Final de trayecto
El 14 de abril de 1921 llovi¨®, por lo que muy pocos asistieron a la primera excursi¨®n dada¨ªsta. Andr¨¦ Breton, Tristan Tzara, Paul ?luard y otros ocho vanguardistas recorrieron las calles de Par¨ªs, su ciudad, para "descubrir los lugares que no tienen ninguna raz¨®n de ser", seg¨²n se le¨ªa en el panfleto que publicit¨® el paseo. En Google sale una foto de la cita frente a Saint Julien le Pauvre si se teclea el nombre de la iglesia. Once personajes llevan sombrero; cuatro, bast¨®n. Seg¨²n explic¨® luego el poeta George Hugnet, que no fue pero al que se lo contaron (era ¨ªntimo de Tzara), durante la caminata se improvisaron "numeritos": "El m¨¢s exitoso [lo cual no significa mucho] fue un tour por el camposanto, parando aqu¨ª y all¨¢ para leer al azar definiciones sacadas de un gran diccionario... El resultado fue el mismo que segu¨ªa a todas las manifestaciones dad¨¢: depresi¨®n nerviosa colectiva".
Atrapado en su ciudad, el Condenado cree que ya nadie hace cosas as¨ª ni lleva sombrero. Se equivoca en lo primero. El reciente libro Experimental Travel propone experiencias tur¨ªsticas que se salen totalmente del tiesto. Algunas convierten la ciudad propia en una aventura. En Viaje al final de la l¨ªnea se toma el metro hasta la ¨²ltima parada y se aterriza en otro mundo. En K2 se explora el cuadrado marcado por las coordenadas K-2 del mapa. En la ciudad del Condenado corresponden a un nuevo barrio residencial (Sanchinarro, Madrid). Para un urbanita recalcitrante, pasear entre id¨¦nticos chalets adosados supone irse mucho m¨¢s lejos que visitar Par¨ªs. Algunas ideas beben del surrealismo (pasear con una cabeza de animal de cart¨®n piedra); otras, de la filosof¨ªa del juego de Roger Caillois (visitar los lugares que aparecen en el Monopoly). Todas est¨¢n colgadas en Latourex.org, abreviatura de Laboratorio de Turismo Experimental, con sede en Estrasburgo, Francia.
En Exeter, Reino Unido, tiene su cuartel general Wrights & Sights (Mis-guide.com), una pandilla de "artistas investigadores" que edita antigu¨ªas tur¨ªsticas para reinterpretar la urbe. "?Qu¨¦ ocurre si superpones un mapa de Mosc¨² al de tu ciudad? ?Qu¨¦ hay donde estar¨ªa el Kremlin? Busca referencias rusas. Para en los bares y pide vodka", recomiendan.
En Roma, Stalker, una asociaci¨®n de j¨®venes arquitectos, explora las afueras, acampando en los m¨¢rgenes de la ciudad, las chatarrer¨ªas, las carreteras en obras, para comprender c¨®mo funciona la bestia que todo se lo come. Adem¨¢s de en Roma, existen en Stalkerlab.it.
En Glowlab.com, con base en Nueva York, anuncian el evento del a?o: Conflux, el festival de psicogeograf¨ªa contempor¨¢nea que se celebra del 13 al 16 de septiembre. Su intenci¨®n: "Explorar la ciudad, convirti¨¦ndola en un patio de recreo". La psicogeograf¨ªa fue idea de los situacionistas y seg¨²n Wikipedia.com "incluye casi cualquier cosa que obligue a los peatones a salirse del camino predecible, empuj¨¢ndolos a una nueva comprensi¨®n del paisaje urbano". En Conflux dos personas navegar¨¢n por espacios distintos con paseos id¨¦nticos gracias a una conversaci¨®n de m¨®vil (camina hasta encontrar algo azul, gira 180 grados, etc¨¦tera).
Harto de moverse s¨®lo por Internet sin levantarse del sof¨¢ Kipplan de siempre, el Condenado se aventura en su ciudad. No se le ocurre ad¨®nde ir. Opta por un experimento llamado turismo alternante. Parece liberador, no hay que tomar decisiones. S¨®lo una: sales de casa y giras. A partir de ah¨ª, en cada bocacalle, tomas la direcci¨®n opuesta. Derecha, izquierda, derecha, izquierda... hasta dar con algo que te impida el paso. El Condenado recorre as¨ª su barrio pisando callejuelas desconocidas que no est¨¢n camino del metro, ni del cajero. La ausencia de destino, la deriva, enciende la curiosidad con la que mira. O no. Quiz¨¢s lo est¨¢ forzando en pro del ¨¦xito del experimento. Quiz¨¢s sobreact¨²a. Algo le detiene. Sin darse cuenta, est¨¢ en la puerta de su videoclub. Ha dado un rodeo. En la mochila le pesan un par de pel¨ªculas que deb¨ªa haber devuelto hace siete d¨ªas.
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