª que Lewis tiene dos hermanos mayores, Nicola Hewitt y Samantha Shickle. Y tiene tambi¨¦n un hermano menor por parte de su padre, Nicholas, de 15 a?os, que naci¨® con una par¨¢lisis cerebral y que se convirti¨® en una aut¨¦ntica inspiraci¨®n para Lewis.
Seg¨²n su madre, Hamilton destacaba en los equipos de f¨²tbol de la escuela y pens¨® incluso que pod¨ªa convertirse en un buen jugador. Uno de sus compa?eros era entonces Ashley Young, posterior goleador del Aston Villa. "Jugaba de medio centro en una posici¨®n muy parecida a la m¨ªa. Pero yo era mejor jugador. Por eso ¨¦l decidi¨® dedicarse a conducir", dice Young recordando aquellos d¨ªas. "Muchas veces hablamos de que los dos quer¨ªamos llegar a competir al m¨¢s alto nivel. Y ambos lo hemos conseguido. Estoy contento por eso", concluye.
Uno de los momentos m¨¢s duros en la vida de Hamilton se produjo precisamente en la escuela. Cuando cambi¨® de colegio para ingresar en el cat¨®lico John Henry Newman. Fue expulsado junto a otros porque se le implic¨® en una paliza que recibi¨® un alumno que incluso debi¨® ser hospitalizado. Sin embargo, m¨¢s adelante la escuela pidi¨® disculpas a la familia y el departamento de educaci¨®n mand¨® una carta reconociendo la equivocaci¨®n cometida.
Desde los 13 a?os, Lewis estuvo siempre en la ¨®rbita del equipo McLaren, que se hizo cargo en todas las categor¨ªas de su sustento econ¨®mico. Sin embargo, padre e hijo siempre mantuvieron un m¨¦todo de vida basado en una f¨¦rrea disciplina. Durante los veranos, Lewis realizaba todo tipo de trabajos espor¨¢dicos. Incluso estuvo lavando coches en el concesionario de Mercedes que le patrocinaba. "Pon¨ªa pasi¨®n en lavar los coches. Era tan meticuloso que pon¨ªa en entredicho al resto del departamento en ocasiones", advierte James Costin, jefe de mercadotecnia de aquel concesionario. Fue all¨ª donde Lewis recibi¨® una sorpresa. "El jefe de ventas me dijo que quer¨ªa premiarme por haber dejado tan limpio un coche", comenta el ahora piloto de McLaren; "me qued¨¦ absolutamente alucinado cuando se dirigi¨® hacia un coche deportivo, me dio las llaves y me dijo que era m¨ªo". Fue su segundo coche. El primero hab¨ªa sido un Mini Cooper.
En aquella ¨¦poca, Lewis Hamilton ya comenzaba a apuntar muy alto. Era campe¨®n de Europa de karts y luchaba por el t¨ªtulo, que luego consigui¨®, de la f¨®rmula Renault. M¨¢s adelante, todo el proyecto se fue concretando cuando gan¨® los t¨ªtulos de F-3 Euroseries en 2005 y el de GP2 el a?o pasado.
Pero su gran explosi¨®n se produjo cuando el patr¨®n de McLaren, Ron Dennis, decidi¨® darle esta temporada un volante en la F-1. Hamilton no ha decepcionado a nadie. Al contrario, causa estupor al mantenerse en el podio en las nueve primeras carreras, dos de ellas victoriosas, y convertirse, con 22 a?os, en el l¨ªder m¨¢s joven de la historia de la F-1. Es el nuevo ¨ªdolo de Gran Breta?a.
"Lewis tiene magnetismo. Su personalidad es inhabitual. Atrae a las personas", cierra su madre, Carmen Lockhart; "lo tiene todo para convertirse en un ¨ªdolo de masas: personalidad, buen aspecto, f¨ªsico y carisma. Y el hecho de ser el primer piloto negro de la F-1 es como la mermelada en medio del pastel".
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