Exitosa fantas¨ªa en Marbella
El adolescente malague?o Alejandro Santaella vende en tres d¨ªas un millar de ejemplares de una novela escrita a los 11 a?os
Alejandro Santaella es un chico t¨ªmido, ¨¢vido lector de literatura fant¨¢stica y al que se le atasca la gimnasia. Desde que ten¨ªa 11 a?os, en vacaciones se encerraba en su cuarto para imitar a sus escritores favoritos: J. J. R.Tolkien, autor de El Se?or de los anillos, y Christopher Paolini, creador de Eragon. Sus padres creyeron que estaba todo el tiempo jugando al ordenador y cuando fueron a rega?arle, descubrieron que escrib¨ªa un libro. "Nos encant¨® la idea", confiesan. El chaval, que hoy tiene 15 a?os, ha vendido 1.000 ejemplares de su obra, Sebasti¨¢n y el cetro de la vida (editorial Enlace 3), los tres primeros d¨ªas de su publicaci¨®n. Por si fuera poco, muchos de ellos se han vendido en la feria del libro de San Pedro Alc¨¢ntara, el n¨²cleo de Marbella (M¨¢laga) donde reside.
El editor, de profesi¨®n joyero, pretende que los beneficios se utilicen para poder publicar obras de otros ni?os
Dando libertad a su imaginaci¨®n, Alejandro cre¨® a Sebasti¨¢n, un chico con una marca en la mano derecha "que le da el poder de los dioses". En su mente flu¨ªan escenas de ambientaci¨®n medieval en las que el protagonista esquivaba numerosos riesgos. S¨®lo se bloqueaba con los nombres de los lugares y los personajes. Entonces ped¨ªa ayuda a su padre. "Si estaba en el ba?o, afeit¨¢ndome, miraba los nombres de alg¨²n producto, como un medicamento, y lo le¨ªa del rev¨¦s. Entonces se lo dec¨ªa, y si le gustaba, lo pon¨ªamos", relata Jos¨¦ Santaella, el padre.
Alejandro maneja un vocabulario m¨¢s amplio que los chicos de su generaci¨®n, aunque tiene las mismas diversiones: chatear, jugar con la Play Station y los libros de magia y misterio. "De peque?o me gustaba hacer guiones de historias y los representaba con mis amigos. Mi padre nos grababa con la videoc¨¢mara y luego nos re¨ªamos vi¨¦ndolo".
La colaboraci¨®n de los padres de Alejandro, hijo ¨²nico, ha sido clave para que el escrito salga a la luz. Su madre, Yolanda Vera, le ense?¨® el manuscrito a Miguel G¨®mez Molina, un conocido joyero de Marbella y amigo de la familia, que dio los pasos para editarlo. "Nunca pensamos en el beneficio econ¨®mico, sino en dar una oportunidad a un chico con potencial, que escribe para ni?os de su edad, y que ten¨ªa ganas de hacer cosas", explica el empresario. La respuesta les ha desbordado. Ya piensan en una segunda tirada y han registrado su propia p¨¢gina web. "La idea es que los beneficios sirvan para animar a otros ni?os a escribir", a?ade.
En dos a?os, Alejandro Santaella se ha visto con un ejemplar de tapas negras y dibujos dorados en sus manos. "Lo he le¨ªdo varias veces, sobre todo para las correcciones, y ha salido con algunos fallitos, que esperamos corregir", mantiene con profesionalidad. Como buen amante de las sagas, el joven autor quiere escribir varias entregas de las aventuras de Sebasti¨¢n. "Por lo menos tengo historia para cuatro", adelanta. Su padre matiza que en los ¨²ltimos meses el chico hab¨ªa dejado la escritura "un poco de lado", pero que el ¨¦xito de ventas le ha devuelto la ilusi¨®n.
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