El reparto de la riqueza en Espa?a
Fundaci¨®n BBVA
ISBN-978-84-96515-29-1
Espa?a ha multiplicado por 6,6 su riqueza en los ¨²ltimos cuarenta a?os. Y el crecimiento acumulado del capital en la ¨²ltima d¨¦cada ha rondado el 50%. En euros corrientes el valor del stock de capital neto a finales de 2006 ascend¨ªa a 4,3 billones, m¨¢s de cuatro veces el Producto Interior Bruto (PIB) del pa¨ªs, seg¨²n el estudio elaborado por varios profesores de la Universidad de Valencia e investigadores del Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (Ivie).
Para llegar a esta cuantificaci¨®n de lo que vale Espa?a los economistas valencianos
han cuantificado las contribuciones productivas del capital y los diferentes activos en los que se materializa la inversi¨®n.
El "stock" y los servicios del capital en Espa?a y su distribuci¨®n territorial (1964-2005). Nueva metodolog¨ªa
Matilde Mas Ivars,
Francisco P¨¦rez Garc¨ªa y
Ezequiel Uriel Jim¨¦nez
El grueso volumen editado por la Fundaci¨®n del BBVA desvela un hecho evidente para los espa?oles que disponen de una casa en propiedad. Las viviendas representan la mitad del stock de capital acumulado (4,29 billones de euros) y las viviendas no residenciales el 39,1%.
Pero as¨ª como las cifras globales ratifican que Espa?a ya no es lo que era, que ha dado un triple salto para incorporarse al club de pa¨ªses ricos, en cuanto los economistas descienden al an¨¢lisis del reparto territorial de esa riqueza, el escenario es bien distinto. Hay comunidades aut¨®nomas que podr¨ªan equipararse a Jap¨®n, otras a territorios subdesarrollados.
Catalu?a acumula tres veces m¨¢s capital que las islas Canarias en t¨¦rminos porcentuales. Por provincias, la de Madrid acapara el 16% del capital nacional, seguida de Barcelona con el 12.94% y s¨®lo otras 11 de las 52 en las que se reparte el territorio nacional ostentan m¨¢s del 2%. Otras 20 ni siquiera llegan al 1%. Un emprendedor de Albacete o Salamanca seguramente tendr¨¢ que recurrir a buscar recursos financieros fuera de su provincia si quiere poner en marcha un negocio importante, mientras si reside en Zaragoza, Mallorca o Valencia no necesitar¨¢ desplazarse.
Si se cala en el reparto de dotaci¨®n de capital por habitante, en funci¨®n de la comunidad aut¨®noma donde reside, la distancia se agranda a¨²n m¨¢s y no s¨®lo entre los extremos. Un navarro o un balear supera los 100.000 euros per c¨¢pita, mientras la media de un ceut¨ª se sit¨²a en los 40.000. Lo notable de esta desigual distribuci¨®n de la riqueza media por habitante es la escalera visible y diferenciada en funci¨®n de las comunidad aut¨®noma donde se reside, tanto si se sit¨²a por encima de la media nacional como si no la alcanza. Si es cierto que el capital llama al capital queda claro a qu¨¦ comunidades aut¨®nomas y provincias acudir¨¢n a las inversiones... sobre todo las privadas.
Cuando esos datos se trasladan a un mapa del pa¨ªs, salta a la vista una l¨ªnea recta que enlaza Castro Urdiales en Cantabria con Torrevieja, Murcia, sobrevolando el sistema ib¨¦rico. A la derecha se sit¨²an los ricos y a la izquierda -a excepci¨®n de la potentada isla madrile?a-, las comunidades y provincias con dotaciones por habitantes inferiores al 90% de la renta nacional.
Otra cosa bien diferente es el rumbo del proceso de capitalizaci¨®n de la ¨²ltima d¨¦cada, en la que el esfuerzo inversor y la acumulaci¨®n de capital, auspiciados por inversores extranjeros y la llegada de fondos europeos, ha llegado a alcanzar el 30% del PIB. Cuatro comunidades aut¨®nomas (la Valenciana, Catalu?a, Madrid y Andaluc¨ªa) concentran el 60% de las inversiones y el capital neto nominal. Las mayores tasas de crecimiento se concentran en tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y las comunicaciones, maquinaria y equipos de transporte. Ganan peso en la distribuci¨®n territorial, Madrid y la mitad sur, salvo Extremadura. En cuanto a las infraestructuras p¨²blicas, la mayor intensidad se concentra en los corredores de Madrid a Galicia y Catalu?a por el avance de las l¨ªneas del AVE.
El estudio profundiza en detalles, provincia de provincia, de manera que ser¨¢ ¨²til para quienes busquen comparaciones. Pero se leer¨ªa mejor con papel reciclado de fondo blanco.
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