Vitoria abre al p¨²blico otro tramo restaurado de 100 metros de su muralla medieval

La muralla medieval de Vitoria, en un segundo plano durante siglos, regresa paulatinamente al protagonismo p¨²blico. Ahora ya no como estructura defensiva, sino como reclamo tur¨ªstico, en lo que es un paso m¨¢s en la recuperaci¨®n del casco medieval de la ciudad que comenz¨® hace m¨¢s de seis a?os con el inicio de la restauraci¨®n de la catedral de Santa Mar¨ªa. Ayer se abri¨® al p¨²blico un segundo tramo, de m¨¢s de cien metros, que recoge distintas huellas arqueol¨®gicas, y un peque?o jard¨ªn bot¨¢nico de plantas arom¨¢ticas.

El recorrido, entre los cantones de Carnicer¨ªas y La Soledad, discurre a trav¨¦s de un paseo ajardinado de unos 3.000 metros cuadrados que permite disfrutar de restos como lo que queda del antiguo matadero de la ciudad, en activo hasta mediados del siglo XX desde tiempo inmemorial. Tambi¨¦n se puede apreciar la cimentaci¨®n de la muralla, de reminiscencias romanas, y m¨¢s vinculada con t¨¦cnicas constructivas del resto de Europa, que con las localidades cercanas. Este muro defensivo se levant¨® en el siglo XI con piedras que carros de bueyes llevaban hasta la ciudad desde las canteras de Olarizu y Ajarte.

El historiador Ismael Garc¨ªa explic¨® en la presentaci¨®n de este nuevo tramo que la piedra del propio cerro de la ciudad se apil¨® en la base como un asiento estable, aunque de aspecto un poco tosco, que dejaba espacio para que el agua filtrase y no se estancara en el cerro y actuara como agente erosionador. La muralla, seg¨²n matiz¨® Garc¨ªa, "no serv¨ªa s¨®lo para defenderse sino que era tambi¨¦n para definirse econ¨®micamente". Los estudios que est¨¢ realizando le han llevado a probar que todo lo importante en la ciudad suced¨ªa pegado a la muralla, como los mercados, la plaza de abastos y los palacio. Alguna de estas edificaciones nobles, como el palacio del siglo XVI Escoriaza-Esquivel o el palacio de Villa Suso, se apoyan directamente sobre la muralla.